
Una épica batalla: Nicolás Jarry sucumbe ante la regularidad de Cameron Norrie y le dice adiós al sueño de Wimbledon
El deportista nacional dio una formidable batalla frente al británico y estuvo a punto de conseguir otra épica victoria, en un duelo más largo de su carrera y donde consiguió la mayor cantidad de aces en la historia del tenis chileno.

Salvo contadas excepciones, los partidos de Nicolás Jarry (143º) pasan por lo que él pueda hacer en la cancha. Su tenis agresivo le permite, para bien o para mal, tener el control de las acciones. Y precisamente el partido de octavos de final de Wimbledon ante el otrora top ten británico Cameron Norrie (61º) tuvo mucho de eso, ya que a pesar de haber logrado la inédita marca de aces para él y el tenis chileno (47), terminó cayendo por 6-3, 7-6(4), 6-7 (7), 6-7 (5) y 6-3.
La potencia del chileno y la gran regularidad de su rival fueron las claves del duelo disputado en la cancha 1 del All England. Eso quedó en evidencia rápidamente en un partido que se extendió por cuatro horas y 27 minutos y significó el partido más largo en la carrera de ambos tenistas.
Un solo mal juego bastó para que el jugador local se quedara con el set inicial. Fue en el octavo, donde el chileno estuvo muy lejos de lo que venía mostrando en el partido. No le entró el primer servicio y cometió varios errores no forzados, lo que le permitió ceder el único quiebre. Antes de eso, el nieto de Jaime Fillol había tenido una chance de rompimiento en el primer juego, pero no la pudo aprovechar.
El perder esa manga fue un golpe duro para el flamante número uno del país, quien entró con varias dudas en el comienzo del segundo capítulo. Sin embargo, logró zafar de ese momento crítico gracias a su saque, que le permitió salvar otro punto de ruptura.
Norrie, el único británico en competencia, apostó la mayoría de las veces por el saque abierto, muy típico de los jugadores zurdos. Además, sin ningún tiro sobresaliente pero con una gran regularidad, su plan le estaba dando réditos debido a que era Nico el que acertaba o erraba.
En el sexto juego, el Príncipe tuvo otra posibilidad de quiebre, pero su devolución estuvo poco fina como para aprovechar esa opción. Esa falta de consistencia la terminaría pagando caro, pues en los games siguientes tampoco pudo concretar esas posibilidades.
Ambos mantuvieron su saque, por lo que todo se definió en el tie break. Jarry partió con un ace y luego consiguió un miniquiebre con una gran devolución de revés. Sin embargo, en la jugada siguiente, falló nuevamente con la derecha. De ahí en adelante, todo sería para el europeo, quien aprovechó todos los errores del chileno para quedarse con el segundo parcial.
Una luz de esperanza
Luego de una discusión con la jueza de silla por las demoras de Norrie con sus servicios, Jarry entró a jugar la tercera manga. Salvó puntos de quiebre en el segundo y en el cuarto game, para intentar ponerse en carrera. No obstante, necesitaba con suma urgencia poder ajustar sus tiros y tratar de romper la consistencia de su adversario, especialmente al momento de devolver. Lo que sí estaba claro era que no se iba a rendir tan fácilmente.
El trámite del set nuevamente se definió en un desempate. Por momentos, todo parecía que sería un calco del capítulo anterior, sobre todo después de que el jugador local llegara a estar 5-3, pero una doble falta le abrió las esperanzas a Nico. A partir de ahí, todo cambió. Y si bien, el nacido en Sudáfrica llegó a tener un match point con su saque, el nieto de Jaime Fillol jugó con una enorme valentía esos puntos decisivos y logró revertir la situación para llevar el encuentro a un cuarto parcial.
Salir vivo de ese tie break fue una inyección anímica enorme. Aun así, debió enfrentar un momento difícil en el quinto juego, salvando dos puntos de quiebre. Sin embargo, nuevamente su primer saque acudió al rescate para mantenerlo en carrera.
Por errores propios y mérito del rival, el pupilo de César Fábregas y José Checa tampoco pudo aprovechar los tres puntos de quiebre que tuvo en el game siguiente, especialmente con el segundo saque de su contrincante, pero sí envió el mensaje de que estaba al acecho de Norrie.
Otra vez el desempate fue el camino para definir el parcial. Un impresionante revés cruzado le dio un temprano miniquiebre al chileno. Luego el pupilo de Facundo Lugones ganó cuatro puntos al hilo, pero sintió la presión y eso Nico lo olió. Aprovechó los errores no forzados de su rival y con su 43º ace se quedó con la cuarta manga.
La definición
Después de más de tres horas, el desafío para Jarry era mantenerse bien físicamente, tomando en cuenta de que viene de ganar tres partidos en la qualy y tres en el cuadro principal. De hecho, el primero de ellos, ante Holger Rune, fue también en cinco sets. Ese cansancio fue afectando su efectividad con el primer servicio.
El inicio del último parcial no fue alentador para el capitalino, quien producto de una doble falta y de un par de errores no forzados, cedió su saque en el segundo juego. No obstante, siguió intentándolo con las fuerzas que le quedaban en el siguiente game, pero nuevamente no puso aprovechar los tres puntos de quiebre que dispuso.
Con el transcurso de los minutos, el desgaste se fue haciendo más evidente. Si bien Jarry luchó cada pelota, no pudo cambiar su suerte y se despide en los octavos de final en la Catedral. Un resultado que lo pone de vuelta en el top 100 y le devuelve el número uno de Chile.
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