Cómo la nube se pone al servicio de las startups
La tecnología les permite "estar en todos lados", pero también les facilita la mejora y optimización de sus procesos. Los sistemas cloud son parte fundamental para las empresas que buscan apalancarse con tecnología.
Uno de los puntos más relevantes para las empresas es poder estar en todos lados. Mantener su presencia, sin importar la zona geográfica, se ha vuelto uno de los pilares fundamentales para su crecimiento. Que los usuarios puedan acceder a sus servicios o información estén donde estén es uno de los requisitos más fuertes para trabajar la lealtad a las marcas, y que estas también se vuelvan una alternativa para quienes aún no las conocen.
La nube justamente les entrega eso a las grandes empresas y también a las startups. Con el avance de la conectividad, se vuelve cada vez más fácil ponerse al servicio de los usuarios.
El uso de esta herramienta tecnológica tendrá una variación según cuál sea el sector, por ejemplo, en el que se desenvuelva una startup. Una plataforma que se centre en entregar servicios completamente a través de la nube tendrá usos distintos a aquellas que venden un producto físico. Pero siempre hay un punto en común: es esencial hoy para aquellas firmas que necesitan apalancarse en tecnología, plantea Pablo Correa, CTO de Algramo.
“Para el tema de los costos es muy importante, porque las soluciones en la nube suelen seguir un modelo de pago por uno; eso significa que debemos pagar solo los recursos que utilizamos, en vez de invertir en hardware y software costosos que no siempre se usan completamente y que muchas veces cuesta financiar”, explica el ejecutivo.
Recalca, además, que el mantenimiento y la actualización de los sistemas cloud son responsabilidad del proveedor de servicios, y eso reduce los costos operativos y de administración “brutalmente”.
Todas las startups, dice, buscan crecer o escalar, y la nube les permite hacerlo con los recursos informáticos fácilmente. “Eso nos da capacidad de adaptación a cambios en la demanda y crecer sin tener que invertir en infraestructura física adicional”, comenta.
Esto es particularmente útil para aquellas firmas que experimentan un rápido crecimiento y cambios en sus necesidades tecnológicas, asegura.
Es clave también que, por definición, las startups deben ser ágiles y flexibles. La infraestructura cloud les facilita la implementación y el acceso a aplicaciones y servicios desde cualquier lugar con conexión a internet. “Así se puede operar de forma más ágil y adaptarnos rápidamente a las condiciones cambiantes del mercado, como a colaborar fácilmente con equipos y clientes en todo el mundo”, plantea Pablo Correa.
Algramo es una empresa de ventas al detalle, pero que de todas maneras trabaja con un modelo sobre la nube. Correa dice que primero evaluaron sus necesidades y analizaron aquellas específicas con respecto al negocio en cuanto a recursos informáticos, almacenamiento, aplicaciones y servicios. Luego, definieron su arquitectura, que pretende plasmar cómo se organizan y conectan los componentes y servicios.
“Hay que tener muy en cuenta aspectos como la escalabilidad, disponibilidad, seguridad y rendimiento”, asegura.
Luego de eso, eligieron el tipo de nube que necesitaban. “Decidimos si utilizar una nube pública, privada o híbrida en función de nuestras necesidades específicas: nosotros escogimos una pública”, afirma. Se decidieron por un proveedor, pero “en general todos tienen de todo y esa decisión hoy responde más a gustos y preferencias personales de los equipos tech”.
Con esa estructura definida, pueden gestionar y optimizar los recursos. “Utilizamos herramientas y servicios de gestión en la nube para monitorear y ajustar el uso de recursos, garantizar un rendimiento óptimo y controlar los costos; además, implementamos prácticas como la autoescalabilidad y la optimización de costos para aprovechar al máximo nuestra infraestructura en la nube”, comenta.
Además, sumaron a un partner que pudiera administrar el esquema por ellos y que tuviera las habilitades. “Evaluamos regularmente los resultados de nuestro modelo en la nube y ajustamos según sea necesario para satisfacer las necesidades cambiantes de nuestro negocio y aprovechar las ventajas de la nube de manera eficiente”, explica Correa.
Un software desde la nube
Buk es una de las principales plataformas de recursos humanos en la nube. Su modelo consta de un software (Saas) que sus clientes pueden utilizar, y de esta manera, dice Felipe Sateler, cofundador y CTO de la plataforma, ofrecen diferentes productos y servicios de gestión de personas que pueden ser contratados de forma modular.
La nube, en ese sentido, permite usar su herramienta de forma directa para necesidades de la plataforma y flexibilizar su capacidad. “Esto, para una startup, es altamente valioso, porque la demanda futura suele ser difícil de predecir... ¿Te quedaste corto? No importa, se levanta otra máquina”, plantea.
En segundo lugar, especifica, acceder a estas tecnologías siendo proveedores externos los que entregan estas herramientas permite proveer servicios más especializados. “Desde nuestro origen hemos utilizado la nube, y nos ha permitido flexibilizar nuestras operaciones y traspasar esas ventajas a nuestros clientes”, comenta Sateler, y añade que “de esta manera, nuestra oferta de valor considera que cada usuario paga el o los módulos del software según sus necesidades”.
Entre los beneficios que vieron en la tecnología Cloud, Sateler dice que, principalmente, se dieron cuenta de que existía la posibilidad de flexibilizar sus servicios y ofrecerlos a la medida para sus clientes. “Además de una reducción drástica de costos, así como de implementación, como de mantención y desarrollo en el área TI”, comenta. Es más ágil y les permite trabajar en conjunto con terceros y “simplificar muchas tareas que antes en manuales”.
¿Creen que actualmente existen limitaciones en el mundo cloud? En Chile la conectividad es “razonablemente buena” comparativamente hablando, dice Sateler. “Incluso, en algunos casos, es posible diseñar servicios que funcionen de manera offline, y eso es una facilidad importante considerando las eventuales limitaciones”, plantea. Algunos de los temas más relevantes, dice, son la seguridad y protección de datos, y como empresa han procurado trabajar al respecto.
“Es comprensible el temor que sienten algunas empresas al entregar sus datos a terceros, por lo que es fundamental que las startups que trabajamos con este tipo de información generemos mecanismos que entreguen garantías totales de seguridad y protección”, argumenta.
Sobre esto, dice que hay cosas que pueden hacer los proveedores de nube: que los data centers estén en ubicaciones geográficas apropiadas y conserven políticas de privacidad adecuadas y, por otra parte, que el proveedor que haya por sobre estos centros de datos, establezca una política de gestión de información y de privacidad rigurosa y responsable.
Pablo Correa, CTO de Algramo, menciona algunas de las limitaciones que han captado en la startup: la latencia, en la que a veces hay demoras, pero con el edge computing y mejorar redes se podría mejorar; la interoperabilidad, porque “hoy es complicado mover cosas entre diferentes nubes”; seguridad y privacidad, en las que “podrían surgir nuevas soluciones”; regulaciones, que “en el futuro podrían simplificarse para que todos las entiendan”; costos, que con mejores herramientas podría ser más fácil controlarlos y optimizarlos; y conectividad, porque un sistema cloud necesita buena conexión a internet y a medida que estas mejoren, con el 5G y satélites, podría solucionarse.
Este evento, que reunió en el Teatro Municipal de esa ciudad a expositores de distintas soluciones tecnológicas -entre ellos, Kinesix VR, Zeus y Huawei, partners de Claro empresas- fue también el punto de partida para la nueva Corporación de Innovación y Desarrollo Sostenible de la Ciudad Jardín.
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