Luis Vives, Cervecería Chile: "Claro que es un desafío y no es nada fácil competir con un actor tan poderoso como CCU"

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En los próximos meses la compañía inaugurará la ampliación de su planta, que le permitirá triplicar su capacidad de producción. Sobre la competencia con CCU descarta que haya guerra de precios, pero reconoce una dinámica bajista que, cree, ha sido impulsada por el retail.


Octubre es el mes clave para Cervecería Chile, el brazo local de AB Inbev. Ese mes, la compañía inaugurará la ampliación de su planta, proyecto en que invirtió US$100 millones y que le permitirá triplicar su capacidad de producción.

Así, la firma, propiedad del mayor grupo cervecero mundial, acercarse al dominador del mercado: CCU. Un desafío, explica el gerente general de Cervecería Chile, Luis Vives, que le motiva. Se trata, además, de una tarea a la que el grupo no está acostumbrado pues, al revés de lo que pasa en el resto de la región, acá son ellos el actor desafiante.

"Nosotros estamos en Chile desde 1991, tenemos 27 puntos de mercado acá, y lo que nos tiene más orgullosos y movilizados es esta inversión de US$100 millones para triplicar nuestra capacidad productiva. Además, seremos la primera cervecera de Chile en producir con energía renovable al 100%", señala Vives.

¿Cuáles son sus expectativas?

-Hoy tenemos una capacidad total de 1,1 millón de hectolitros, pero del total de nuestra venta más del 50% actual es importado. Además de marcas locales como Becker y Báltica, tenemos algunas internacionales como Cuzqueña, Budweiser, Stella Artois y Corona, y mucho de eso viene importado de EEUU, México o Perú. Con esto, vamos a tener un poco más de flexibilidad, triplicando la capacidad de producción nuestra.

¿La idea es reemplazar entonces todas las importaciones con producción nacional?

-No todas las marcas. De hecho, hoy mismo parte de Becker se importa de Estados Unidos, porque no nos alcanza la capacidad. Empezaremos a producir acá Becker, Cuzqueña, Budweiser, distintas marcas para ir logrando esa flexibilidad.

A nivel global, en el mercado artesanal AB Inbev tiene portafolios de marcas locales. ¿Piensan hacer lo mismo en Chile?

-Estamos evaluando permanentemente distintas alternativas en el negocio craft. Dentro de ese mercado, CCU ha comprado varias empresas, a lo cual se suma el desarrollo de empresas independientes. Siempre estamos evaluando esto.

¿Han mirado comprar cerveceras independientes?

-No descartamos poder hacerlo. Depende de lo que nosotros entendamos que el consumidor quiere y qué valor agregado nosotros podemos darle.

Una vez que el proyecto esté operativo, ¿crecerán en puntos de mercado? ¿Cuál es su meta?

-Yo creo que sí, nos permitirá ganar crecimiento de mercado porque nos dará mayor flexibilidad, mayor grado de opciones que hoy, al importar, estamos más limitados. Ahora, decir cuánto creceremos es aventurarnos un poco, porque el mercado chileno es un mercado donde nosotros somos los desafiantes, donde nos intentamos hacer un cierto espacio en un mercado que ha sido históricamente dominado por CCU. Entonces, la velocidad de crecimiento no depende tanto de nosotros.

Pero si uno mira AB Inbev, a nivel mundial tiene vocación de líder.

-Nosotros estamos en Chile desde 1991, nos consideramos, más allá de pertenecer a un grupo mundial, como Cervecería Chile. Entonces, el crecimiento o lo que pase en otros países tiene que ver con la historia de cómo se ha dado ese desarrollo de las distintas compañías en los distintos mercados. En Chile nosotros somos los desafiantes e intentamos hacernos un espacio, pero estamos lejos de quien domina históricamente el mercado que es CCU. Entonces, es una situación muy distinta a la que tiene el grupo.

¿Pero es un desafío acercarse?

-Claro que es un desafío y no es nada fácil competir con un grupo tan poderoso en Chile, donde tienes una supremacía grande y muy marcada entre lo que es CCU y Cervecería Chile. Pero eso es dinámico, divertido y nos gustan los desafíos.

Esta dinámica se ha potenciado post fusión AB Inbev-SABMiller. En este tiempo, el consumidor ha visto una fuerte competencia o guerra de precios…

-A nosotros no nos gusta y creo que no es bueno para nadie hablar de guerra de precios. No creo que haya una guerra de precios en Chile. Lo que sí vemos es una dinámica más marcada en algunos canales, especialmente en supermercados, pero no necesariamente potenciada por las compañías que compiten, sino también desde el retailer, que busca una promoción y que mira productos que son drivers de consumo y busca categorías que son muy elásticas, como cervezas, gaseosas u otras. Y dentro de eso, se ha visto impulsado ese nivel promocional, pero no lo atribuyo a la dinámica entre las compañías.

Eso ayuda a que el consumo crezca…

-Lo que ayuda a que el consumo crezca no es el efecto promocional, más allá de que eso sí tiene un efecto, sino que al consumidor le des una variedad más amplia en cuanto a segmento, calidad y opciones distintas. Eso desarrolla los mercados a nivel mundial, no que en un mercado con pocas variedades haya una guerra de precios sino que existan distintas propuestas.

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