Con canciones de los viejos tiempos los uruguayos se lanzarán a la pista de baile celebrando este 24 de agosto la Noche de la Nostalgia. En esta fiesta de la música se recuerdan old hits en discotecas, pubs, carpas montables y boliches.

Este año se cumplen 37 años desde que el empresario Pablo Lecueder, entonces un joven de 21 años, que conducía un programa radial que recordaba viejos éxitos musicales, tuvo la iniciativa de aprovechar la víspera del feriado del 25 de agosto para realizar una fiesta destinada a recordar y bailar temas de épocas pasadas.

Posteriormente varios empresarios del rubro entretenimiento lo siguieron, originando una infinidad de fiestas de múltiples estilos y precios en todo el país.

Hoy, hay más de 500 fiestas en todo Montevideo y se calcula que en otras ciudades llegan a las 30.

La música que tocan son los clásicos del 60, 70, 80 y 90’s con canciones de Queen, Cat Stevens, The Beatles, Dire Straits, Supertramp, Elvis Presley, Bee Gees y John Travolta.

Algunas fiestas proponen reírse de la nostalgia, recordando temas pasajeros, que nunca se convirtieron en clásicos.

En la mayoría de los eventos hay una cena show con varias pistas de baile donde se paga cerca de $50 mil. Se separa por ambientes donde se puede oír oldies, lentos, cumbia y hits latinos. La mayoría comienza a las 22:00 horas y finaliza cerca de la 5.00 am.

Los más jóvenes optan por las fiestas “Reíte de la nostalgia”, donde habrán disfraces, concursos y muchos hits.

Un fecha destacada

Esta fecha se ha transformado en un día muy importante para todos los uruguayos. “Es un fenómeno increíble, que se convirtió en un hito comercial de gran magnitud, como el día de la madre o el día del padre”, cuenta Aldo Lema, economista urguayo del Grupo Security.

Junto con las fiestas de Navidad y Año Nuevo, la Noche de la Nostalgia se convierte en uno de los eventos que convoca más gente. Incluso se considera que supera a las fiestas de Año Nuevo, ya que en esa jornada suelen salir tanto mayores como jóvenes, casados y solteros, a recordar viejos tiempos.