Proyecto Teleférico Bicentenario



Señor director:

Es una muy buena noticia para la ciudad que se pueda implementar un proyecto de transporte público que diversifica las formas de movilidad y renueva el sistema de concesiones, más aún si logra reforzar el uso del espacio público en lugar de destruirlo. Este parece ser el caso del acuerdo entre los municipios de Providencia, Las Condes y el Ministerio de Obras Públicas, para relocalizar una de las estaciones terminales del Teleférico Bicentenario sobre el espacio en desuso del Canal San Carlos.

No obstante, sabemos que este proyecto no busca resolver todas las demandas de movilidad entre este centro metropolitano y la comuna de Huechuraba, lo que requerirá su integración al sistema de transporte público metropolitano; presenta una gran oportunidad para innovar y mejorar el diseño de nuestros espacios públicos de escala local y metropolitana.

Aunque hace más de una década que el Centro de Negocios de la Ciudad se ha consolidado en el sector Tobalaba-Providencia-Apoquindo, desplazando al centro histórico, su condición urbana es pobre y su diseño urbano está altamente fragmentado entre municipios y autoridades ministeriales, y difícilmente los ciudadanos lo valoran como espacio cívico.

Pero existe una ventana de oportunidad para cambiarle la cara urbana a este centro metropolitano. Esto es posible si el acuerdo sobre el proyecto del Teleférico Bicentenario se transforma en el punto de partida para alinear no solo voluntades, sino que las obras de mitigación de Costanera Center, la regulación del sector y el Proyecto Alameda-Providencia, rediseñando sustancialmente este deteriorado espacio metropolitano, en particular el espacio que ocupa el Canal San Carlos en este sector, uno de los ejes verdes más extensos a escala metropolitana, si consideramos la extensión total del Canal y la conexión al Cerro San Cristóbal.

En estos tiempos en que algunos proyectos públicos de parques o infraestructuras han sido cuestionados por su mal diseño y falta de integración urbana, este podría ser el momento para consolidar no solo visiones metropolitanas, sino la convicción que solo un buen diseño y un proceso adecuado para materializarlo son las claves para lograr acuerdos urbanos permanentes y mejorar la calidad de los bienes púbienes públicos de la ciudad.

Luis Eduardo Bresciani Lecannelier

Director Escuela de Arquitectura UC

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