Eterna Cadencia: la librería donde compró Gabriel Boric

Ubicada en el barrio Palermo, de Buenos Aires, fue fundada en 2005 por el empresario Pablo Braun, y es uno de los clásicos lugares donde comprar libros en la capital de la Argentina. Además, mantiene un blog y una importante editorial, liderada por la escritora Leonora Djament.


Es una de las librerías clásicas de la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Una especie de parada obligada para quienes aman los libros. Se llama Eterna Cadencia, ubicada en calle Honduras 5574, en pleno centro de la ciudad de la furia. Se emplaza en el barrio Palermo viejo, un territorio con bastante actividad, con bares, restaurantes y locales de ropa de diseño. Algo así como el barrio Lastarria.

La librería fue fundada en 2005 por Pablo Braun, quien es parte de una acomodada y tradicional familia trasandina, pero que en vez de seguir la ruta trazada en una empresa familiar, decidió independizarse y vivir de su pasión. Así nació el negocio, y se ha consolidado hasta hoy como un clásico junto con El Ateneo. “Trabajé un año en una empresa familiar. Y, nada, duré quince minutos, la angustia…”, señaló en una entrevista posterior con Infobae.

¿Por qué le puso ese nombre? Braun respondió en la misma charla: “Yo le quería poner El Desasosiego a la librería, estaba en un período un poco… Además eso de entrar a una librería y decir “no leí nada”, me generaba desasosiego. Y todo el mundo decía que no, no pongas El Desasosiego porque no da. Y ni siquiera era por Pessoa, era por el desasosiego que me generaba la lectura. En un momento empecé a buscar palabras que fueran lindas y cadencia era una palabra que me gustaba, pero no me conformaba. Y un día se me ocurrió que la eterna cadencia era como algo parecido al desasosiego, la eterna búsqueda de la sabiduría a través de la lectura o de los libros y que te genera un desasosiego, leer y leer y nunca llegar a nada. Ojalá que pronto se me ocurra algo parecido, estoy hace dos meses pensando: no se me ocurre nada”.

Braun es un nombre clave porque no solo ha puesto el pie en una librería, también en el resto de la cadena del libro. Fundó Big Sur, una distribuidora que también trabaja en Chile y es el presidente de la Fundación FILBA, que organiza la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Además, tiene otras librerías: la cadena La boutique del libro y Escaramuza, en Montevideo. Asimismo, es pareja de la cantante mexicana Julieta Venegas.

Pablo Braun, el dueño de Eterna Cadencia.

Una editorial

Eterna Cadencia no se agota en una librería. En su sitio web mantiene actualizado permanentemente un blog donde abordan las principales novedades literarias y se ha convertido también en una referencia para el periodismo literario. Además, en 2007 levantó una editorial propia llamada Eterna Cadencia, que también se ha transformado en una importante casa editora. Al mando, Braun puso a la destacada escritora argentina Leonora Djament.

Djament, en declaraciones al sitio Tiempo argentino habló sobre el concepto de la editorial: “Si nos comparamos con los dos grandes grupos editoriales, somos una editorial minúscula. Creo que lo que hemos hecho desde el comienzo como editorial independiente –esa denominación tan incómoda- es pensar el libro de una manera diferente de los grandes grupos. Digo esto sin establecer oposiciones maniqueas como ‘los dos grandes grupos son los malos y nosotros somos los que hacemos los libros interesantes’. Ese tipo de oposición no me interesa y los grandes grupos también publican libros maravillosos. Sí creo que en las editoriales independientes hay una concepción distinta respecto del libro”.

En su catálogo, la editorial mantiene autoras y autoras importantes, como Tamara Kamenszain, Lydia Davis, Margo Glantz, Nona Fernández, Lina Meruane, Ricardo Piglia, Gabriela Cabezón Cámara, Carlos Gamerro, Martín Kohan, Lorrie Moore o Federico Falco. Además de nombres clásicos como Theodor Adorno o Fiodor Dostoievski. Tiene un catálogo argentino y otro para España, donde también tiene presencia.

Pero volvamos a la librería. Por estos días, se ha nombrado en los medios chilenos por la visita que este domingo le hizo Gabriel Boric, el Presidente de Chile, un consumado lector. En rigor, no ha hecho sino repetir un ritual frecuente en él. De hecho, en Santiago suele acudir a las librerías del eje Lastarria-Bellas Artes, puesto que vivía ahí hasta antes de asumir las tareas como primer mandatario. Era un cliente frecuente de La Tienda Nacional, El Cid Campeador y Metales Pesados.

En su paso por Eterna Cadencia, Boric salió con cinco libros bajo el brazo, todos de acuerdo a su interés por la narrativa y la Historia: Querido Mr. Stalin, la correspondencia completa entre Franklin D. Roosevelt y Josef V. Stalin; Una palabra tuya, de Orlando Figes; Alguien camina sobre tu tumba, de Mariana Enríquez; El marino que perdió la gracia del mar, de Yukio Mishima; y Perón mediante de Daniel Santoro.

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