El viaje de Arias a ninguna parte

ARIAS

Una grosera salida del arquero graficó una Copa llena de dudas del elegido por Reinaldo Rueda para reemplazar a Claudio Bravo como el 1 de la Roja.



No ha sido una Copa fácil para Gabriel Arias. Siempre bajo la sombra de Claudio Bravo, el arquero ha mezclado buenas con malas. En Brasil, el meta de Racing se ha visto nervioso y asustado. Lo de ayer frente a Perú fue una muestra de aquello.

En el minuto 38 la Roja ya perdía por 0-1, donde no tuvo responsabilidad. Chile no lo pasaba bien. En eso un largo balonazo pilló mal parada a toda la defensa nacional, en especial a Jean Beausejour. El carrilero de la U dejó pista libre a André Carrillo, quien picó por la línea del lateral, aunque lejos aún del arco. Arias decidió salir, casi al vértice del área grande. Fue su gran pecado.

El neuquino llegó tarde. Demasiado. Y Carrillo se lo sacó de encima, pudo levantar la vista y ver a un compañero mejor posicionado. Ahí apareció Yoshimar Yotún, quien, con arco descubierto, mandó la pelota al fondo de la red. Mazazo para la Roja. Mazazo para Arias.

Perú se dio cuenta de eso. Cada vez que pudo, un jugador de su equipo probó las manos del ex La Calera, que siguió demostrando desconfianza. Guerrero lo dejó sentado para el 3-0 final.

A pesar de su bajo partido y su torneo lleno de dudas, Rueda lo respaldó tras la derrota. Y no es para menos, si fue el arquero por el que lo apostó todo. "Gabriel hizo un campeonato muy bueno, estuvo grandioso. Mostró un gran rendimiento. Por este resultado no nos podemos ir al otro extremo y sacrificarlo. Hoy (ayer) todo el colectivo fue el que hoy no funcionó", aseguró el colombiano. "Tiene que aprender, la Selección no es fácil. Claudio (Bravo) siempre lo ha hecho súper bien. Tiene que seguir mejorando, aprendiendo de los errores. Si está Claudio van a tener que pelear el puesto", advirtió Medel.

No fue el primer partido ingrato de Arias en la Copa. Contra Ecuador ya le había ocurrido, aunque con menos evidencia por la victoria. Esa vez mostró muchas dudas, provocando un penal y una falta revisada en el VAR que le costó una amarilla.

De ahí para adelante, una copa en la que debió batallar siempre contra los nervios. Y contra ciertas falencias, como el juego con los pies. Él mismo se sentía en deuda. Eso, sumado a las críticas en su contra por las redes sociales que él mismo reveló, lo tenían en mal pie.

Al final, sus números totales en la Copa América dicen que ha jugado 450 minutos en cinco partidos, que con los tres de ayer ha concedido cinco goles, que salvó siete veces el arco chileno, que atrapó cinco balones y puñeteó tres, que despejó tres veces, que cometió dos faltas (una fue penal y por la otra lo amonestaron) y que le hicieron una.

Y aunque él mismo ha descartado en Brasil sentir la sombra de Bravo ("no es una carga reemplazarlo" dijo hace algunos días), lo cierto es que en el cuerpo técnico sí han trabajado con él su cabeza.

Sin ir más lejos, el pasado martes Orlando Caicedo, el sanador pránico de la Selección, aplicó su método al arquero titular de la Roja. Muchas charlas y consejos fueron la tónica de los últimos días.

Se acaba la ilusión del tricampeonato para Chile y ahora viene el partido por el tercer lugar. ¿Se la seguirá jugando Rueda por Arias o le dará la oportunidad a Cortés? El colombiano tiene dos días para decidirlo.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.