Cómo proteger el pelo durante el verano




El calor, los rayos UV, el cloro de la piscina, la sal del mar e incluso la propia transpiración, son algunos de los elementos propios del verano que por su agresividad pueden fácilmente dañar el pelo, siendo fundamental cuidarlo, tal como lo hacemos con la piel.

Si bien el agua salada puede ser buena para los cabellos grasos ya que los suaviza y les da más volumen, aquellos con tratamientos químicos quedan más expuestos a los excesos de sal, responsable de arrastrar esos tratamientos y de extraer la humedad propia del pelo, así como sus aceites naturales. No se trata de no bañarse en el mar o en la piscina, la solución está más bien en limitar esos baños y sí o sí enjuagarse el pelo después, aunque el ideal es lavarlo con productos enfocados en la hidratación para compensar el daño. Elegir champús y bálsamos humectantes y sin sulfatos (como los de la marca chilena Austral Organics), lavarlo con agua fría, aplicar cremas sin enjuage o aceites, también son buenas medidas para cuidarlo.

Mientras los rayos UVB dañan la queratina –proteína que constituye el principal componente del pelo–, la radiación UVA afecta directamente su color. Por eso es que protegerlo de ambos es tan importante. ¿Cómo hacerlo? Además de evitar la exposición al sol, elementos como pañuelos o sombreros son efectivos, así como aceites especiales para esto. Algunos buenos son el Aceite Ylang Ylang de Klorane ($14.990), el Spray capilar de protección solar de Salty Soul ($6.990) o el Aceite Kérastase Hidratación con Filtro UV Huile Sirène Soleil ($27.990).

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