El brasileño Cafú lo pasa mal. El exdefensor del Scratch y de importantes equipos, sobre todo de Italia (Milan, Roma), enfrenta un complicado momento financiero y la justicia brasileña lo persigue por deudas que superan los US$ 6 millones.

Ganó dos Mundiales, dos Copas América, una Liga de Campeones y un Mundial de Clubes y es, por tanto, uno de los jugadores brasileños más reconocidos de la historia. Hoy, sin embargo, ya perdió cinco de sus propiedades, arriesga perder otras tantas, y el fisco brasileño congeló varios de sus activos a raíz de una millonaria deuda de al meos US$ 6 millones derivadas de las malas decisiones y los negocios truncados de la empresa de representación deportiva (Capi-Penta International Player) que fundó cuando se retiró del fútbol profesional.

"Este es un problema particular mío. Puedo dar mis propiedades, mi coche, mi casa... Puedo dar todos mis bienes para pagar mis deudas", reconoció el propio Cafú en diálogo con el diario Folha de Sao Paulo, pese a todo, restándole dramatismo a la situación, y expresando su confianza en poder salir de este mal momento.