Frontera, el filme sobre el lonko que quiso dialogar

Curinao es lonko de la comunidad Huallaco Minao.

El documental de Paola Castillo que hoy se estrena en el Festival de Valdivia retrata el caso de Juan Carlos Curinao, quien sufrió el incendio de sus dos casas en la localidad de Ercilla.


Los cambios de tono de las cuatro estaciones aún se pueden percibir en Ercilla, la localidad de la Novena Región donde la documentalista Paola Castillo (50) ambienta su documental Frontera. Son los clásicos colores de invierno, primavera, verano y otoño cada vez más ausentes en la capital y también los matices de la naturaleza a los que se enfrenta Juan Carlos Curinao, un lonko que hace una década decidió comenzar a dialogar con las autoridades a través de la llamada Área de Desarrollo Indígena (ADI).

Aquella decisión desembocó, entre otras cosas, en desconfianza entre los suyos y en el incendio de sus dos casas por parte de un grupo mapuche que desaprobó su postura. Se podría decir que el mundo en blanco y negro de la radicalización política no tiene mucho que ver con la frondosa naturaleza que rodea la casa de los Curinao y que su ánimo de conversaciones no comulga con el de varios de sus propios hermanos en la defensa de su comunidad. Tampoco, para ser honestos, tienen demasiado en común los carabineros que protegen su morada con el ritmo interior de un hogar donde la yerba mate, los animales de granja y los duraznos silvestres son el paisaje. Es la realidad en la frontera, título del documental.

El lonko Juan Carlos Curinao bajo uno de sus árboles en una escena de la película Frontera, de Paola Castillo.

La película se estrena hoy a las 18.30 horas y se repite este martes 13 de octubre a las 16.00 horas en el sitio web del 27° Festival de Cine de Valdivia (ficvaldivia.cl) en su Competencia Chilena. Se trata de funciones gratis, pero los cupos son limitados a 500 por cada ocasión.

Productora de filmes como El salvavidas o Allende, mi abuelo Allende, Paola Castillo es una de las principales gestoras del circuito Miradoc, el canal por el que se estrena la mayoría de los documentales chilenos. Pero además su trayectoria como directora tiene casi 20 años, con al menos dos filmes que indagan en diversas circunstancias de los pueblos originarios: La última huella (2001), sobre los sobrevivientes yaganes, y Genoveva (2014), acerca de una antepasada mapuche.

Frontera nació en el rodaje de esta última (Juan Carlos Curinao estaba en un segmento del filme) y aunque se aleja de los discursos y privilegia una mirada impresionista de la vida diaria de Curinao y su familia, no deja de ser la historia de un personaje ubicado en un lugar incómodo e ingrato: el de alguien que elige acercarse a quienes por años han sido vistos como enemigos por su propio pueblo.

Es más, gracias a la ayuda del gobierno, Curinao logró construir una nueva vivienda.

¿Qué le atrajo de la historia?

Nos llamó la atención la forma dialogante que tenía de relacionarse con el mundo de las forestales y, en general, con el mundo de los chilenos del sector. Esa forma de ser le había traído más de una crítica de su comunidad. Nos pareció interesante descubrir el mundo interior de un personaje así, mostrar su perspectiva y tensar relaciones. Aun así, hay que decir que el terreno donde él vive fue recuperado después de muchos años de lucha.

¿Cree que la película será bien entendida en el contexto actual del conflicto mapuche?

Ojalá lo sea. Ojalá se la comprenda como la forma en que otros mapuches buscan abordar el conflicto. El camino que el lonko escogió no es muy popular, por decirlo de alguna manera, y por eso las consecuencias no sólo recayeron en él, sino que también en su entorno. Es una historia que merece la pena ser contada a la hora de discutir sobre un tema muy complejo. Creo que tenemos conceptos algo rígidos y estereotipados sobre lo que pasa en la zona y hay que complementar con varias miradas. Por lo demás, él mantiene una posición firme en el sentido del reconocimiento a la autonomía del pueblo mapuche. Es a lo que él siempre ha aspirado.

La película de Paola Castillo es uno de los dos documentales que se muestran hoy en la competencia local de Valdivia. El otro es Cantos de represión, cinta de Estephan Wagner y Marianne Hougen-Moraga que indaga en la vida de Colonia Dignidad post-Paul Schäfer. El trabajo tomó cuatro años de investigación y entrevistas, con testimonios de lugareños, algunos avergonzados del pasado infame de Villa Baviera, pero varios aún absortos en una ceguera que les permite lidiar con lo que se ha descubierto con el paso de los años. La película viene de ganar el prestigioso Festival de Documentales de Copenhague 2020 y se da en streaming hoy a las 16.00 horas y el martes 13 a las 18.30.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.