El inédito protocolo que prepara el cine y la TV local para volver a los rodajes

Daniela Vega en la producción La Jauría.

Impedidos de salir a terreno por el Covid-19, la industria audiovisual elabora un manual para retomar el trabajo en julio. En otros países se prohibieron las escenas de besos. Aquí la inquietud está en, por ejemplo, las que tengan a adultos mayores.


Maquillaje, peluquería, vestuario, transporte, departamento de arte. Todos son términos asociados al rodaje de producciones audiovisuales, los mismos que durante el último mes y medio quedaron momentáneamente en desuso en el país y en el mundo, desde que la pandemia obligó a cancelar todas las filmaciones.

La emergencia le pegó a títulos de todo tipo, desde la primera Batman con Robert Pattinson a las nuevas secuelas de Misión Imposible; y en el caso de Chile, a la segunda temporada de la serie de HBO Los Espookys, en mitad de su rodaje cuando la crisis se agudizó en marzo, además de la serie biográfica de Movistar sobre Los Prisioneros y el segundo ciclo de La jauría, que desplazó sus grabaciones para inicio del segundo semestre.

El segundo ciclo de Los Espookys suspendió su rodaje.

Aunque en Hollywood el escenario de un eventual regreso sigue siendo incierto, hay países donde empiezan a aparecer señales. Eso sí, implementando exhaustivos protocolos, con el fin de minimizar los riesgos de contagios en los equipos. Apuntando a la cautela, España o Colombia ya piensan en una vuelta a los sets bajo estas inéditas circunstancias, mientras que Dinamarca y Suecia ya concretaron su regreso.

En Chile, el primer protocolo llegó desde el mundo de la publicidad: bajo el título “Medidas de prevención Covid-19 en una producción”, la asociación gremial Unión describe puntos para evitar contagios. En el documento se sugiere el uso de mascarillas durante todo el rodaje, aplicación de alcohol gel, la presencia de personal de limpieza capacitado para conservar los espacios desinfectados y delimitar el piso marcando “distancias mínimas en espacios comunes”, al menos un metro entre cada persona. Además, se solicita que las grabaciones se desarrollen “únicamente en estudios, locaciones y espacios que se pueda controlar su ventilación y mantener aireados para tener completo control de su desinfección y mantenimiento”.

Ajustándose a esas medidas, paulatinamente la actividad se ha reanudado. “Hasta ahora hemos rodado cosas muy pequeñas y no en las condiciones habituales, en casas cada uno grabándose, por ejemplo”, comenta Martín Duplaquet, de la productora Funky Films, parte de Unión. “Estamos avanzando en proyectos y la idea es partir de a poco poniendo en práctica los protocolos, aprendiendo de estos y adaptándonos”, añade Duplaquet, que además hace ficción y mudó de marzo a septiembre el rodaje de la película El Fantasma, que dirige junto a un elenco con Willy Semler y Cristián Campos.

Qué ocurrirá con las escenas de alto contacto físico o con aquellas que transcurren en comunas en periodos de cuarentena, son preguntas que el mundo de las películas y series se continúa haciendo, mientras alista para el próximo mes su propio protocolo. “Tenemos un tiempo prudente para hacer toda la investigación y llegar a un muy buen protocolo que proteja a todas las personas, que es lo más relevante. Imagina te toca trabajar con actores de mayor edad y niños que podrían llegar a contagiar a esos actores, todo eso tiene que estar muy chequeado, sin posibilidad de error”, dice Sebastián Freund, presidente de la APCT (Asociación de Productores de Cine y TV), que desarrolla su propio documento en coordinación con la Asociación de Productores de Servicio (APSP) y la Unión.

El fin es garantizar “la seguridad para todo el mundo, para los actores, para los técnicos, y de acuerdo a eso, rodar. Si no, no aguanta. Ya no se van a suspender (los proyectos), sino que se van a caer. Y eso es lo que no nos podernos permitir”, agrega. Tomando estas nuevas medidas, el calendario que se planifica es que en julio Parox rodará una serie, Invercine&Wood tiene otra fijada para agosto y el propio Freund, con su productora Rizoma, grabará un filme de comedia en septiembre.

Aunque todavía queda para calcular cómo impactarán estas nuevas medidas -también está considerado tomar la temperatura a cada integrante de la producción diariamente-, se da por descontado que esto encarecerá los presupuestos. “Como hay que evitar juntar mucha gente, es probable que los rodajes se vuelvan un poco más lentos, menos eficientes y más largos”, señala Sergio Gándara, de Parox. “Al filmar, antes había 60 personas, ahora va a haber 20”.

Al mismo tiempo, países como Colombia prohibieron las escenas que requieran de extras, besos y brazos. “Ha salido en la conversación, pero depende del tipo de producción, quizás en una teleserie puedes abordar eso con algún tipo de inteligencia, pero la referencia original de la afectividad humana es el contacto físico, es inevitable”, apunta Gándara.

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