Un alza en las proyecciones de formación bruta de capital fijo (FBCF) para los años 2026 y 2027 realizó el Banco Central en su Ipom del segundo semestre. Parte del análisis se fundamentó en un recuadro titulado Perspectivas de inversión en grandes proyectos.

Según el texto, la evidencia arroja que existe “una alta probabilidad de que los mayores montos de inversión en grandes proyectos previstos en el catastro de la Corporación de Bienes de Capital (CBC) se materialicen en la FBCF”.

En su análisis apuntó que los proyectos, “principalmente mineros y energéticos —que responden en buena medida a factores estructurales de largo plazo— contribuyen a aumentar la proyección de la FBCF en el escenario central de este IPoM, a través de una expansión adicional de la inversión minera y una recuperación del componente no minero".

El estudio apunta a que históricamente la inversión contenida en el catastro de la CBC “representa entre un 20 y 25% de la FBCF, y muestra una alta correlación con la evolución anual de esta última”.

El último catastro de la CBC, correspondiente al primer trimestre de 2025, registró una estimación de inversión de US$63 mil millones para el quinquenio 2024-28. “Esto representa un alza de US$10 mil millones respecto al levantamiento de fines de 2024. En términos porcentuales, este aumento —19%— supera significativamente (en tres desvíos estándar) el promedio histórico de revisiones entre el cuarto trimestre de un año y el primero del siguiente que fue de 2% entre 2002 y 2024″, explicó el BC.

Por otra parte, indicó que los proyectos en proceso de calificación ambiental que recoge el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) totalizan en torno a US$110 mil millones. Sin embargo, precisó que “en cuanto a la probabilidad de concreción, los proyectos que ingresan al catastro de la CBC suelen alcanzar fases terminales”.

“En minería y energía, por ejemplo, la proporción de proyectos finalizados alcanzó en torno al 90% de todos los ingresados desde 2015. Sin embargo, la proporción que aprueban la tramitación ambiental es menor, con tasas de aprobación de 67% y 62% en el sector minero y energético, respectivamente, entre 2011 y 2020. Finalmente, en la tramitación sectorial, la tasa de aprobación entre 2018 y 2022 para los permisos de mayor complejidad fue en torno a 60%”, detalló el BC.

En su análisis, sostuvo que los proyectos del sector minero se enfocan en la extensión de la vida útil de los yacimientos existentes, plantas desalinizadoras y servicios de mantención de faenas, por lo que “la mayor inversión contribuiría a reducir costos y mantener la capacidad de producción de la minería, por lo que esta última no se incrementaría en forma significativa”.

En tanto, en el sector energético “se observa un impulso creciente de proyectos de almacenamiento y transmisión de energía, lo que contrasta con perspectivas algo menores para la inversión en generación”.