S CIELOS de Chile seguirán en las ligas mundiales de la observación astronómica. Hace algunas semanas se llegó a un acuerdo de cesión por cincuenta años de terrenos a Conicyt para el anunciado Parque Astronómico Atacama, uno de los proyectos que busca mantener el liderazgo del país en el ámbito científico internacional.

El Parque Astronómico Atacama, en la comuna de San Pedro de Atacama, Región de Antofagasta, fue concebido en manos de Conicyt en una zona declarada de interés científico por el ex presidente Eduardo Frei.

Fuentes de la entidad cuentan que el organismo tenía dos concesiones de corto plazo y dado que "muchos proyectos astronómicos han manifestado interés en instalarse, el gobierno decidió proteger esta zona con fines astronómicos, decisión que conlleva una concesión de largo plazo para que Conicyt administrase todo este terreno".

Por eso, Conicyt decidió en 2009 iniciar las gestiones para que el terreno quedase protegido por cincuenta años y que no se renovara la concesión cada cinco, como era inicialmente.

La trastienda

Si bien esta tramitación se inició hace algunos años, ésta sufrió un retraso en su concreción. Una intervención del senador Carlos Cantero en julio de este año, señaló que el Ministerio de Bienes Nacionales otorgó la concesión de largo plazo a Conicyt en mayo de 2012, la que fue interrumpida luego de que los proyectos CCAT y TAO solicitaran al Ministerio de Relaciones Exteriores obtener las concesiones directas de la totalidad del Cerro Chajnantor al interior del Parque Astronómico Atacama, incluidos los caminos que transportan a esa zona.

Ambos proyectos se encontraban haciendo pruebas en el lugar. CCAT, pertenece a un consorcio de universidades canadienses, norteamericanas y alemanas. Estos invertirán US$110 millones en un telescopio de 25 metros en el Parque Astronómico, el cual se convertirá en el telescopio más grande del mundo operado a dicha altura.

El Observatorio de la Universidad de Tokio Atacama (TAO), por su parte, busca construir y operar telescopios infrarrojos optimizados en la cumbre el Cerro Chajnantor, a 5.640 metros de altura con  una inversión de US$57 millones aproximadamente. Este iniciaría obras en 2015. 

La preocupación de ambos surgió ya que para la concreción de sus telescopios necesitaban una concesión de largo plazo, que no podía ser dada por Conicyt porque es facultad de Bienes Nacionales, lo que puso una traba al acuerdo.

Fuentes del ministerio de Relaciones Exteriores cuentan que tras llamadas por parte de la embajada de Japón y EEUU, se inició una mesa de negociación que reunió a los distintos actores para lograr un consenso en la sesión de tierras. Cerca de siete meses duró el trabajo entre el Ministerio de Bienes Nacionales, Conicyt y representantes de ambos proyecto, situación que vio la luz hace algunas semanas.

El acuerdo al que se llegó contempla que Bienes Nacionales entregará en forma simultánea la concesión de todo el parque astronómico a Conicyt por 50 años, menos los espacios solicitados por CCAT y TAO, que serán de concesión directa de ambos consorcios.

Además, los próximos proyectos que quieran instalarse en el Parque Astronómico y que soliciten terrenos para proyectos de largo plazo -más de cinco años- deberán ser concedidos por Bienes Nacionales. 

Desde esta secretaría de Estado señalan que la coordinación de los proyectos y administración de los espacios comunes estará dada por Conicyt, que incluirá la gestión con las comunidades indígenas (por el convenio 169 de la OIT), la promoción de inversiones astronómicas y ciencias afines, el monitoreo ambiental, el control de interferencias y el monitoreo y soporte.

Si bien el acuerdo está por estos días en proceso de firmas, Conicyt quedará facultado para administrar el parque por los próximos cincuenta años.

Fuentes de Conicyt afirman que en la actualidad hay cinco proyectos, entre nacionales e internacionales, operando en la zona y que "hay solicitudes de proyectos brasileños y de China para instalarse". Así, el Parque Astronómico Atacama se sumará a otros dos proyectos que busca mantener a Chile en la cumbre de la astronomía mundial. Uno de ellos es el recién inaugurado ALMA, que contempla una inversión total de US$1.300 millones aportados por los consorcios Associated Universities Incorporated (AUI) de EE.UU, European Southern Observatory (ESO), y Japón. El segundo es E-ELT, un telescopio de 39,3 metros de diámetro del Consorcio European Southern Observatory (ESO), que con una inversión de US$ 1.500 millones tendría una sensibilidad dos veces mayor que cualquier telescopio óptico a nivel mundial.