La jornada de viernes en el Mundial de Clubes se cerró con uno de los partidos más atractivos que presentaba, a priori, la fase grupal. Un choque de dos pesos pesados, cada uno en su continente: Bayern Múnich y Boca Juniors. Los fanáticos argentinos, incluso la prensa deportiva del país vecino, no escatimaban en ilusión y fe, pese a las grandes diferencias entre uno y otro. En el Hard Rock Stadium de Miami, esa distancia no se notó demasiado. Sin embargo, el partido terminó como se vislumbraba: con triunfo alemán. El monarca de la Bundesliga le ganó sobre el final a los transandinos por 2-1, cuando el empate estaba muy cerca.

Los bávaros llegaron con el aval de hacerle nada menos que 10 goles al débil Auckland City. Los xeneizes debían tomar de aquello, pero con la necesidad de “sobrevivir” en este encuentro si pretende avanzar de ronda. Esto se exacerbó conociendo el triunfo del Benfica por 6-0 sobre el semi profesional cuadro neozelandés, en un duelo que tuvo una larga interrupción a causa de una tormenta (el cuarto partido que sufre estas inclemencias en lo que va del certamen).

Fue el reencuentro para unos elencos que no se enfrentaban desde la Copa Intercontinental de 2001, que ganaron los germanos por 1-0, ante un Boca que tenía como figura a Juan Román Riquelme, actual presidente de la institución. Tal como sucedió ante Benfica, una marea azul y oro se tomó Florida. Fueron locales en Miami. Por cierto, el famoso “Y dale, dale, Boca...” fue incesante durante el encuentro.

Carlos Palacios fue ratificado como titular por Miguel Ángel Russo, mientras que Williams Alarcón arrancó en la banca, pese a que era alternativa para suplir al suspendido Ander Herrera. El ex Colo Colo fue uno de los cinco volantes que alineó Boca, ubicándose detrás de Miguel Merentiel, la referencia de área. Considerando la potencia del rival, era previsible determinar que Boca iba a tener que sufrir en el encuentro. El punto es que aquello sucedió desde que comenzó.

El Bayern se adueñó del balón desde temprano. Esa tenencia y posicionamiento en campo rival hizo que los argentinos se atrincheraran, esperando por si tenían alguna ventana para salir. En los 7′, pudo darse la apertura de la cuenta, gracias a un gol olímpico convertido por Michael Olise. El punto es que se reclamó una infracción de Gnabry contra el portero Marchesín, que no le permitió reaccionar en la línea de meta. Finalmente, vía VAR, se anuló.

El duelo se fue tornando áspero, porque Bayern entró en el juego que propuso Boca, en el sentido de ir a la refriega. De igual manera, la sensación de que los bávaros iban a llegar al gol estaba latente. Así sucedió en los 17′, cuando Harry Kane hizo el 1-0. El artillero inglés captura un rechazo flojo de Luis Advíncula y remata de zurda para instalar la ventaja. Un par de minutos después, Coman casi hace el segundo. El partido era un monólogo.

Boca esbozó una reacción, en la media hora. Kevin Zenón contó con dos opciones de cara a portería, sin embargo no pudo ante el prominente Manuel Neuer. En los 31′, el golero le sacó un tiro libre al exvolante de Unión de Santa Fe. Después, le contuvo con una mano otro disparo. Era saludable para el devenir del encuentro, aunque se convirtió más bien en un oasis.

La escuadra de Vincent Kompany registró el 72% de posesión en la primera mitad, pero solo encontró un gol. Boca seguía vivo en un encuentro de alto voltaje. Carlos Palacios se mantenía en el campo durante el complemento, más cargado por la izquierda. En el lado xeneize, el meta Agustín Marchesín era clave para sostener la estantería.

Puede tratarse de una acción fuera de contexto, pero el uruguayo Merentiel hizo un golazo para darle el empate a los xeneizes. En los 66′, un pase de Alan Velasco acaba con una corrida notable del delantero, quien sobrepasa a su marcador y define con fuerza ante Manuel Neuer. Fue un estallido transandino en Miami. Era La Bombonera más que el Hard Rock Stadium. Con el 1-1 en la cuenta, se acabó el partido para Palacios e ingresó Williams Alarcón.

El empate tenía sabor a triunfo para los transandinos, considerando el linaje del rival y que mantenía firme sus opciones de clasificación. Sin embargo, llegó el azote en la recta final. Tal como ante Benfica, a Boca se le escapa el resultado cuando lo tenía a la mano. En los 84′, un zurdazo de Michael Olise se clava en la parte baja del arco de Marchesín, y también en el corazón de los boquenses. Incredulidad en los forofos argentinos.

El Boca de Miguel Ángel Russo podría tener en la bolsa cuatro puntos, considerando cómo se fueron dando sus encuentros. Sin embargo, tiene apenas uno. O sea, está al borde de la eliminación. Bayern lidera la zona C con seis unidades y diferencia de +11. Benfica es segundo con cuatro y +6. El elenco de Palacios y Alarcón tiene -1. Entonces, si quiere avanzar tendrá que golear a Auckland y encomendarse a los bávaros contra los lusos.