Productor de We are the World: “Michael Jackson estaba en el baño acurrucado en un rincón. Se sintió muy intimidado”

En 1985, destacados cantantes, entre ellos Bob Dylan, Lionel Richie y Michael Jackson, colaboraron en “USA for Africa”, iniciativa que buscaba reunir fondos para combatir el hambre y la pobreza en África. Ken Kragen, el ideólogo del proyecto, conversó con Mirror y reveló algunos detalles que estuvieron ocultos por décadas, hasta ahora.


El objetivo se cumplió y hubo una gran repercusión. Durante los primeros días del lanzamiento de “We are the world”, se vendieron 800.000 copias. Fue premiada por los Grammy Awards como Mejor Canción y Álbum del año. Se recaudaron alrededor de 147 millones de dólares, y la grabación pasó a la historia como un símbolo de las buenas causas.

El proyecto contó con el apoyo de Columbia Records y la participación de 45 artistas, de los cuales algunos tuvieron fragmentos en solitario, entre ellos destacan, Ray Charles, Lionel Richie, Diana Rossm Michael Jackson, Tina Turner, Billy Joel, Stevie Wonder, Cyndi Lauper, Bob Dylan y Bruce Springteen. Además de una decena de coristas y músicos.

A pesar del éxito, hubo ciertos conflictos que quedaron ocultos durante varias décadas. La historia comenzó cuando Harry Belafonte, músico y activista, se contactó con el productor Ken Kragen para que hicieran algo con el fin de ayudar a la comunidad africana. Finalmente, ese “algo” se concretó en lo que sería el proyecto humanitario más grande de la historia.

El mismo Kragen, quien después obtuvo la medalla de la paz, reveló para The Mirror parte del trabajo que lo mantuvo ocupado durante 28 días. “Nunca pretendimos tener 45 artistas allí. Eso en sí fue un gran desafío”, comentó. Los encargados de la letra fueron Lionel Richie y Michael Jackson, mientras que la música fue creada por Quincy Jones.

El productor era consciente de la repercusión que generaría la participación de grandes artistas, así que cuando Bruce Springsteen confirmó su participación, supo que otros también se sumarían, y así fue.

Desde que Springsteen se integró a la iniciativa, se transformó en un líder innato. De hecho gracias a él, se impidió que una banda de alto renombre -a la que Ken prefirió no referirse- abandonara el proyecto a un día de grabar en los A&M Studios en Los Ángeles.

“Bruce le dijo a la banda: ‘No vine aquí para irme. Vine aquí para salvar vidas, vine para alimentar a la gente. Yo voy a estar ahí”, sus palabras funcionaron. “Al día siguiente, todos estaban ahí”, recordó Kragen.

Hubo un artista que ni el mismísimo Bruce Springsteen pudo retener: Prince. El cantante, acostumbrado a grabar solo, no logró manejar el estrés de cantar alrededor de tantas personas, así que Ken lo entendió, aunque agregó: “Fue una pena que no se presentara”.

Bob Dylan fue otro músico que enfrentó problemas al momento de grabar, y terminó cantando pese al pánico escénico que sufrió, cosa que no pasó desapercibida. A pesar de que Ken se considera su admirador, confesó: “Cuando tuvo que grabar su parte de la canción, simplemente no sonaba como Bob”.

Michael Jackson también tuvo un arranque de timidez. Cuando Kragen organizó la fotografía para la portada de la canción, se dio cuenta de que faltaba el Rey del pop.

“Fui a buscarlo por todo el estudio hasta que lo encontré en el baño, acurrucado en un rincón. Se había sentido muy intimidado porque nunca había grabado con todas estas superestrellas”, dijo el productor, quien tuvo que convencerlo para que volviera. “Le dije: ‘Michael, tienes que salir. Tú escribiste todo’”, por suerte funcionó y Jackson salió en la foto.

Tras la larga jornada de grabación, que duró toda la noche, Kragen recordó que se sintió satisfecho. Al terminar, solo quedaban en el estudio, Diana Ross, Quincy y Tom Bahler. En ese momento, el ideólogo de “USA for Africa”, confesó: “Estábamos sentados en el piso del estudio, abrazándonos y llorando. Pero sabía que este no era el final. Esto era solo el principio”.

Finalmente la ayuda llegó. Kragen quiso entregar los suministros y el dinero recaudado de forma personal. Para esto, él y otros 26 artistas volaron a Sudán. “Siempre lo consideraré el logro más notable de mi vida, no solo de mi carrera (...) Pude contribuir a un continente que necesitaba nuestro apoyo. Y, hasta el día de hoy, eso siempre me enorgullecerá”, enfatizó.

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