Hace unos días, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) reveló el IPC correspondiente a mayo, el cual mostró una variación de 0,2%, cifra que se ubicó dentro de las expectativas del mercado.

En su reporte, el INE dijo que los precios fueron empujados por las divisiones Alimentos y bebidas no alcohólicas y Equipamiento del hogar.

Sin embargo, en su detalle estadístico hay algunos productos que llaman la atención por sus abruptas alzas o caídas, pero que no tienen demasiada incidencia en el dato de inflación mensual.

Uno de ellos son las joyas. El producto que se encuentra en la división Bienes y servicios diversos ha venido subiendo sistemáticamente y casi de manera ininterrumpida desde enero de 2023. En mayo el salto fue de 2,2%, pero en lo que va de 2025 el alza es de 12,6% y en 24 meses salta 24,9%.

Buena parte de este salto se explica por el igualmente fuerte salto que han tenido las principales materias primas para la elaboración de joyas.

El precio del oro, por ejemplo, acumula un salto de 30% en 12 meses, cuya curva se ha acentuado más en los dos últimos meses producto de la incertidumbre en torno a los aranceles recíprocos que anunció el presidente Donald Trump. De hecho, en este periodo alcanzó máximos históricos.

El platino, por su parte, tocó hace algunos días su precio máximo en cinco años y, según XTB, en la segunda semana de junio registró la mayor fluctuación semanal desde la crisis de la COVID-19.

Según ese mismo bróker, la demanda de los joyeros (especialmente en China), presionada por el alza del precio del oro, también impulsa el precio del platino, lo que genera tensiones en el mercado al contado.

La tasa de demanda del platino ha aumentado desde principios de 2025, alcanzando casi el 15% en la actualidad, su nivel más alto desde que se recopilan datos (2019).