Migración regular

FOTO: AILEN DÍAZ/AGENCIAUNO

SEÑOR DIRECTOR:

En carta del 18 de junio titulada “Migración irregular”, Jaime Esponda hace notar un asunto que merece debate.

Se atribuye la negativa percepción ciudadana sobre migraciones al ingreso irregular de personas. Me permito matizar este punto. El crecimiento migratorio sin control ni ordenamiento ha venido creciendo en forma sostenida desde el gobierno de M. Bachelet 2014-2017. En ese lapso existió una política de apertura -sin planificación alguna- de la movilidad internacional que auguraba dificultades en un corto plazo.

El Censo de 2017 refirió casi 800.000 extranjeros, el doble que al inicio del gobierno. En diciembre de 2018 la estimación del número de inmigrantes llegó a 1,3 millones. En diciembre de 2020 alcanzó los 1,5 millones. La negativa percepción ciudadana no es solo, pues, el ingreso irregular, sino el aumento explosivo, la alta densidad migratoria en varias comunas y el discurso de puertas abiertas.

Se ha ignorado que una migración libre puede corroer las bases de la convivencia nacional y que la regulación es imprescindible para lograr armonía entre locales y extranjeros.

La nueva ley de migraciones, aprobada en 2021, promueve sin ambages mayor regulación; no obstante, se necesita la voluntad y decisión política para que se realicen las medidas que allí se establecen, con decisión, eficacia y sin remilgos.

Resta saber si las nuevas autoridades, proclives a procesos de migración abiertos para la región latinoamericana, escucharán el clamor ciudadano.

La migración es un aporte a las sociedades de destino siempre y cuando se generen a un ritmo tal que pueda ser debidamente asimilado. La irregularidad debe ser enfrentada con determinación. E incluso debe existir rigurosidad en la selectividad de las personas que busquen ingresar en forma regular, de acuerdo con las normas que el Estado de Derecho impone.

Lorenzo Agar Corbinos

Doctor en Sociología

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.