Presupuesto para Educación

SEÑOR DIRECTOR:
El Presupuesto 2026 para Educación genera una profunda preocupación. Tras corregir las cifras por inflación, concluimos que sacrifica la calidad de la enseñanza y las condiciones docentes, priorizando la educación superior a costa de los niveles iniciales.
La promesa de crecimiento es falsa. Los recursos para educación escolar exhiben una caída real de 2,1%, impulsada por la dramática reducción de $392,9 mil millones (-5,1%) en subvenciones escolares.
El impacto en los docentes es directo: la reducción de subvenciones no financia el aumento de cotizaciones por la reforma de pensiones, forzando a sostenedores a recortar personal, lo que exacerbará el agobio laboral. Además, se desfinancian programas de reactivación (tutorías, bienestar docente), eliminando apoyos esenciales y dejando la responsabilidad de cerrar brechas solo al docente de aula.
La principal víctima es la calidad de los aprendizajes. El gasto para educación parvularia cae 1,5% real, siendo más marcada la baja en jardines VTF (-6%), lo cual socava la equidad de la primera infancia. Asimismo, se reducen recursos a Liceos Bicentenario (pese a su buen desempeño) y en partidas esenciales como textos escolares (-$2,8 mil millones) y conectividad digital.
En el desarrollo docente, caen los bonos de incentivo al retiro, bloqueando la renovación de plantas, y el alza para carrera docente se modera a $66 mil millones (4,7%), inferior a la cifra oficial.
Este presupuesto es de reasignación. La calidad educativa de Chile no puede ser la variable de ajuste fiscal. Exigimos al Mineduc y al Congreso corregir urgentemente estas prioridades, destinando los recursos necesarios a las bases del sistema, para garantizar condiciones dignas a los docentes y el futuro de los estudiantes.
José Luis Velasco Guzmán
Presidente
Asociación de Educadores de Chile A.G.
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