Javier Correa se ha transformado en una pieza clave para Colo Colo. Lo es desde que llegó, en función de sus pergaminos y su alto costo y ya lo había demostrado en 2024, con su contribución a la obtención del título. Y lo vuelve a ser justo ahora que el Cacique más lo necesitaba: luego de los sinsabores en la Copa Libertadores y en plena fase de recuperación de terreno en el Campeonato Nacional.

El exjugador de Estudiantes de La Plata ha respaldado, también, el proceso de Jorge Almirón, cuya continuidad estuvo en seria discusión. Lo ha hecho con algunas palabras y, fundamentalmente, con hechos: el doblete frente a Cobresal significó su sexto gol en seis encuentros. Los albos vencieron al equipo de Gustavo Huerta y siguen su escalada en la tabla de posiciones: ya están séptimos, con dos partidos menos.

La precaución extrema que deberá tomar Javier Correa en Colo Colo

Los dos encuentros pendientes, al margen de los seis puntos en juego, tienen un incentivo igualmente potente: serán ante Universidad de Chile y Universidad Católica, los máximos rivales de los albos. Antes, eso sí, el Cacique enfrentará otro duelo crucial: frente a Audax Italiano. El equipo de Juan José Ribera es el escolta del líder, Coquimbo Unido, aunque tiene los mismos 29 puntos que la escuadra pirata.

La contundencia de Correa es fundamental para sostener las pretensiones del equipo popular, que debe salvar en el contexto local un año centenario que, por diversas razones, ha sido para el olvido. Sin embargo, la presencia del ariete en los dos partidos más atractivos del calendario está amenazada por un factor puntual: está a una tarjeta amarilla de llegar a las cinco que implican la suspensión por acumulación.

Correa asumió el escenario después de la victoria sobre los nortinos. “Hay que ser inteligente. Saber que no puedo entrar en ningún tipo de roce, así que hay que ser inteligente”, planteó después del choque en el Monumental.

Estado de gracia

El atacante también abordó el auspicioso momento deportivo que atraviesa. “Lo que cambió fue la autoconfianza mía, de creérmela un poco más. Los resultados están a la vista y ahora esto sigue. El torneo sigue, nos queda toda la segunda rueda, los clásicos por delante, Audax el fin de semana", detalló.

En ese línea, le atribuyó un rol clave a la convicción, una lógica que puede abordar el plano individual y, también, el colectivo. “Hay que cambiar un poquito la mentalidad y creérsela un poquito más”, sentenció.