La historia olvida al alcohol. Es conocido que George Washington tenía dientes de madera, pero pocos dicen que esto era tan notorio porque el vino había manchado sus incisivos. El alcoholismo de Boris Yeltsin es un detalle folclórico en los libros y, en Chile, nos cuentan de la chulpilca del diablo en la toma del Morro de Arica como una leyenda (quizá lo es, pero con eso se calla la importancia del aguardiente en la Guerra del Pacífico). En la serie Drunk History (transmitida en Estados Unidos por Comedy Central), el alcohol se toma la revancha de este olvido.

Todo partió como un video que viralizó el sitio Funny or Die, que se transformó en una serie web y de ahí saltó a la televisión. La premisa es la siguiente: se emborracha a un comediante y se le pide relatar un suceso  histórico, como el escándalo de Watergate o el asesinato de Lincoln. Mientras se escucha el relato en off, la embriagada versión es puesta en escena por actores como Jack Black, Michael Cera y Winona Ryder. El resultado es una narración extrañamente precisa y, al mismo tiempo, cómica, que obliga a pensar en que la historia debería hacer justicia a la importancia del licor en nuestras vidas.

“Drunk History”.