Harry Jürgensen (ex RN) se suma a la lista de los Republicanos: “Sichel comete un error al minimizar a la derecha tradicional”

17 DE AGOSTO DEL 2021 RETRATO AL DIPUTADO HARRY JÜRGANSEN EN EL PATIO DEL CONGRESO NACIONAL. FOTO: DEDVI MISSENE

El diputado, que hoy se une al elenco de José Antonio Kast, llegó al Congreso en 2018 de la mano de RN, pero renunció a su militancia dos años más tarde, porque -dice- "el partido perdió rumbo y liderazgo, y ello se aprecia claramente en las votaciones parlamentarias: cada uno guiado por sus propias ideas e intereses, sin sentido de equipo, menos de grupo".


“Atrévete”. Bajo ese eslogan, el líder del Partido Republicano, José Antonio Kast, lanzará este miércoles su campaña presidencial, dando a conocer algunos de sus ejes programáticos, tales como “Atreverse a emprender sin barreras”, poniendo a las pymes como el centro de su programa, o “Atreverse a vivir en paz”, con un plan concreto “para frenar el terrorismo y la violencia”, y “hacerse cargo de la delincuencia extrema que se ha tomado las calles y barrios”.

Junto al abanderado habrá distintas figuras que lo acompañarán en su segundo intento por llegar a La Moneda. Entre estas, hay dos diputados que llegaron al Parlamento en 2018 por Renovación Nacional, pero que renunciaron en 2020 a su militancia y han mantenido cercanía con Kast. Se trata de Cristóbal Urruticoechea y Harry Jürgensen, quienes competirán en la plantilla parlamentaria del Partido Republicano para buscar su reelección.

En esta entrevista, Jürgensen explica las razones por las que se atrevió a dejar la que había sido su casa política por más de 30 años y cuáles son sus expectativas respecto de la contienda parlamentaria y presidencial de noviembre, en que está convencido que “Kast dará la gran sorpresa”.

¿Por qué decidió competir por el Partido Republicano y no por RN, donde había militado desde la fundación del partido?

Efectivamente, mi casa política, y de toda mi familia, fue RN, porque apoyamos la libertad del ser humano, sus proyectos de vida e iniciativas; reconocemos en el trabajo, el esfuerzo y la libertad de conciencia los factores esenciales del desarrollo humano. Pero todo dentro de valores y principios que enmarcan nuestro quehacer humano, familiar, ciudadano y político. Lamentablemente, altos dirigentes de RN fueron abandonando esos principios, abrazando causas y principios ajenos, porque, según ellos, esas causas ofrecían mejores expectativas en votos. Yo no cambio principios por votos.

¿A quiénes se refiere cuando dice que “altos dirigentes abanderaron esos principios”? ¿Se refiere a Mario Desbordes?

Me refiero a representantes de la mesa, de la comisión política, a nivel regional y, por supuesto, también al expresidente del partido (Mario Desbordes), diputados y senadores.

¿En qué se ve reflejada esa pérdida de principios?

Algunos se alejaron de principios y valores fundamentales, como, por ejemplo, abrirse al matrimonio igualitario, la adopción homoparental. A Mario Desbordes lo estimo, me siento amigo de él, pero lamentablemente dirigió el partido en función de intereses políticos distintos a mis convicciones, diferente a lo que desearon nuestros fundadores y, claramente, en una dirección que la gran mayoría de los militantes rechazó. El partido perdió rumbo y liderazgo, y ello se aprecia claramente en las votaciones parlamentarias: cada uno guiado por sus propias ideas e intereses, sin sentido de equipo, menos de grupo.

¿Cree que RN se desdibujó al haber crecido como partido? ¿Eso lo motiva a irse a un partido de nicho, como es el Partido Republicano?

Mire, dentro de mi familia siempre fuimos solo de RN, fieles a las potentes convicciones, compartiendo su declaración de principios. Pero hoy, tristemente, esa declaración de principios se ha convertido en letra muerta. Yo no podía permanecer en un partido político que adoptó el sistema de dejar hacer con tal de conservar los votos en la próxima elección y, por eso, hoy navega con una quilla débil en un claro oleaje político tormentoso. El Partido Republicano me representa hoy plenamente, porque yo me reconozco en esa derecha política que no tiene matices.

¿Entonces, por qué sólo integrarse en la lista parlamentaria y no militar en esa colectividad?

Porque creo que mi vida política como militante ya terminó, y cuando renuncié me autoimpuse no militar nuevamente en un partido político.

¿Si el Partido Republicano no hubiera hecho un pacto posibilitando la incorporación de independientes en su lista, habría ido en un cupo RN?

No, lo hubiese tomado como una señal para no ir a la reelección.

¿Por qué le tomó tanto tiempo decidir competir en un cupo del Partido Republicano, considerando que renunció a RN hace un año? ¿Qué lo hacía dudar?

Mis dudas estaban más bien en si, en las condiciones señaladas, era bueno para mi distrito que yo siguiera en política y siguiera representándolos. Y ellos, mis amigos y muchos electores, valoran positivamente mi trabajo y mi decisión, me han pedido y apoyan de distintas formas para que postule nuevamente como independiente por la derecha sin apellido, pero con mucho corazón y amor a la patria.

¿Qué es lo que lo convence del Partido Republicano?

Aparte de suscribir plenamente la declaración de principios, los ideales y convicciones del Partido Republicano, me siento muy en sintonía con el liderazgo de José Antonio Kast. Estoy convencido de que esa actitud y ese coraje que él representa hacen falta hoy en Chile.

¿Y cómo evalúa el liderazgo de Sebastián Sichel?

Sin duda, ha logrado un liderazgo importante y siento mucho respeto por el trabajo que realizó en los cargos que asumió en el gobierno del Presidente Sebastián Piñera. Pero creo que comete un tremendo error al intentar minimizar a la derecha tradicional, que es pilar fundamental dentro de Chile Vamos. Creo que más temprano que tarde esa decisión, que en el fondo desestima convicciones y principios, le va a pasar la cuenta. Ahora, claramente, prefiero a Sichel por sobre Boric, Narváez, Maldonado y Provoste, que son rojos y naranjos. Y, ante todo, prefiero la línea clara, precisa, sin desviaciones de José Antonio Kast. Los chilenos merecen tener una opción seria, sin ambigüedades, republicana, cristiana, fundada en el desarrollo humano. Estamos cansados de aventuras políticas.

¿Cree que en la competencia electoral usted va a poder tener la misma fuerza que los candidatos de Chile Vamos, que van con un candidato presidencial que lidera las encuestas?

La misma fuerza y más. Siento que estamos con más fortaleza que hace un tiempo y que nuestra gestión y posturas frente a distintas materias es reconocida de muy buena manera por nuestro sector. Hoy no se puede construir proyecto alguno en base a encuestas. Acuérdese lo que le digo: estoy seguro de que José Antonio Kast dará la gran sorpresa. No estoy por seguir apoyando la opción menos mala, sino la mejor, eso es lo que escucho cada vez más en mi región.

¿Cómo evalúa a su excoalición, Chile Vamos? Este año fue bastante duro, considerando los resultados electorales…

Los resultados electorales de este año, especialmente en la elección de constituyentes, fueron duros, pero no solo para Vamos por Chile, sino también para la ex Concertación, que también está subrepresentada en la Convención. En general, creo que los chilenos quieren cambios políticos drásticos y castigan el trabajo de los partidos políticos tradicionales. Lo segundo es que los electores están cansados de los arreglos entre cuatro paredes y reclaman nuevos sistemas de participación. Y lo tercero es que desaprueban la carrera política profesional que se está estableciendo hace rato. Esa lectura hay que hacerla y reconocerla para hacer los cambios necesarios y recuperar la credibilidad.

¿Qué factores cree que podrían hacer a Kast pasar a segunda vuelta?

Son diversos los factores que pueden influir en el resultado, pero, lo más importante, a diferencia de la elección anterior, es que ahora los chilenos saben mucho mejor de lo que es capaz la izquierda radical para conseguir sus propósitos, de cómo han manipulado a la centroizquierda y a la centroderecha. Pero también se dan cuenta cada vez más que una derecha populista, sin una quilla sólida, no va a ser la solución para recuperar el camino de la prosperidad y la paz social.

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