Director ejecutivo de Conicyt, Christian Nicolai: "Lo básico es el conocimiento y nosotros estamos en su generación"

Christian Nicolai

Durante los primeros días de marzo se anunció que ocho Centros Científicos y Tecnológicos de Excelencia recibirán apoyos del Conicyt por tres años, favoreciéndolos con un monto (de continuidad) de $31.334.550.000. Esto es sólo parte de un programa que ya lleva más de una década y ha impactado a varias disciplinas y regiones del país. "Los resultados en estos años han sido tremendamente positivos, pero efectivamente hay algunos centros más conocidos que otros, debido a sus propias temáticas, el lugar donde están o a la producción que genera. Pero todos son muy importantes", dice Christian Nicolai, director ejecutivo de Conicyt.




¿Por ejemplo?

- Al Centro de Modelamiento Matemático (CMM) lo conoce mucha gente porque ha ido creciendo muy fuertemente y es muy interdisciplinario. Trabaja con astrónomos, con la industria de la minería, con las telecomunicaciones y los biólogos, entre otras áreas. Y hay otros más especializados como el COES que estudia el conflicto y las relaciones sociales. Estos ejemplos permiten entender algo clave y que a veces no es muy conocido: Conicyt financia desde las ciencias naturales hasta las ciencias sociales, humanidades y el arte. Siempre en la etapa de la investigación.

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Independiente de ese abanico, ¿hay un énfasis en la línea de los clusters productivos que tiene Chile?

- Nuestra mirada no es desde la industria, pero no cabe duda que hay convergencia con varias. De hecho, uno de nuestros instrumentos -el Fondo de Financiamiento de Centros de Investigación en Áreas Prioritarias (Fondap)- está en esa línea. En el caso de los centros de excelencia, tenemos por ejemplo algunos trabajando en la minería, en el sector de la madera, etc. En el fondo, todos tienen algo relacionado a la industria. Y eso es clave porque nosotros financiamos sólo una parte de los proyectos. La otra mitad tienen que conseguirlo ellos.

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¿Cuál es la importancia de la marca Conicyt en ayudarlos a conseguir ese financiamiento?

- Nosotros no les ayudamos directamente, pero no cabe duda que hay un sello de calidad implícito que entregamos. Nuestra evaluación se hace con un panel de científicos internacionales. Por lo tanto se va a asegurando una calidad.

¿Cómo este tipo de apoyo ayuda a aumentar el desarrollo de las ciencias en regiones y no sólo en Santiago?

- Primero, hay algo esencial: lo básico es el conocimiento y nosotros estamos en su generación. Pero tiene que tener cierta pertinencia, porque estamos en Chile. Por ejemplo, entrar en la carrera espacial es algo lejano a nosotros. Pero independiente de que tenemos otros programas especializados para las regiones, los centros de excelencia también contribuyen a varias zonas del país. Incluso algunos que se encuentran en Santiago, gran parte de su actividad la realizan en regiones.

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¿Conicyt incentiva o aporta al intercambio de estos centros hacia sus símiles en el extranjero o eso depende de ellos?

- Todas las anteriores. Evidentemente la actividad científica es global. La teoría de la relatividad es la misma en todas partes. Desde un principio, cuando se plantean los proyectos, sus responsables ya tienen una idea con quien pueden trabajar, desde dónde partir (mucha gente ya tiene redes afuera) y en general, ya poseen un relacionamiento internacional. Pero independiente de eso, nosotros apoyamos desde la promoción. Por ejemplo, celebramos acuerdos con otros países o entidades hermanas a Conicyt e incluso, definimos áreas de interés mutuo, con planes de acción, lo que muchas veces se concreta en talleres de trabajo para que los científicos chilenos y extranjeros se conozcan.

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¿Por ejemplo?

- Lo acabamos de hacer con China en el tema de los desastres naturales y de ciencia antártica. Y lo veníamos realizando en el área de la astronomía. Entendemos que hoy la ciencia es más grupal, interdisciplinaria, colaborativa y sin fronteras. Y eso es lo que hay que promover. Además, tenemos instrumentos específicos con nuestro programa de cooperación internacional, para generar redes.

Inpependiente de quien siga a la cabeza de Conicyt…

- Yo espero seguir… (ríe).

Bueno, independiente de eso, ¿cuáles son las proyecciones de esta entidad y de los centros de excelencia en los próximos años?

- A partir del convencimiento de que la ciencia es sin fronteras, interdisciplinaria y con ciertos tamaños mínimos, no cabe duda que los centros deben jugar un rol importante. Para esto es clave definir un concepto común de qué es un "centro". Como Conicyt emitimos un documento sobre la política de investigación asociativa que salió a principios de 2018, donde están los lineamientos del futuro. A partir de ahí hay que definir si se seguirá la figura actual u otra más especializada.

¿O sea, el futuro Ministerio de Ciencia y Tecnología?

- Hay una acuerdo transversal de que se necesita y el gobierno lo propuso entre los 12 proyectos de ley que se tramitarán. Por lo tanto, el tema es cuándo va haber un ministerio. Pero de que lo habrá, lo habrá.

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