Opinión

Mesas de diálogo

SEÑOR DIRECTOR:

A propósito de las declaraciones de la directora del INDH sobre la participación de la CAM en mesas de diálogo para resolver el conflicto de la Macrozona Sur, se ha suscitado una controversia que me parece pertinente precisar su alcance y sentido.

Creo que existe consenso en el país de que la violencia no es el método de la democracia. Rechazamos la violencia, por consiguiente, el problema es si aquellos que participan de la violencia como método pueden participar en aquellas instancias políticas que buscan terminar con dicha violencia.

Es lo que sucede con la violencia que existe en la Macrozona Sur del país y sobre la cual han existido y existen diversas mesas e instancias que buscan una solución.

Este conflicto con su metodología de la violencia nos acompaña por 27 años, propiciada por sectores del pueblo mapuche que dejaron de creer en el Estado y en sus instituciones y donde se han sucedido gobiernos de todos los signos y colores. ¿Y qué han hecho que los distinga? Responsablemente, ¿alguno de estos gobiernos está en condiciones de lanzar la primera piedra?

Me da un poco de pudor este debate.

La pregunta es: ¿Si queremos terminar con la violencia se debe o se puede dialogar con los incumbentes que participan de la violencia o se debe conversar solo con los amigos como lo hacen la derecha y la izquierda permanentemente sin ningún avance consistente?

Lo lógico es que el Estado pueda tener una instancia donde le pueda preguntar oficial e institucionalmente a los incumbentes de la violencia qué es lo que quieren, cuáles son sus objetivos, qué demandan del Estado.

La derecha -y no pocos de la izquierda- son categóricos de que no se debe dialogar con quienes propician la violencia; y así llevan 27 años. Lo que no entienden es que no dejan la violencia porque no les creen a ellos, los políticos (me incluyo), y por ende al Estado.

Como nos enseña la experiencia mundial, el Estado debe invitar a los incumbentes a dialogar y convenir las condiciones de esa participación.

Si esas condiciones se concuerdan, se abrirá un camino diferente con amplias posibilidades de buscar una salida. Si ello no se logra, cada cual deberá asumir sus responsabilidades, porque se impondrán aquellos que piensan que la única salida es la fuerza armada del Estado.

Francisco Huenchumilla Jaramillo

Senador

Más sobre:Correos de los Lectores

COMENTARIOS

Para comentar este artículo debes ser suscriptor.

Este septiembre disfruta de los descuentos de la Ruta del Vino, a un precio especial los 3 primeros meses.

Plan digital + LT Beneficios$3.990/mes SUSCRÍBETE