Un febrero diferente, una preocupación diferente

Las vacaciones o tiempo libre personal influyen directamente en su satisfacción con el trabajo, aumentando la retención y reduciendo los costos de entrenamiento de nuevos trabajadores a causa de la rotación laboral.



Febrero del 2021 sin duda será recordado por años como un febrero diferente. Normalmente era un mes donde la mayor parte de los chilenos se tomaba vacaciones, disfrutábamos del Festival de Viña, del mercado de pases del fútbol chileno y dejábamos los grandes temas y definiciones para marzo. Pero este febrero es atípico. Primero, nos recuerda el primer aniversario de la pandemia más brutal que hemos vivido desde la gripe española y, al mismo tiempo, nos trae el inicio del plan de vacunación masivo nacional, que resulta épico, esperanzador y no exento de polémicas. En vez de hablar de la compra de útiles de colegio y la vuelta a clases de los estudiantes en marzo, estamos viendo el primer rayo de luz de una vuelta a la normalidad.

El Covid-19 ha desafiado muchos aspectos de nuestras vidas. Un año atrás, apenas se comenzaba a hablar de la potencial llegada del virus y comenzábamos a ver las medidas que estaban tomando aquellos países que ya tenían casos confirmados, mientras, los ciudadanos nos cuestionábamos siquiera si el virus llegaría o no a Chile, cuándo y cómo.

Hoy, después de tantos meses, estamos familiarizados con siglas tales como PCR, esperamos con ansias e incluso esperanza los informes de nuevas medidas del Minsal los días lunes y jueves, que a veces se gritan casi como un gol de la selección chilena, tenemos incorporado en nuestro día a día el alcohol gel y las mascarillas, incluso contando con opciones de colores, diseños, marcas y logos corporativos.

Con todo este panorama, las necesarias vacaciones pasaron a un segundo plano. Según un estudio realizado por Mutual de Seguridad en diciembre de 2020, los trabajadores están más cansados que a igual fecha del año pasado, sin embargo, solo el 29% declaró que tomará vacaciones en este período. Las razones resultan ser relativamente evidentes: el temor al contagio, sobre todo si reconocemos que en los lugares tradicionales de vacaciones las aglomeraciones son una condición. En ese mismo contexto, el 33% de los trabajadores señala que no ha definido aún si se tomará vacaciones, porque no es factible planificar: “No sé en qué fase estará mi comuna y tampoco la comuna a la que quiero ir”. Por otro lado, el 34% señala razones de tipo económicas: “No tengo dinero para salir este año”, “Este es momento de ahorrar y no de gastar”. Con estos antecedentes, es difícil suponer que este febrero será el mes de las vacaciones en Chile.

Las vacaciones son un tiempo de recreación en familia o seres queridos; también es una oportunidad para refrescar la mente con nuevos temas y actividades, un tiempo que sirve para retomar o corregir la ruta que llevamos, un espacio para hacer balance de lo que hemos realizado y así poder proyectarnos con más entusiasmo.

Hay diferentes estudios que coinciden en el impacto positivo del descanso en el desempeño laboral, señalando que disponer de tiempo de vacaciones promueve la salud mental de los trabajadores, incrementa la satisfacción por el trabajo y contribuye a promover la estabilidad laboral. Las vacaciones o tiempo libre personal influyen directamente en su satisfacción con el trabajo, aumentando la retención y reduciendo los costos de entrenamiento de nuevos trabajadores a causa de la rotación laboral. Al mismo tiempo, hay evidencia que señala que no tomar vacaciones puede ser muy dañino y desgastante tanto para el cuerpo y la mente. Algunas de las consecuencias pueden ser fatiga, estrés, apatía, automatismo, disminución de la capacidad de pensar claramente y actuar de forma decisiva, e incluso padecer alguna enfermedad física y psicológica. Para que lo tengamos presente: el tiempo de vacaciones ideal para la obtención de los mayores beneficios, tanto para los trabajadores como para las empresas, es de 10 días.

Dicho lo anterior, y al igual que como muchos chilenos, yo aún no salí de vacaciones y parte de mi equipo tampoco. Las preguntas que me hago ahora seguro que muchos se las han hecho: ¿Cómo vamos a gestionar esta situación durante el año? ¿De qué forma los ejecutivos y las empresas del país están abordando este tema junto a los trabajadores?

-El autor es gerente general Mutual de Seguridad

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.