Gustavo Santaolalla revisita su pasado musical: "Desandar el camino es una disciplina"

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El premiado compositor y productor prepara un recuento de su trayectoria desde sus inicios con la emblemática banda de rock argentino Arco Iris hasta su compilado Raconto.


A sus más de 65 años y tras la llegada de su primera nieta, Gustavo Santaolalla se sentí­a listo para lanzar apropiadamente su carrera como solista. Ya habí­a grabado discos por su cuenta, pero las circunstancias no le permitieron promoverlos y pasaron prácticamente al olvido.

"Generalmente todas las cosas que hago después no las miro ni las escucho más, paso a lo próximo y lo próximo", dijo el compositor y productor laureado con dos Oscar, un Globo de Oro, dos Grammy y 12 Latin Grammy en una entrevista reciente con The Associated Press.

"Sentí­ esa necesidad de rever un poco mi vida", señaló el músico.

"Era momento de hacer todo eso y de paso revalorizar lo anterior a esos disco", añadió en referencia a Santaolalla (1982), Gas (1995) y Ronroco (1998); el primero no lo pudo promover debido a la Guerra de las Malvinas; los otros dos porque su carrera como productor lo tení­a absorbido.

Su álbum recopilatorio Raconto, lanzado en Argentina el 2017 y en mayo de 2018 en México, es el resultado de esta revisión, con 18 canciones que incluyen "Quién es la chica", "Paraí­so sideral" y "Todo vale". Y poco después salió al ruedo con la gira musical "Desandando el camino".

En este espectáculo, que llega a México el 25 de septiembre al Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, hace un recuento de su trayectoria desde sus inicios con la emblemática banda de rock argentino Arco Iris.

"Desandar el camino es una especie de disciplina... desandar ese camino para poder realmente volver a reinterpretar o interpretar todo lo que ha sido tu vida y tu camino pero desde otro ángulo", dijo Santaolalla. "Tiene que ver con re-ver las cosas de otra manera. Es el momento de desaprender".

Algo que lo ha ayudado a abrir la conciencia para desandar el camino es la meditación, una disciplina que practica desde hace años, dijo el laureado músico, quien el dí­a de la entrevista llevaba como collar un rosario budista. Además regresó recientemente al vegetarianismo.

"Toda la carne que se puede comer un ser humano me la comí­, también jamones, embutidos y ahora estoy en otro trabajo que me requiere de alguna manera dejar de comer carne y me siento muy bien", dijo.

En cuanto a los cambios positivos que ha detectado en la actualidad a nivel social está el replanteamiento de la posición de las mujeres en todos los sectores, incluyendo la música, con movimientos como #MeToo y Time's Up.

"Después de años y años de haber soportado y comido montones de situaciones horribles", dijo Santaolalla, "lo veo como un avance muy grande para la humanidad. Ese avance le hace bien no solamente a la mujer, nos hace bien a nosotros los hombres también".

En México, Santaolalla se ha presentado varias veces con su banda Bajofondo, pero hacerlo con un proyecto enteramente personal lo tiene "excitado, conmovido".

"Este es un lugar con el cual yo tengo una conexión muy fuerte... porque fui parte de una movida que yo pienso marcó la cultura de este paí­s", dijo el productor de bandas como Maldita Vecindad, Caifanes y Café Tacvba, que definieron el rock mexicano en la década de 1990. "Aquel momento fue muy, muy importante para mí­".

Su conexión con los cineastas mexicanos también ha sido estrecha. Santaolalla realizó la banda sonora de Babel de Alejandro González Iñárritu, que le mereció el Oscar a la mejor música original en 2007, apenas un año después de haberlo ganado por Brokeback Mountain (Secreto en la montaña). Y ahora trabaja con Guillermo del Toro en la adaptación de El laberinto del fauno a teatro musical.

"Ahora hemos culminado una faceta del proyecto que es súper importante que es escribir las canciones que hacen toda la historia y ahora Guillermo entra en el proceso de buscar al director. Vamos a ver cuánto tarda", dijo el músico, quien además está trabajando en el que será el próximo álbum de Bajofondo.

En marzo, el compositor sumó a su larga lista de reconocimientos el de profesor honorario de la Universidad de Buenos Aires, pese a lo que dijo fue "una formación totalmente intuitiva y autodidacta".

"Que exista un reconocimiento de ese tipo me reconforta mucho y también de alguna manera me obliga a seguir pensado en la importancia de los jóvenes y en la importancia de poder compartir lo poco que sepa yo", señaló Santaolalla. "Hay otro tipo de escuelas, definitivamente".

https://www.youtube.com/watch?v=UKOrgPkQqwA

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