En medio de la época dorada del maratón, los keniatas Joyciline Jepkosgei y Geoffrey Kamworor se coronaron como campeones del último major de la temporada, el Maratón de Nueva York, el más popular del planeta.

Jepskosgei, de 25 años, completó los 42,195 km en 2h22'38", la segunda mejor marca del circuito, precisamente en su debut de la distancia. Anteriormente, ya había poseído el récord mundial en el medio maratón.

La ahora monarca newyorkina comenzó su remate en el km 34 dejando atrás a la cuatro veces campeona de la prueba, su compatriota Mary Keitany, para continuar su carrera en solitario e impidiendo así que la fondista levantara su quinto título del evento. Kamworor (26), por su parte, con 2h08'13", renovó el título que ya había conseguido en 2017.

Con este triunfo de Kamworor, termina una temporada en que todos los ganadores masculinos de los majors de la disciplina han usado las distintas versiones de las polémicas zapatillas con fibra de carbono, las Vaporfly de Nike, y que ahora la IAAF debate si validar o no. Sin embargo, a diferencia de los otros triunfantes, el registro conseguido por el keniata es tan solo el quinto más rápido de la prueba norteamericana.

El maratón de Nueva York es considerado dentro de los majors por ser una de las carreras clásicas y más masivas, pero no se caracteriza por ser la más veloz, como si lo es Berlín. El cambiante desnivel y el viento impide que los atletas puedan tener rendimientos cercanos a las plusmarcas- Además a las mujeres no se les permite correr con liebres masculinas. Explicando así la masiva participación (50.000) y los discretos registros.