¿Qué implica comenzar el desconfinamiento? ¿Qué miedos emergen en nosotras y nosotros en este momento? ¿A qué nos enfrentaremos? Preguntas como estas pueden comenzar a ser más frecuentes en la medida en que comenzamos el desconfinamiento, sin duda que, a diferencia de otros momentos, podemos estar expuestas y expuestos a diversas sensaciones, ansiedades y miedos frente a la cercanía con otras y otros.

El miedo al contagio, a la muerte, pero también a la sintomatología angustiante que podemos sentir y que trae consigo la interrogante “¿quizás tengo Covid?”.

Preferimos quizás, guardar silencio para no angustiar a algún miembro de nuestra familia e inclusive a nosotras y nosotros mismos. En ese sentido, el guardarse las sensaciones y no expresarlas o pensarlas con otros nos termina haciendo sentir más solos(as) en procesos donde necesitamos de instancias que permitan apoyarnos o sostenernos.

En ese sentido, el conversar con otros nos ayuda. Pero hemos estado tan expuestos a situaciones dolorosas, que en determinadas ocasiones decidimos seguir adelante y no mirar atrás, como si fuera una solución práctica la que termina finalmente enfrentándonos a una experiencia de muerte en soledad.

Sin duda, que gran parte de las situaciones que pasemos en periodos de desconfinamiento serán igual o más sobrecogedoras, ya que si hemos pasado por situaciones difíciles necesitaremos de otras y otros para sostenernos ante la incertidumbre y el cansancio que ha significado el encierro, los contagios y fallecimientos de nuestros cercanos.

Emociones que en un futuro seguirán siendo procesadas por nuestra mente a raíz del impacto de esta experiencia, pero por sobre todo porque tuvimos o sentimos que tuvimos que guardar silencio para seguir adelante, lo que termina por hacer de esta experiencia en un futuro, una vivencia difícil de procesar que podría llegar a traer nuevas sintomatologías en nosotras y nosotros.

*Psicoanalista y Docente Universidad Diego Portales.