Camargo contra sus raíces

Camargo

El volante se formó en el Godoy Cruz de su natal Mendoza. Y esta noche enfrentará al club argentino por la Copa Libertadores, en el punto máximo de una carrera marcada por el esfuerzo.



El presente de Alejandro Camargo es el de un jugador consagrado. Además de ser titular indiscutido en el Campanil, el volante es capitán y referente de un equipo que busca dar el golpe esta noche ante Godoy Cruz e ilusionarse con una histórica clasificación. Pero al Pela, como lo apodan, pese a un prometedor debut, le costó abrirse camino. Camargo nació en Mendoza y con 20 años debutó profesionalmente vistiendo la camiseta del rival al que enfrentará esta tarde en Concepción.

"Tengo muy lindos recuerdos de Godoy Cruz. Estuve en inferiores desde los 16 hasta los 22 años. Fue una experiencia que disfruté al máximo y donde traté de aprovechar cada oportunidad", recuerda el volante.

En ese debut enfrentó a un River Plate donde estaban Diego Buonanotte, Marcelo Gallardo y Matías Almeyda, entre otros.

Parecía el arranque de una esperanzadora carrera en Argentina, pero las lesiones dijeron lo contrario. Perdió terreno en el club y tuvo que bajar varias categorías para seguir compitiendo. Así llegó a Sarmiento de Junín y Gutiérrez SC.

"Tengo contados los 12 partidos que jugué en Godoy Cruz. Me tocó hacerlo en la contención y como volante por la derecha. En Argentina jugaba más de doble seis y me soltaba más, pero aquí en Chile, definitivamente, comencé a ser un mediocampista de corte", agrega el actual capitán de Universidad de Concepción.

Y como la situación económica de aquellos clubes donde estuvo entre 2012 y 2013 no era la ideal, incluso pensó en dejar el fútbol, pero no se dio por vencido. Se instaló con un video club y, de esa manera, logró solventar gastos. Probablemente nunca lo pensó, pero aquel trabajo le abriría puertas al otro lado de la cordillera. Camargo incursionó en la edición de videos y así armó un compacto con sus mejores jugadas en la cancha. Un representante tomó esas imágenes, las trajo a Chile y al poco tiempo el volante fue presentado como nuevo refuerzo de Lota Schwager, que a mediados de 2013 aún competía en Primera B. "Quise ayudar a mi familia y tener algún ingreso para ir a entrenar. Tenía cinco compactos y a quien apareciera, le entregaba uno, con el sueño de que alguna vez pasara algo. Y así fue", comenta el volante, quien brilló en el cuadro del carbón y pasó con éxito por Curicó Unido antes de dar el salto al Campanil. "Nunca imaginé llegar a este momento, siendo capitán de un equipo de Primera y jugando la Copa Libertadores. Estoy muy identificado con Universidad de Concepción", añade.

El mendocino es humilde. Mantiene un perfil bajo y mesurado, incluso cuando marcó un histórico gol de volea desde 60 metros que fue nominado al Premio Puskas de la FIFA. Sabe que un triunfo esta noche, ante el rival que lo vio nacer, puede ser vital de cara a una histórica clasificación del club a octavos de final de la Libertadores, aunque en el Campanil son fieles al "paso a paso" y está prohibido pensar más allá. "El grupo está muy parejo y es complicado. Los equipos argentinos son fuertes y agresivos. Por el gran trabajo que venimos haciendo desde hace mucho tiempo, sin duda merecemos algo grande", asegura el volante, pieza clave en mitad de cancha.

Y si el desafío de hoy a las 19.15 ya es grande, para Camargo será aún más especial. "Mi señora es hincha de Godoy Cruz y está pendiente de todos los partidos", comenta. Aunque agrega: "Si gana la U. de Conce no se va a enojar. Al contrario, tiene que alegrarse, si estoy jugando acá. Nos alentará, estará firme con el club y donde yo vaya. Me banca, estas son situaciones normales y coincidencias que puede dar el fútbol. Fue una sensación linda enterarme de que enfrentaría al club donde nací, pero cuando entras a la cancha olvidas todo eso. Ya no hay ningún jugador de la etapa cuando estuve, por lo que sólo espero saludar a utileros y gente del cuerpo médico que conozco".

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