Jack Ma, cofundador de Alibaba, regresa a China tras un año de ausencia

El multimillonario tecnológico chino Jack Ma ha mantenido un perfil bajo desde noviembre de 2020. FOTO: CHARLES PLATIAU/ REUTERS

El multimillonario retorna a su país cuando Beijing suaviza las medidas contra el sector tecnológico que habían afectado la confianza empresarial. Ma, que pasó la mayor parte del año pasado en Japón, volvió a China en los últimos días, señalaron personas al tanto. Celebró el Año Nuevo Lunar en Hong Kong y recientemente viajó a Singapur y Australia.


Jack Ma, el multimillonario cofundador de Alibaba Group Holding Ltd., ha regresado a China continental tras pasar aproximadamente un año en el extranjero, según personas familiarizadas con el asunto.

Su retorno se produce en un momento en el que los dirigentes chinos intentan recuperar la confianza de los empresarios luego de años de restricciones normativas y medidas de control de Covid-19 que golpearon a las compañías privadas del país.

El paradero de Ma -conocido por su estilo extravagante hasta finales de 2020, cuando desapareció de la escena pública tras sus roces con los organismos reguladores chinos- ha sido objeto de intensas especulaciones.

La estancia de Ma en el extranjero fue interpretada por algunos en el mundo empresarial como una prueba de que la incertidumbre seguía nublando el sector tecnológico. Su regreso no debe interpretarse necesariamente como una señal de que la incertidumbre se ha despejado por completo, dijo Xiaomeng Lu, directora de la consultora Eurasia Group, que se centra en las tecnologías emergentes y la geopolítica.

“El regreso de Ma encaja bien con la narrativa de recuperación económica de Beijing”, sostuvo Lu. “Pero la influencia estructural [del Partido Comunista] sobre el funcionamiento diario de las empresas conlleva un riesgo político a largo plazo”, agregó.

Ma, que pasó la mayor parte del año pasado en Japón, volvió a China en los últimos días, señalaron personas al tanto. Celebró el Año Nuevo Lunar en Hong Kong y recientemente viajó a Singapur y Australia. A principios de este año, también estuvo en Tailandia, en un viaje para estudiar tecnologías agrícolas y pesqueras, añadieron fuentes relacionadas con el asunto.

El lunes, Ma visitó una escuela que él y otros socios de Alibaba fundaron en 2017 en Hangzhou, donde Alibaba tiene su sede, según un post en WeChat hecho por la escuela.

“Ma viaja muy a menudo por China y el extranjero”, indicó la Fundación Jack Ma, confirmando que ha estado recientemente en Hangzhou. Alibaba no hizo comentarios.

El nuevo primer ministro chino, Li Qiang, dedicó gran parte de su primera conferencia de prensa a principios de mes a reafirmar a los empresarios el apoyo de Beijing al sector privado, afirmando que el “compromiso del gobierno en este sentido es inequívoco y firme”.

El acercamiento también ha incluido a firmas extranjeras. El lunes, Li expresó su gratitud a los ejecutivos de multinacionales y otros asistentes extranjeros a una reunión empresarial de alto nivel celebrada en Beijing, el Foro de Desarrollo de China, por su contribución al desarrollo del país.

Las acciones de Alibaba cotizadas en Hong Kong subieron más de un 4% después de que el South China Morning Post, propiedad de la empresa tecnológica, informara del regreso de Ma. Cerraron con una caída del 0,1%, mientras que el índice tecnológico Hang Seng bajó un 2,8%. En las operaciones del lunes en Nueva York, los recibos de depósito estadounidenses de Alibaba cerraron con un descenso del 0,9%.

El multimillonario tecnológico chino Jack Ma ha mantenido un perfil bajo desde noviembre de 2020. FOTO: CHARLES PLATIAU/REUTERS

Durante su visita a la escuela Yungu, Ma -antiguo profesor de inglés- se reunió con los educadores y debatió temas como los retos que las tecnologías de inteligencia artificial generativa, como ChatGPT de OpenAI, plantean a la educación, según un mensaje publicado en la cuenta WeChat de la escuela.

“Vamos a utilizar la IA para resolver problemas, en lugar de ser controlados por la IA”, dijo Ma, que llevaba un polerón blanco y un gorro de béisbol blanco.

Algunas publicaciones empresariales chinas destacaron el lunes la aparición de Ma en China, pero no abordaron lo que su reaparición podría significar para el sector privado chino.

En la plataforma china de redes sociales Weibo, Hu Xijin, el influyente exdirector del periódico Global Times, propiedad del Partido Comunista, aseguró que la atención prestada a la aparición de Ma se debía fundamentalmente al declive de la confianza pública en el sector privado chino.

“Todavía quedan muchas batallas duras por delante, y muchas nueces duras que romper; sin embargo, la eficiencia y la competitividad de las empresas privadas de China son de primera clase, lo cual es una fuerza motriz importante para que nuestra sociedad siga avanzando”, escribió Hu.

Ma renunció como presidente ejecutivo de Alibaba en 2019 y manifestó en ese momento que quería dedicar su tiempo a la filantropía y a la educación rural.

Ha mantenido un perfil bajo desde noviembre de 2020, cuando Ant Group Co. canceló las ofertas públicas iniciales en Hong Kong y Shanghai que estaban en camino de recaudar más de US$ 34 mil millones. Las cancelaciones se produjeron después de que el discurso de Ma en un foro financiero provocara la ira de los reguladores al criticar su trabajo como anacrónico. Posteriormente, los reguladores iniciaron una investigación contra Alibaba por presunto comportamiento anticompetitivo en su plataforma de comercio electrónico y más tarde impusieron a la empresa una multa récord de US$ 2.800 millones.

La reputación del carismático cofundador de Alibaba en China se ha resentido. Antes de su discurso de finales de 2020, su gran base de seguidores le había dotado del apodo de “Daddy Ma”. Después, pasó a ser conocido como “capitalista malvado” y “chupasangre”.

Pronto le siguió una amplia represión regulatoria sobre otras compañías privadas, con Beijing endureciendo los controles sobre todo, desde los videojuegos y la educación, hasta el sector inmobiliario.

En enero, Ant Group, la filial de tecnología financiera de Alibaba, dijo que Ma renunciaría a su control de la empresa después de que los accionistas acordaran reestructurar su negocio. El mismo día, el jefe del partido en el banco central de China indicó que las medidas enérgicas contra las operaciones de fintech de más de una docena de empresas de Internet básicamente habían terminado.

Alibaba parece estar aceptando la relajación de las medidas regulatorias. Desde diciembre, el campus de la empresa en Hangzhou ha recibido visitas de dignatarios como el nuevo jefe provincial del partido en Zhejiang y el director de State Power Investment Corp.

En enero, el gobierno municipal de Hangzhou firmó un “acuerdo de cooperación estratégica” con Alibaba. A mediados de marzo, el regulador del mercado municipal de Hangzhou firmó un “acuerdo de cooperación” con la empresa de comercio electrónico, en parte para ayudarla a “demostrar sus puntos fuertes en el liderazgo del desarrollo, la creación de empleo y la competencia internacional, y lograr un liderazgo innovador en modelos de negocio”.

Aunque la represión reguladora está llegando a su fin, una supervisión más estricta se ha convertido en la nueva norma y la frontera entre el partido-Estado y el sector privado es cada vez más difusa. En enero, las autoridades chinas adquirieron una participación en una filial de Alibaba.

A medida que Beijing acelera los trabajos para establecer la autosuficiencia en sectores como los semiconductores frente a las sanciones de Estados Unidos, muchos inversores y empresas tecnológicas también han cambiado su enfoque de inversión en estas áreas de Internet de consumo.

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