SEÑOR DIRECTOR:

En columna recientemente publicada en La Tercera, María Emilia Undurraga y Pilar Cereda señalan que con la creación del Consejo Nacional de Desarrollo Territorial (CNDT) y la derogación del Consejo Asesor Presidencial de Desarrollo Rural creado en 2021, pierde la ruralidad.

Por el contrario, el CNDT incorpora una mirada moderna y actual de la ruralidad: un espacio en transformación, que se caracteriza por la creciente diversificación de actividades económicas, con fuertes vínculos e interacciones con las ciudades y con una población -sobre todo la más joven- cada vez más cercana culturalmente a lo urbano.

Un Estado que se haga cargo de estas transformaciones requiere mirar el territorio de forma integrada para ofrecer respuestas efectivas. Y ese es justamente el mandato del CNDT, que tiene como propósito asesorar al Presidente de la República para la implementación de la Política Nacional de Desarrollo Urbano, la Política Nacional de Desarrollo Rural y la Política Nacional de Ordenamiento Territorial y que, en todo caso, contempla en su interior una comisión de desarrollo urbano y otra de desarrollo rural, para tratar temas específicos, que podrán ser elevados a la discusión en el seno del CNDT.

Compuesto por 49 consejeros representantes del sector público, privado, académico y de la sociedad civil, el CNDT es una señal clara de la voluntad del gobierno del Presidente Boric por poner a la ruralidad en el centro de sus prioridades, en lugar de que ésta permanezca relegada a un lugar secundario y muchas veces invisible para quienes toman decisiones de inversión y política pública. Solo así podremos avanzar decididamente en mejorar las condiciones de vida y las oportunidades de las y los habitantes de las zonas rurales del país.

Ignacia Fernández Gatica

Subsecretaria de Agricultura