El Deportivo

Agustín Pichot, a fondo: “Los Cóndores están en condiciones de ir por el batacazo en el Mundial”

La leyenda del rugby analiza el éxito de Chile, habla de su relación con Pablo Lemoine y entrega detalles desconocidos de cómo colaboró en su llegada. Una idea que cambió para siempre la historia de la disciplina en el país. Este sábado la Selección se mide con Italia.

Agustín Pichot es una de los leyendas del rugby más influyentes en la disciplina. World Rugby

Agustín Pichot (Buenos Aires, 22 de agosto de 1974) es una de las figuras más influyentes y transformadoras de la historia del rugby. Dueño de una carrera brillante y de memorables actuaciones con los Pumas, su nombre figura inscrito desde 2011 en el Salón de la Fama de este deporte.

Además, como dirigente, llegó a ser vicepresidente de World Rugby y desde ahí inició una expansión sin igual para la disciplina en esta parte del continente, lo que benefició directamente al desarrollo de los Cóndores, que hoy celebran su segunda clasificación consecutiva al Mundial y esta tarde enfrentan a Italia (17.10 horas).

En Chile muchos lo responsabilizan de la llegada de Pablo Lemoine. ¿Cómo fue esa historia?

Los responsables son los clubes y haber seguido un plan muy disciplinado hace varios años, con alta consecuencia con Argentina, y al que luego se sumaron Uruguay, Brasil y Chile y después Paraguay y Colombia, con grandes resultados a la vista. Y no porque sea un plan mágico, sino que fue un plan realmente integrador y con mucha humildad para replicar lo que venía construyendo Argentina con el plan de alto rendimiento puesto en marcha en el 2008, para después hacer equipo y masa para que los Pablo Lemoine de este mundo puedan llevar adelante un programa con Chile exitoso y que no sea una casualidad, sino que sea una causalidad.

Imagino que eso es un motivo de orgullo.

Se lo dije a Pablo y al presidente de Chile Rugby (Cristián Rudloff): yo me siento muy orgulloso. También se los decía a mis amigos chilenos que estaban mirando en el partido. Y no sé si pasa mucho en otros deportes, que un argentino se sienta orgulloso de Chile y Chile se sienta orgulloso de Argentina. Creo que eso lo hemos logrado y es algo que tal vez no se ve. Cuando uno habla del rugby y las cosas que logra, estas son las más lindas. Por lo menos, yo la veo como una hermandad que realmente no es politiquería barata, sino que es realidad.

Esa es una señal potente.

Yo hablo con Pablo, lo apoyo bastante seguido. Fue él el que se sentó en la mesa conmigo con “Pino” (Sebastián Piñeyrúa), cuando no tenía rumbo en ese momento. Y creo que hoy tener a tres equipos sudamericanos habla de que realmente todos hemos trabajado muy bien. Y eso a mí me hace sentir muy orgulloso, porque uno solo no llega a nada. Argentina podría haberse quedado en su camino, hacer el Super Rugby y buscar otras opciones en Europa, como nos han ofrecido en la URC u otros lugares. Pero decidimos apostar por una hermandad de nuestra región y por hacer las cosas en conjunto.

Es un plan que se ve cada vez más consolidado...

Y eso creo que hoy vemos que está bastante afianzado y de nuevo creo que se nota, no solo del lado mío; del lado de Pablo, de Lulo, de todos los dirigentes de Chile, que sienten que Argentina los ha apoyado mucho. Tener a chicos como el Ninja (Federico Todeschini) y otros argentinos que han aportado habla de la hermandad y de estar todo el tiempo juntos. Es un placer para mí ver cómo crece Chile.

Usted conoce hace muchos años a Pablo Lemoine, incluso fueron compañeros en Francia. ¿Cómo describe esa relación?

La verdad es que jugamos en contra primero, después con Quicho Bado y Pablo tuvimos la suerte de estar en París juntos en el 2003 y salimos campeones. No solo por ser latinoamericanos ni estar juntos, nos llevamos bien desde un principio. Pablo es un gran líder en Uruguay y luego, como te decía, después de que Argentina armó el plan de alto rendimiento en el 2008, en el que me involucré mucho, Pablo vino a los años con “Pino” a pedirme, no voy a decir ayuda porque suena como pedante, pero vino a charlar sobre cómo podíamos ayudar a Uruguay y, además, Pablo es un amigo y por supuesto que le dimos todo el apoyo.

¿Y cómo siguió todo?

De ahí creció mi relación con “Pino”, que es otro hermano de la vida, hemos luchado batallas incansables, como ir a luchar por este Super Rugby América, a luchar por Chile, cuando nos querían dividir. Pablo primero estuvo en Uruguay, después quisimos apoyarlo para que siguiera. Luego pasó por Alemania, porque en ese momento yo era vicepresidente y necesitábamos una pata firme para ver un proyecto alemán que nunca se dio por otras razones... Tampoco dudamos en recomendar a Pablo cuando vino Chile para tratar de mejorar el sistema y buscar un poco de conocimiento y de ayuda. Es una persona súper valiosa a nivel humano y técnicamente ya lo había demostrado en Uruguay y en Alemania, donde poca gente sabe que hizo un gran trabajo. Hoy es fácil hablar del éxito de Pablo y a mí me encanta, pero hace rato que es una figura bastante importante para el rugby de desarrollo de Sudamérica.

¿Cómo ve a Chile de cara al Mundial?

Los mundiales son muy particulares, me ha tocado desde adentro. Este es un formato nuevo, creo que lo hemos visto en el Rugby Championship ahora y en los últimos años. No te voy a decir que gana cualquiera, porque llegan a semifinales casi siempre los mismos cinco o seis. Argentina se logró meter dentro de esos cuatro mejores en tres de los últimos cuatro mundiales. En el 2011 perdimos contra los All Blacks en un partido muy ajustado. Eso no quiere decir que estamos entre los cuatro mejores, no creo que sea el caso en ese 2011, pero los mundiales son muy particulares.

Más con el cambio de formato...

En este formato yo creo que Chile va a llegar con un objetivo claro que es dar un batacazo. Como está dado el volumen de cantidad de partidos que tiene Chile, con la cantidad de jugadores, el momento que está en el proceso, creo que ahí está el objetivo, como lo hizo en su momento Uruguay contra Fiji, que fue histórico; o Argentina contra Irlanda en el 99. Creo que Chile está en esa etapa de poder dar el batacazo. Antes era ir a participar, pero yo creo que Chile está en condiciones, con un poco de suerte en el sorteo, de ir por ese batacazo.

¿Qué ha sido lo que más le ha llamado la atención de los Cóndores? ¿Algún jugador?

Lo único que me pareció es que sufrimos un poco más en el partido con Samoa allá en Estados Unidos. La verdad que lo tenían muy dominado, después se complicó. Pero fue muy superior a Samoa. Los últimos partidos de Chile han sido muy buenos. Estuvo muy parejo con Uruguay. Así que no me sorprendió. Los he visto jugar en el Super Rugby América, hablamos bastante con Pablo... A mí no me gusta señalar individualidades, pero creo que lo mejor que tuvo Chile fue el compromiso entre los jugadores que asumieron hace un tiempo y que, a pesar de haber tenido altibajos en algún momento, cuando por ahí no se dieron algunos resultados, siguieron apostando a un camino, a una disciplina. Y eso Pablo y el cuerpo técnico lo han sabido llevar muy bien adelante.

¿Qué le ha parecido la participación de la gente en el proyecto de los Cóndores?

La verdad es que los vi con el Presidente, los vi con la gente, vi la cancha colmada... Yo tengo un amigo, Andrónico (Luksic), que era polista, pero ahora es amante del rugby, y me mandaba una foto del lugar. Entonces esas cosas son lindas, por los amigos que tienes y cómo se va construyendo ese hilo en el deporte, sobre todo en el rugby.

Su hermano mayor, Enrique, en una entrevista en este mismo medio, contaba que se movió de categoría para que usted pudiera jugar. ¿Cómo es esa relación tan especial entre ustedes?

Hemos sido criados de una manera en la que nos han inculcado la generosidad y el amor al prójimo, creo que eso fue la mayor enseñanza y el rugby junto con ello. Mi hermano hizo eso conmigo cuando en su momento él creía que yo iba a llegar más lejos que él, un acto de humildad de pleno amor y yo lo he recibido y lo he agradecido. He sido lo que fui gracias a él. Y uno no puede dejar ese ADN fuera de cómo es uno como dirigente, de cómo es uno como ser humano, como empresario, etc. Al menos así lo he sido en la vida yo.

Un poco lo que ha sido este plan en Sudamérica...

Por supuesto, se toman decisiones difíciles y uno es criticado y eso es parte del sistema, pero me escribieron muchos amigos en Chile agradeciendo. Nada me pone más contento que Chile esté en un Mundial y la verdad que lo siento así. No es porque estoy hablando con un medio chileno, lo he manifestado públicamente y lo volvería a hacer. Me siento fan de que Chile haya llegado al Mundial y sobre todo de que hayamos trabajado todos juntos para que eso pase. No muchos deportes del mundo tienen un sistema así, la verdad que me cuesta creer que algún deporte quiera ayudar a clasificar a otros países de Sudamérica. Es medio raro, ¿no? Creo que Argentina lo sintió así, lo hizo así, y yo sé que Uruguay también, por más de que hayan jugado a cara de perro los partidos.

¿Qué le parece la política de redistribución de recursos hacia Estados Unidos? Pablo Lemoine fue muy crítico de esa decisión.

No voy a discutir, porque es un tema de los que están y yo respeto el poder de turno. Si ellos creen que es conveniente invertir en Estados Unidos, me parece que es una opción suya. Nosotros lo que podemos hacer es pensar qué es lo mejor para Sudamérica y que no caiga la inversión. He propuesto hace unos meses volver a ayudar a Estados Unidos, a Canadá, hacer un calendario internacional, juntamente con los países de Sudamérica. Creo que nos ha ido muy bien en esa parte a todos. Así que de nuevo la solidaridad también con armar un campeonato que les sirva a Chile, Uruguay, Brasil, Paraguay, Colombia, Estados Unidos, Canadá y otros países del continente americano, porque sería lo lógico. Ojalá podamos seguir con los planes a largo plazo, porque el rugby está sufriendo mucho económicamente y no creo que invirtiendo solamente más de US$ 200 millones en Estados Unidos vayamos a solucionar los grandes problemas que tiene el rugby.

Es un tema difícil...

Lo que sí Sudamérica puede mostrar, como Pablo, que con cada dólar de inversión hay tres equipos que están en una Copa del Mundo de hombres; que tenemos a Brasil compitiendo con las chicas, Argentina, lo mismo en ese camino con las mujeres también, Colombia... Hemos mostrado un crecimiento, por lo menos desde el 2013 o 2014, que se empezó a implementar el plan pensado en el 2008 para la región. Argentina empezó ese año con el plan interno para llegar al Rugby Championship en el 2012 y después el Super Rugby en el 2015. Ahí empezamos a ir a la región porque queríamos consolidar a Argentina y después trasladar nuestro conocimiento y nuestro apoyo, cuando se ha financiado el modelo, del 2016, a hoy. Entonces, contra la baja inversión que ha hecho el rugby, la verdad que Sudamérica es tal vez el lugar en donde mejor se ha colocado el dinero para la inversión en el crecimiento del rugby.

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