Manifiesto de Sergio Bernabé Vargas, exfutbolista: "El Monumental era donde más me gustaba jugar"

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Foto: Juan Farías

En una nueva edición del Manifiesto de Reportajes, el exarquero de Universidad de Chile y hoy comentarista deportivo, Sergio "Superman" Vargas, habla sobre su vínculo con los azules y las últimas polémicas que protagonizó en la radio. También, opina sobre la gestión de Mauricio Macri y explica sus charlas motivacionales.


No me arrepiento de lo que dije sobre Gonzalo Jara. Cuando las cosas salen de adentro, uno no se puede arrepentir. Quizás "indigno" fue una palabra muy dura, a lo mejor estuve mal en exponerlo públicamente, pero fue porque me dolieron sus palabras. A la U yo la siento.

El Monumental era donde más me gustaba jugar. Me encantaba, porque tienes a la gente cerca, la presión ahí mismo. Y más me gustaba cuando teníamos la pelota, porque estaban calladitos. Nuestra gran cualidad fue jugar con personalidad, demostrar, hacer presencia. No nos escondíamos. Muchos de mis compañeros me decían que en la semana previa me volvía un hueón insoportable, porque gritaba más, reprochaba más, pero era la única manera de ganar.

Cuando la U quebró, tuve que administrar pobreza. El síndico nos exigió bajar el presupuesto del equipo a la mitad y no teníamos plata para cortar el césped, la bencina o incluso para marcar la cancha. Yo, que era gerente deportivo, pasé a ser administrador del Caracol Azul, jefe técnico de los cadetes y captador. Todos se acuerdan de que traje de DT a Capitano, pero fue una decisión de las cientas que tomé. Por eso, el día que me fui, me acosté y dormí tranquilo. Lo había dado todo.

Solucionamos todo con Felipe Bianchi después del programa. No pasa nada, lo entendimos los dos, tenemos una muy buena relación. Fue una cosa del momento… me había tratado de cobarde, tenía que reaccionar, ¿entendés? Jajaja. Cuando uno dice algo fuerte o "polémico" resalta eso, pero estoy mucho más moderado. Tengo pasión, pero el 90% de mis intervenciones son más de analizar.

Todos teníamos mayor esperanza de lo que pudiera hacer Macri en Argentina. Tomó decisiones equivocadas, pero igual se necesitaba un cambio. Viajo para allá siempre y el país es un desastre: está tomado por los sindicalistas, la corrupción está en todos los niveles y tiene un hoyo fiscal grande. Es cíclico, estamos en crisis cada cinco años. Aún le tengo fe a Macri, pero menos que antes.

Las feministas han exagerado en algunos aspectos. Me parece bien su lucha, que ganen su espacio, porque la historia marca que hemos vivido en un mundo machista. Pero ponerse en el otro extremo, cuando empezás a estar por encima de los derechos de las otras personas, tampoco es bueno. Los extremismos no te suman, tiene que haber un equilibrio.

Quería que Chile ganara la Copa América en 2015. Me he hecho hincha de Chile, sé el trabajo que han realizado los chicos de la Generación Dorada. Y me alegré, sobre todo por mi hijo más chico, que es chileno, por mis sobrinos. Para la segunda, Argentina la necesitaba… Hace años que no ha ganado nada y el pueblo argentino la estaba pasando muy mal. Messi también lo merecía.

La primera vez que di una charla motivacional entré con tremendo cagazo. Estaba más nervioso que el día que debuté en primera, tenía miedo de hablar una hora. Ahora está todo bien, son charlas con empresas donde hablo de liderazgo y trabajo en equipo a partir de mi experiencia futbolística. Es muy lindo repasar todos esos momentos, de lograr los objetivos, triunfos, fracasos. Sale muy entretenido.

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