Sustentabilidad

Compostaje y consumo responsable: claves para una economía circular

"Separar, compostar y reutilizar no son solo consignas, son pasos concretos hacia un modelo de vida más sustentable. Cuidar el planeta comienza en casa, pero se multiplica cuando lo hacemos en comunidad", dice Francisca Leiva, gerente de sostenibilidad de Casaideas. Thai Liang Lim

En medio de la urgencia climática y la creciente preocupación por la gestión de los residuos, es clave recordar que no siempre se requieren grandes transformaciones para marcar la diferencia. Muchas veces, son las acciones simples y cotidianas las que logran un cambio profundo y duradero.

Separar los residuos desde el origen es un ejemplo concreto. En Chile, cerca del 58% de la basura domiciliaria corresponde a residuos orgánicos, principalmente restos de frutas, verduras y alimentos, de acuerdo con cifras del Ministerio del Medio Ambiente. Si estos desechos fueran gestionados de manera adecuada a través del compostaje, no solo disminuiríamos la cantidad de basura que termina en rellenos sanitarios, sino que además podríamos generar compost, reducir gases contaminantes y avanzar hacia una economía más circular.

Otra dimensión fundamental es la prevención del desperdicio de alimentos. La Estrategia Nacional para la Prevención y Reducción de Pérdidas y Desperdicio de Alimentos, liderada por el propio ministerio, apunta justamente a este desafío. Planificar mejor nuestras compras, aprovechar las sobras y clasificar los residuos son prácticas sencillas que reducen el volumen de desechos orgánicos y contribuyen al bienestar del medioambiente.

Separar, compostar y reutilizar no son solo consignas, son pasos concretos hacia un modelo de vida más sustentable. Cuidar el planeta comienza en casa, pero se multiplica cuando lo hacemos en comunidad. El desafío es asumir que cada decisión importa y que la sostenibilidad no es un ideal lejano, sino una responsabilidad compartida y al alcance de todos.

En definitiva, la sostenibilidad no se construye con grandes discursos, sino con hábitos que repetimos día a día. Cada bolsa de basura menos, cada alimento aprovechado y cada kilo de compost generado es una señal de que es posible avanzar hacia un futuro más limpio y responsable. Lo que hagamos hoy será el legado que dejemos a las próximas generaciones.

Por Francisca Leiva, gerente de sostenibilidad de Casaideas

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