La pareja perfecta no existe y creer lo contrario te puede hacer daño




Cuando hablamos de la pareja perfecta nos encontramos con dos problemas esenciales. Quienes no están en pareja, pero quisieran estarlo, se plantean una carencia y una meta que realmente nunca van a alcanzar. Y quienes tienen una relación estable o que ha durado varios años sienten la presión de ser reconocidos como “perfectos el uno para el otro”, con todos los problemas que eso conlleva.

Para la psicóloga y directora de Sexología Chile, Valeria Rosales, el concepto de la pareja perfecta está atado a otros como “el amor de la vida”, “complemento” y “media naranja”, los que nacen y crecen bajo el paraguas del amor romántico. “Esto implica una creencia de que se está en falta si es que no se está con otro. Implica dependencia y relaciones desiguales, asimétricas en poder, en las que generalmente se lleva a someter y soportar violencia, ya sea psicológica, física o ambas. Porque al igual que con los otros conceptos, cuando hablamos de la pareja perfecta caemos en las creencias de que el amor todo lo puede o que todo es por amor”, dice la especialista.

Al contrario, recomienda a quienes están buscando una pareja o tener una relación, que prefieran confluencia y convergencia más que perfección. “Esto implicaría un amor activo dentro de una relación igualitaria, de intercambios emocionales y afectivos, de dar y recibir, en que ambos se puedan mostrar vulnerables y emocionales y donde se pueda desplegar el arte de la sexualidad y se pueda desarrollar una intimidad sana y recíproca”.

En esta misma línea, es importante comprender que estar en pareja, tener una relación de largo aliento o estar casados no es una meta ni un final, como lo plantean las películas románticas o infantiles, en muchos casos. Esto por varios motivos. En primer lugar, una relación implica trabajo, consensos y nutrición constante. No vale la pena buscar un punto en el que se pueda decir “estamos plenos”, o “ya no tenemos que seguir trabajando en nosotros”, porque eso no existe.

Y por otro lado, creer que se consiguió el éxito porque se está en pareja es un grave error, pues no nos deja ver otras alternativas o salidas, en caso de que las necesitemos.

“Lo importante en una relación es que sea sana y no tóxica”, dice Rosales y agrega: “Es importante replantearse qué es importante para cada uno y saber que hay elementos claves, como la importancia del amor propio y sentirse completa con una misma. Que la pareja sea bienestar y no sacrificio. Que haya muestras de aprecio recíproco, de escucha, comunicación y respeto y que ambos puedan instaurar normas y pactos”.

Muchas veces las personas están en relaciones de pareja que, a la vista de los demás, son perfectas. “Qué bueno que se encontraron” o “son el uno para el otro”, les dicen. Incluso hay quienes suspiran “ojalá poder tener algún día algo como lo que tienen”. Cuando lo cierto es que las únicas personas que conocen realmente lo que pasa dentro de una pareja son los involucrados. Los demás solo ven lo que se les muestra; las demostraciones de afecto en público, las miradas similares, las rutinas, las fotos. Pero detrás de eso se esconde un universo mucho más complejo.

“Muchas veces hay violencia de género y mientras el agresor se muestra encantador hacia fuera, humilla y somete en privado”, advierte la especialista y añade: “Es importante replantearse esas concepciones de perfección y sus significados. Ver si la persona se deja llevar por la opinión de los demás por sobre sus sentimientos. En las teleseries, por ejemplo, siempre muestran ese amor romántico en el que hay que aguantar a pesar de los malos ratos, los engaños y la violencia”, dice. Y es que según explica Rosales, es fundamental entender que una relación en la que se conversa, en la que hay compañerismo, respeto y consentimiento, no excluye al amor y a las emociones más románticas.

“Lo digo porque muchas veces hay gente que me discute que cómo no debería haber amor romántico. La idea acá es entender la concepción de este amor romántico y las relaciones dañinas a las que nos puede llevar, para así poder ir hacia un amor lleno de romance, pero desde el cuidado y el respeto”, dice. La psicóloga y sexóloga explica que es fundamental destacar esto último cuando vivimos inmersas en una cultura donde el machismo está tan presente y las relaciones de pareja tienden a ser desiguales. “Hay que aprender a cultivar las relaciones amorosas desde el respeto y el cariño y no desde lo que nos dijeron que era lo correcto”.

Y es que la pareja perfecta no existe y nunca existirá. Tampoco debería existir, si la pensamos como algo que estamos buscando o un final feliz que viene tras un momento climático en nuestras vidas. Porque al final una relación saludable es la que busca ser mejor, más comprensiva, de mayor compañerismo, más amigos y también más enamorados. Pero a veces implica darse cuenta que lo mejor es tomar rumbos distinto, y que eso también está bien. Es un viaje que no termina, pero cuando se hace de iguales avanza bien.

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