Larri Passos: "Veo a Jarry en el Top 50 del otro año"

Camina con un bolso en sus hombros. Nadie en el Club de Polo lo saluda. Pasa totalmente inadvertido. Pero es Larri Passos (60 años), el hombre que llevó al número uno del mundo al ex tenista e ídolo de Brasil Gustavo Kuerten. Desde hace tres meses, hace de entrenador de Guillherme Clezar. Su pupilo cayó en primera ronda en Santiago ante Gonzalo Lama. Pero el técnico se tomó un tiempo para hablar con La Tercera y analizar la realidad mundial del tenis.

¿Qué opina sobre los cambios en el Masters de la Next Gen?

No me gustan para nada. Soy de la vieja escuela, donde los sets son largos. Me gusta el tenis como está y prefiero mirar, por ejemplo, el Masters de Londres. Se podría hacer un cambio en la cantidad de sets y que todos se jueguen a tres. Pero con el tema de los iguales, punto decisivo y el let, no soy partidario.

¿A qué joven ve con mayor proyección mundial sacando a Alexander Zverev?

Los chicos le están pegando muy fuerte a la pelota. Se viene una generación muy buena. Veo a Shapovalov como el más completo por su movilidad y facilidad de golpes que tiene. Es muy bueno. Además, físicamente todavía se está desarrollando y en un futuro será más completo.

Usted llevó a Kuerten con 20 años a ganar Roland Garros en 1997. ¿Qué diferencias en el juego ve con los actuales Next Gen?

Guga tenía más consistencia que los jugadores actuales porque llevaba dos años jugando en Europa solidificando su juego. Lo llevé allí para que aprendiera a jugar en polvo de ladrillo y ganar solidez. Las nuevas generaciones no saben jugar en polvo. Para mí, todavía no saben cambiar la velocidad de pelota o abrir un ángulo dentro de la cancha. Kuerten jugaba con dos velocidades y sabía abrir los espacios. Tú vas a jugar un Grand Slam como Roland Garros y pegar fuerte en cinco sets, no te sirve. Tienes que manejar la estrategia para conseguir los puntos.

Presión y fama son dos aspectos negativos cuando el éxito llega de golpe a un joven deportista. ¿Cómo lo manejó con Kuerten?

Después de ganar Roland Garros de 1997 ambos estábamos llorando. Lo miré y le dije: "Guga, seguiremos los mismos. No cambiará absolutamente nada de lo que tienes". Siempre he inculcado la sencillez como base de todo. La presión de la prensa en Brasil era fuerte y contra mí, fue muy dura. Ocurrió algo muy extraño, porque cuando ya habíamos conquistado tres Roland Garros, los periodistas locales no me querían. Pedían otro entrenador. Yo me encontraba con reporteros chilenos que seguían a Ríos, González y me decían: "Larri, cuando entrenarás a uno de los nuestros". Pero en Brasil no me querían.

¿Tuvo la posibilidad de entrenar a Ríos, por ejemplo?

La verdad es que en un torneo le pregunté con qué entrenador estaba. Me respondió que nadie, que estaba solo. Pero sólo fue una charla. Yo, con los logros que tuve con Guga, pude haber trabajado con quien quisiera. Pero no me quería alejar de él. Nunca quise dejarlo solo.

Agassi en reiteradas ocasiones ha dicho que Nadal es el mejor tenista de la historia. ¿Lo comparte?

No, para nada. Federer es el mejor de la historia, sin dudas. Su nivel es de otro planeta. Para mí es el número uno.

Ganó tres grandes, un Masters y pisó la cima con Guga. ¿Tiene alguna deuda como entrenador?

Sí, siento que pude haber ganado dos Roland Garros más con Guga. En 2001 y 2004. La última creí que estaba en nuestras manos. Perdimos contra Nalbandián en cuatro sets, pero tuvimos set point para irnos al quinto y ahí lo ganábamos. En semifinales hubiésemos jugado contra Gastón Gaudio, que estaba en el bolsillo.

¿Qué dice de Kyrgios, el niño rebelde del circuito?

No me gusta para nada. No tiene respeto por la profesión ni por sus entrenadores. He hablado con ellos y me dicen: "Larri, no sabemos qué hacer con este chico". Dentro de la cancha tiene mucho talento, pero no tiene respeto por nadie.

¿Cómo ve el nivel de Jarry y Lama?

A Lama lo conozco desde juniors y está creciendo. Veo el trabajo de los entrenadores que buscan realizar ajustes en su juego. Siento que está agarrando un buen nivel, ganando partidos, que es sumamente importante en este momento para lograr subir. Él irá pasando de categoría y jugará los torneos ATP. Pero debe estar más sólido de ambos lados, tanto de revés como de derecha. Saber principalmente defender. Pero está por el camino correcto. Con Jarry pienso lo mismo. Tiene que tener dos velocidades. No tener huecos en su juego, porque en el alto nivel no los hay. Tiene un talento increíble. Lo veo metido en el Top 50 el otro año. Si alcanza buena racha de partidos. Creo que se vienen tiempos buenos para los chilenos.