La ruta del mote con huesillos

El postre nacional por excelencia, original, curioso para el de fuera, tiene su momento estelar por estos días. Acá, una guía con cuatro versiones de lo que es la esencia del verano.




El rey que sigue

En la esquina de Rondizzoni con Mirador, El Rey del Mote con Huesillos sigue siendo un punto de referencia. Puede ser para servir, en los icónicos vasos de vidrio a rayitas, o en recipientes plásticos que parecen no tener fondo. Sigue en primera línea porque sus granos de trigo son blandos, el huesillo con cuesco le aporta esa necesaria originalidad y su sabor es dulce, pero no exagera, resaltando su frescura. Precio: desde $ 900 el chico, a $ 2.200 el "milenio".

Rondizzoni 2399, esquina Mirador, Santiago Centro.

Gourmet

En Il Maestrale suelen hacer helados de cualquier cosa que se les cruce. Incluso de pescados o mariscos, cuando se topan con algún chef excéntrico. Pero en este caso le dan una sabrosa y elegante vuelta de tuerca al postre nacional, ofreciendo una versión de un helado de huesillos de textura delicada y un dulzor penetrante, pero como el de cualquier otro helado. ¿El mote? Se le echa encima a modo de adorno, completando lo necesario para conservar la tradición, bajo otra lectura gourmet. Precio: $ 1.800 y $ 3.000.

Patio Bellavista, Constitución 50, Providencia. Tel. 22498361

En la punta del cerro

Subir el cerro, ojalá a pie, y de esa forma ganarse el cielo con un refrescante vaso. Pero de acuerdo a la prueba efectuada, sólo el que sirve doña Tegualda Cerda, justo en el mirador principal de la cumbre, al costado oriente, vale la pena. Dos huesillos generosos, tan claros como el jugo que es más almíbar que chancaca —eso que le da color, cuando es natural—, aportan un dulzor que no empalaga, haciendo buen juego con un mote también claro y blando. Precio: $ 1.000.

Cumbre del cerro San Cristóbal. Tel. 27352823

Por los palos

Justo frente al acceso poniente del Club Hípico de Santiago, El Mote Chileno tiene varios años desarrollando un peculiar estilo del producto. Sus granos son firmes y el jugo bien dulce y oscuro, casi untuoso. Es de los que usan huesillo sin carozo —bien blando— y en general el sabor es agradable. Aunque para quienes buscan una sensación menos azucarada o mayor ligereza tienen una especial versión con endulzante. Precio: desde $ 600 a $ 1.600 servido en vaso de vidrio. Hay para llevar.

Molina 765, Santiago Centro.

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