Lo había predicho el propio Joaquín Niemann. Una buena ronda el sábado lo pondría de vuelta en competencia. Lo hizo y con honores, pues le quitó siete golpes a la cancha del Country Club, igualando el récord para una ronda en la historia de este torneo. Claro, Joaco no quedó como líder del certamen, honor que tiene el argentino Jaime López Rivarola, pero lo que hizo ayer da para acompañarlo en ese pensamiento. "Aún estoy en la pelea", como dijo.

Niemann empezó impresionando a todos desde muy temprano (salía a las 7.56 desde el tee del 10). Hizo birdies en los hoyos 10, 12, 13, 14 y 16, para tomar un aire diferente de cara a lo que restaba de jornada. "El birdie al 10 me dio mucha confianza", confesó luego.

El sábado había tenido una muy oscura ronda, por erradas decisiones y malos golpes también. ¿Cuándo se dio cuenta de que sería una jornada distinta? No fue después de ese hoyo 16 ni tras el 10. "Fue el sábado mismo, apenas terminé mi último hoyo ese día. Mi mentalidad fue ya pensar en el día siguiente y partir todo de nuevo", según contó.

El número uno del ranking amateur mundial se cayó en el green del 17, para alternar después birdies en el 1 y 3 y bogey en el 2, para retomar el camino de los pares en el regreso al Club House. Lo mejor del talagantino ayer fueron sus tiros de salida, siempre dejando la bola en el fairway, midiendo muy bien las condiciones y dejando el driver en la bolsa en ocho de los 18 tees.

Pero faltaba el cierre de oro. Último hoyo, el nueve, par cinco: su segundo impacto se fue al bunker, cuando su idea era dejarla cerca del green, tal vez adentro. La bandera, eso sí, estaba cerca de la arena y más de uno del centenar de personas que lo seguía por la cancha aventuró que caería en el hoyo. Así fue. "Le di, hubo suerte, quería hacer el birdie, pero vi desaparecer la pelota", relató al rato, tras recibir todas las felicitaciones posibles.

"El primer día no me sentía tan bien como este segundo, la clave ahora fue atacar todas las banderas. Partí sabiendo que tenía que hacer un score bajo sí o sí. Ahora que estoy ahí (entre los líderes) voy a jugar más tarde, cuando la pelota vuela mucho más. Además, es clave para saber qué es lo que está pasando con los otros jugadores", resume.

Ese eagle final le daba, en ese momento, el paso al liderato en exclusiva, gracias al mejor score de Niemann en el Country Club en rondas de torneo: antes sólo recuerda pasadas de seis bajo el par.

Tomás Gana, campeón defensor y colíder después de la primera ronda, no lo pasó bien, al menos al principio, y con una ronda de seis birdies, un bogey y un doble bogey, quedó segundo, junto con Niemann (ver tabla).

Mal se veía todo en el inicio. "No me sentí muy bien con mi swing, estaba complicado con el drive", explicaría después. Lo cierto es que a Toto le costó mucho poner la pelota en juego y en más de una oportunidad se vio pegando bajo los árboles.

Él tiene una estrategia distinta para enfrentar el Country que Joaco, drive a todo, algo que podría cambiar hoy: "Puede ser que cambiemos la estrategia en el hoyo 13 porque van dos días que la tiro al hazard, así que tiraré la madera 3", adelantó.

Hizo el doble bogey precisamente en el hoyo 13, lo que no fue malo, pues golpeó su orgullo. "Me dije 'se me fue todo a la ruina', pero le puse corazón", cuenta. Muy efectivo: terminó con tres birdies en los últimos cinco hoyos.

"Vamos iguales con Joaco, igual que el año pasado. Quedan dos rondas todavía, vamos a ver cómo va la cosa, tengo que arreglar el drive ahora practicando, va a ser una muy linda pelea", manifestó Gana.

Pero el certamen tiene un líder, es el argentino Jaime López Rivarola, quien se toma sus posibilidades de ir al Masters de Augusta con mucha calma. "Estar primero no significa nada... Después de dos dias... no pasó ni la mitad del torneo".