Uno de los titulos más esperados del año arriba a la cartelera. F1 (o F1 la película), dirigida por Joseph Kosinski y protagonizada por Brad Pitt, llega hoy a los cines chilenos con su apuesta por las carreras que quitan el aliento y una historia de redención.

Filmada en los Grandes Premios de la Fórmula 1, la cinta apela al espectáculo y a la camaradería para proporcionar una experiencia casi tan satisfactoria como Top Gun: Maverick (2022), el anterior largometraje que reunió a Kosinski con el reputado productor Jerry Bruckheimer. Aquí desmenuzamos las claves de la película que ya se puede ver en salas.

*Diversión vieja escuela

Sin Top Gun: Maverick difícilmente existiría F1. Con la certeza de que tenían algo bueno en el bolsillo, en 2022 Joseph Kosinski y Jerry Bruckheimer salieron a buscar un interesado en financiar un largometraje que intentaría meterse en las vísceras de la Fórmula 1, hasta que sellaron un acuerdo con Apple.

Gran parte del equipo es el mismo (el guionista Ehren Kruger, el director de fotografía Claudio Miranda, el compositor Hans Zimmer), pero sobre todo el corazón del asunto se mantiene: montar una cinta cuidadosamente confeccionada en lo técnico que apela a la nostalgia, a la camaradería y a las segundas oportunidades. Nada nuevo, pero funciona tan bien que es inevitable salir de la sala con una sonrisa de oreja a oreja.

*Un veterano

Sonny Hayes fue un talento promisorio a inicios de los años 90. Podría haber sido el nuevo Ayrton Senna o el nuevo Alain Prost, pero un accidente terminó abruptamente con su carrera. Ahora es una especie de nómade que no se compromete con nada, pero que siempre está disponible para unirse temporalmente a alguna competición tuerca.

Ese inicio es la configuración perfecta para la oportunidad que le propone un viejo amigo (interpretado por Javier Bardem): que se integre a su equipo de Fórmula 1 y vuelva a correr en la competición en la que alguna vez fue una revelación.

¿El problema? APXGP es la peor escudería de todas y está a punto de desaparecer. No es lo único: rápidamente constata que el coche tiene serios problemas y su compañero de equipo, un tal Joshua Pearce (Damson Idris), es un talentoso joven más preocupado por el ruido de las redes sociales que por su desempeño en la pista. Todo está cuesta arriba.

*El secreto de la espectacularidad

Si Top Gun: Maverick brindó fantásticas escenas en naves de combate, la nueva película de Joseph Kosinski hace lo propio en la mayor competición de automovilismo del mundo. Gracias al acuerdo al que llegaron con los líderes de la Fórmula 1, accedieron a los circuitos de carreras reales, por lo que el público no está fingiendo su entusiasmo y los pilotos son los mismos con los que los fanáticos vibran cada fin de semana.

Lo más fascinante viene cuando arrancan las carreras. El realizador perfeccionó la tecnología que aplicó en la secuela de Top Gun y logró ubicar cuatro pequeñas cámaras con certificación Imax en cada vehículo. Eso permite que el largometraje tenga múltiples secuencias en que los coches se desplazan a más de 300 kilómetros y el espectador siente la respiración y los latidos de los pilotos. Con plena confianza en que el ejercicio funciona, Kosinski no teme brindarles largos minutos a esas escenas.

*Un personaje a la medida de Brad Pitt

Sonny Hayes es uno de esos personajes con los que cuesta imaginar a otro actor dándole vida. Brad Pitt, en buena forma a sus 61 años, entiende los límites entre los que se mueve el piloto: es un espíritu libre, pero también un hombre competitivo. Además, es un galán y un tipo que ha pasado por divorcios y adicciones, algo que inmediatamente estrecha la distancia entre el actor y la ficción.

La estrella logra algo particularmente difícil: seguir actuando mientras conduce a toda velocidad por los circuitos más desafiantes del mundo, algo clave en su interpretación, porque Hayes expresa todo su descaro cuando los motores se encienden.

*La dosis de romance

Kate McKenna (Kerry Condon) es uno de los principales personajes de la cinta. Como directora técnica, es responsable del diseño y configuración del coche de APXGP. El guión se toma un momento para darle un trasfondo, en un intento por agregar más capas a un personaje que inevitablemente se convierte en el interés amoroso del protagonista.

Otra figura relevante es Ruben Cervantes, el dueño del equipo. Pitt y Bardem tienen gran química y se comprometen al trabajar la dosis de bromance que exige una historia sobre viejos amigos reencontrándose para una última aventura en conjunto.

*Pilotos sin diálogos

F1 se pasea por Silverstone, Spa, Monza, Abu Dhabi y otros hitos del calendario tuerca, porque se filmó en esos lugares. Eso permite que aparezcan pilotos como Max Verstappen, Lewis Hamilton, Charles Leclerc, Carlos Sainz, Lando Norris, Fernando Alonso, entre otros.

Sin embargo, su relevancia está netamente ligada a que los protagonistas compiten contra ellos. Si bien es productor ejecutivo de la película y una pieza clave para el armado del proyecto, Hamilton no cuenta con líneas de diálogo. Una decisión sensata, pensando en que la historia está contenida en Sonny Hayes y en los dramas que padece APXGP.