Por Bárbara PezoaPatrick Phelan: “Algunas empresas aún se centran en que para hacer feliz a las personas necesitan pizza gratis y mesas de ping-pong”
El representante global de la firma británica The Happiness Index estuvo en el país para presentar los resultados del Primer Índice de Felicidad y Bienestar Laboral: un estudio desarrollado junto a Pluxee Chile en el que participaron más de 5.000 colaboradores y que mide no sólo cuán comprometidos están con sus empresas, sino también cuán seguros y apoyados se sienten dentro de ellas. Aquí, comenta los resultados nacionales y asevera una de las claves para las organizaciones: “Se trata de complementar buenos beneficios con una conexión profunda con la organización”.
5.174 colaboradores de distintas industrias, regiones y rubros se abrieron a compartir cómo se sienten en sus trabajos en el Primer Índice de de Felicidad y Bienestar Laboral realizado en Chile: un sondeo realizado por Pluxee –firma multinacional dedicada al desarrollo de beneficios e incentivos para los trabajadores de distintas organizaciones– junto a la empresa británica The Happiness Index (THI), que busca construir una radiografía acerca de cuán saludable está nuestra cultura organizacional.
En términos generales, Chile obtuvo un índice de 7.8 en felicidad y bienestar laboral, una cifra idéntica al promedio global de este estudio. Además, uno de cada dos encuestados recomendaría su empresa como un buen lugar para trabajar. Otra cifra muy interesante es que los colaboradores mayores de 50 años y quienes trabajan en jornada híbrida o 100% remota son quienes se manifiestan más felices y comprometidos con su trabajo.
A diferencia de otras encuestas que miden clima laboral, satisfacción y compromiso con el propósito de la organización, el Índice de Felicidad y Bienestar Laboral de Pluxee Chile y THI ocupa como base preguntas basadas en la neurociencia, “porque añade una nueva dimensión a la comprensión acerca de cómo piensan y sienten las personas”, explica Patrick Phelan, experto en felicidad laboral y representante global de The Happiness Index, quien estuvo en Chile para analizar los datos obtenidos a nivel nacional.
“También ocupamos los métodos de medición tradicionales, pero incorporar la neurociencia es añadir una nueva perspectiva. Es como ponerse unos anteojos que nos hacen ver las cosas de otra manera para poder comprender: ¿Estamos satisfaciendo las necesidades racionales de nuestros empleados? ¿Estamos satisfaciendo sus necesidades emocionales, instintivas o reflexivas? Esto permite comprender a las personas de una forma más rica y profunda”, explica Phelan a La Tercera.

“Una vez que se tienen esos datos se obtiene el poder y el valor interno para realizar cambios”, dice el ejecutivo británico. “Eso es un factor diferenciador clave”.
Otro factor que diferencia a este estudio es que no sólo se queda en medir el compromiso de los trabajadores, “que suele ser lo que el empleador busca en la cultura organizacional. Al combinar la medición de compromiso y felicidad llegamos a las motivaciones emocionales, lo que los impulsa. Una vez que se entiende eso, se pueden tomar mejores decisiones que impactan positivamente en los resultados de las empresas”, asevera Patrick Phelan.
El desafío chileno: fortalecer el compromiso
Si bien Chile tiene cifras macro similares a las del resto de los países estudiados, al desmenuzar los resultados locales se ven ciertas particularidades. Los colaboradores nacionales declaran sentirse altamente seguros y libres en el trabajo, es decir, con la autonomía suficiente para poder demostrar sus capacidades. Ambas emociones son predictoras de un buen nivel de compromiso con la organización.
Hay varios factores que podrían explicar este resultado, dice el representante global de The Happiness Index. Entre ellos, la flexibilidad laboral que instauró la pandemia y su cambio de paradigma respecto del trabajo presencial y remoto.
“Obviamente, esto cambió la forma en que todos trabajaban y cómo los líderes de todo el mundo tuvieron que adaptar su liderazgo. Lo que observamos ahora, y los resultados lo demuestran, es que las personas que trabajan desde casa o con un modelo híbrido experimentan una mayor sensación de autonomía y seguridad en su entorno laboral físico, en comparación con quienes trabajan en la oficina a tiempo completo. La pandemia impulsó este cambio”, afirma Phelan.

El trabajo remoto e híbrido, eso sí, ha supuesto nuevos desafíos para la colaboración, que es una palabra clave en el universo de la felicidad y bienestar laboral, agrega el especialista:
“Desde una perspectiva puramente humana, sentirse seguro en el entorno es fundamental. Una vez que uno se siente seguro, puede empezar a construir sobre esa base y prosperar. Entonces, que la seguridad sea un indicador muy positivo para Chile es realmente alentador. Una vez que la tenemos, podemos empezar a trabajar en otros aspectos, no solo en la supervivencia, sino también en el desarrollo personal y aprovechar todas las oportunidades que nos rodean”.
Un segundo aspecto que llama la atención es que a mayor edad del trabajador, mayor felicidad declara con su trabajo. “En la mayoría de los casos, a mayor edad y mayor jerarquía se está más cerca de la comunicación interna de la organización, lo que implica estar al tanto de su rumbo y tener mayor claridad sobre la dirección del negocio. Esta ventaja brinda mayor tranquilidad. En cambio, una persona joven puede sentirse más insegura sobre el futuro de la empresa”, ejemplifica Patrick Phelan.
Si bien es cierto Chile tiene muy buenos resultados en estas áreas, hay otras en las que la cultura organizacional necesita trabajar: estas son las relaciones interpersonales y el sentido de propósito, lo que, dice Patrick Phelan, es un llamado a las empresas “a fomentar conexiones más dinámicas, y a pensar cómo podemos llevar la base al siguiente nivel para fomentar una mayor colaboración y motivar aún más a los empleados. Una vez que se logra esto, se puede llevar el negocio hacia una dirección completamente nueva para ser aún más efectivo”.
–¿Cómo se puede lograr esta colaboración cuando se trabaja desde casa, por ejemplo?
–Se puede fortaleciendo los lazos entre compañeros que trabajan tanto en la oficina como en casa. Obviamente hay que tener un enfoque diferente para cada modalidad, pero se trata de encontrar maneras que funcionen y tengan buena acogida, de que las organizaciones comprendan en primer lugar cómo sienten y piensan sus colaboradores, y si detectan algún problema en relación con la colaboración, deben determinar qué impulsará dicha colaboración dentro de la organización y crear oportunidades para que se fortalezcan las conexiones.
–El compromiso de los empleados en Chile está por debajo del promedio mundial, sobre todo en lo que respecta a contribuir al éxito de la organización. ¿Qué rol juega aquí el liderazgo?
–Creo que la clave es seguir escuchando a las personas. Si eres una organización y tienes datos sobre cómo piensan y sienten tus empleados es fantástico, pero si no los utilizas ni les das seguimiento, es prácticamente una oportunidad perdida. Se trata de tomar los datos, escuchar atentamente, comunicar qué se puede cambiar y qué no, porque cuando la gente comparte su opinión, no espera que el mundo cambie. Simplemente quiere saber que se le ha escuchado, qué se puede cambiar y qué no, y por qué.
Mostrar para creer
Para Patrick Phelan, Chile tiene un camino muy amplio de oportunidades para aprovechar. “Cuantas más oportunidades haya para que las personas compartan sus experiencias, mayor será el efecto multiplicador. Las empresas, a partir de esos datos, comenzarán a realizar cambios positivos, lo que impulsará un mejor desempeño del negocio”, asegura.

“Una vez que las personas ven los datos, en algunos casos, comprenden su importancia y se dan cuenta de su poder. A veces se necesita mostrar algo para que la gente crea en ese algo, y contar con datos que respalden opiniones y puntos de vista realmente ayudará a que las organizaciones sigan recopilando opiniones y puntos de vista, combinándolos con estas prácticas”.
–A su juicio, ¿cuál es el mayor mito sobre la felicidad en el trabajo que debemos replantearnos?
–Es algo que ya no se ve tanto como antes, pero a veces algunas empresas se centran en que todo lo que necesitan para hacer feliz a las personas es pizza gratis y mesas de ping-pong. Y todas esas cosas son estupendas, pero si ese es el factor clave para la felicidad, la satisfacción que generan solo dura un tiempo. Por eso, si se complementan la pizza gratis y las mesas de ping-pong con un reconocimiento genuino y relaciones dinámicas, se logra un nivel de felicidad superior. Se trata de complementar beneficios fantásticos con una conexión estructural y profunda para impulsar el progreso de las organizaciones.
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