Babasónicos: “Los conciertos por streaming son la gran mentira del rock and roll”

El quinteto se reúne a la distancia en Suficiente, un nuevo disco que difícilmente mostrarán en vivo en el corto plazo. Ante un futuro incierto que no contempla shows virtuales ni festejos de su aniversario 30, los eternos rupturistas del rock argentino explican a Culto por qué prefieren seguir mirando hacia adelante.


Los últimos tres meses en la carrera de Babasónicos serán un buen material de archivo para aquellos investigadores del futuro que intenten comprender este caótico 2020.

Luego de que el 15 de marzo presentaran sus éxitos ante 40 mil personas en una atípica edición del festival mexicano Vive Latino, con la pandemia ya declarada en el mundo, Adrián Dárgelos y compañía apuraron los trámites para intentar subirse a un avión, lograron volver a su país con las fronteras ya cerradas y se vieron las caras por última vez en el aeropuerto antes de iniciar una cuarentena obligada en sus respectivas casas, desde donde terminaron su nuevo disco.

“Hace mucho que no nos separábamos tanto tiempo y creo que es bueno. La verdad es que en casi 30 años de trayectoria nunca habíamos tenido tres meses de vacaciones”, cuenta Diego Tuñón, tecladista del quinteto argentino que la semana pasada lanzó Suficiente, un EP con una jeringa en su carátula, cuatro canciones que probablemente no tocarán en vivo en mucho tiempo y un nuevo hit en Oportunidad, que recuerda a sus grandes discos de mediados de los 90. Pero si hay algo que preocupa a Babasónicos, tal vez más que el Covid-19 o quedarse varados en otro país, es que los traten de repetitivos o nostálgicos.

“Puede ser que la instrumentación y la oscuridad tengan que ver con algo del pasado, pero nosotros siempre miramos hacia adelante”, aclara Tuñón. “Al menos yo nunca recaigo en los discos anteriores. Tengo el recuerdo maravilloso de haber hecho Babasónica (1997) o Dopádromo (1996), que me parecen discos muy valientes y muy autodestructivos de una carrera (ríe). Más que músicos, creo que Babasónicos es un conjunto de grandes escuchadores de música, de fans del rock y de la historia del pop sobre todo, de los 60 y los 50. Nos fuimos conociendo coleccionando discos. Finalmente, hay tanta música tan horrible que creo que ahí tomamos la decisión de hacerla nosotros.

-Y en el caso de ustedes, que tienen un pie en el pasado y...

-Nunca un pie en el pasado, eh. Para nada. Dije siempre mirando hacia adelante, nunca para atrás. Porque a veces sale un titular de eso y teniendo tanto pasado pareciera que no tenemos futuro. Pero la verdad es que gozamos de una salud y de unas ganas como banda que creo que pocas han llegado a tantos años así, todos opinando, todos teniendo tanta importancia como cualquier otro. Pero creo que solo miramos hacia el futuro.

-¿Y cómo se enfrenta el futuro en estas circunstancias, cuando el panorama es tan incierto?

-Mira, yo creo que en este momento no se sabe qué sentido tiene producir. Europa está abriendo sus puertas, pero no aparece ni un puto show. Y, básicamente, Babasónicos es en vivo. Si bien hemos pasado por todos los formatos existentes, la estructura y la experiencia de vida tienen que ver con el vivo. No sé, hay mucha incertidumbre, pero creo que nos ganamos el derecho de generar música, de ser todo lo libre que queramos ser y pienso que todos vamos a ir construyendo de a poco el futuro con lo que nos quede. ¿Vos considerás que va a ser posible hacer un evento multitudinario?

-Muy difícilmente en el corto plazo. No sé si ustedes ya han considerado la opción de hacer conciertos tipo autocine o por streaming.

-Esa es la gran mentira del rock and roll, los conciertos por streaming. Los Rolling Stones diciendo que están en vivo, otra vez mintiendo. Menos mal que Charlie Watts mostró que estaba tocando en el aire. Mira, hicimos una propuesta en el Quilmes Rock sobre todo para que la gente que trabaja con nosotros pueda cobrar dinero, pero decidimos no hacer la mentira de que cada uno estaba tocando en su casa. No es algo que esté descartado, pero no nos hemos juntado desde que nos separamos en el aeropuerto, charlamos un par de veces e intentamos creer que el mundo va a abrir pronto.

-¿O sea toda esta tendencia de shows virtuales que han salido en el último tiempo le parece medio mentirosa?

-Es mentira. No existe la posibilidad de que toque alguien desde su casa. No existe sincronizarte desde lejos. No te digo que voy a descartar la posibilidad de generar algo, pero tal vez cuando estemos todos juntos en un lugar, o haciendo una música disociada.

-¿Cree que la música podrá salir fortalecida de alguna manera después de todo esto?

-Es una pregunta difícil de responder. Yo consideraría que lo único que haría salir más fortalecidos a los artistas es que las empresas de streaming dejen de estafar a los músicos como han hecho las compañías durante toda la vida. Que un día hagan un mea culpa y digan “uy, me están regalando todo mi contenido y yo les estoy pagando un porcentaje ínfimo sobre lo que es”. Si el capitalismo hace un mea culpa sería lo único que fortalecería y ayudaría a los artistas, lo demás es todo basura.

-En 2021 cumplen 30 años tocando juntos, aunque intuyo que no está en sus planes una celebración de ese aniversario.

-No me interesan para nada. La matemática solo me gusta en las cuentas bancarias. Los años suceden, nadie los puede negar, pero no considero que haya por qué informarlos o festejarlos.

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