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Cómo CNC abrió una puerta nueva para la escucha de música clásica

Por sus puestas en escena, los programas musicales, la mediación con el público en tiempo real y la experiencia de celebración más allá de lo que dura un concierto, Clásica No Convencional está capturando la atención del medio. Recientemente fueron nominados al premio Avonni.

Cómo CNC abrió una puerta nueva para la escucha de música clásica

Es un ángulo de vista que solo pueden tener los músicos al interior de una orquesta, observando y escuchando a sus compañeros. Pero desde que el año pasado se iniciaron los ensayos con presencia de público, algunos auditores también pueden vivir esa experiencia.

“En ensayos de la orquesta tenemos sillas puestas entre los músicos, donde se pueden sentar personas invitadas. La experiencia ha sido sorprendente para ellos y a veces incluso les resulta más interesante que asistir a un concierto como público”, enfatiza Francisco Martínez, director del área de educación de Clásica No Convencional (CNC).

Desde 2024, esta organización viene planteando un enfoque innovador frente a la escucha de música clásica en directo, con propuestas que no solo han alcanzado al público, sino también a músicos, críticos musicales como Mario Córdova y Gonzalo Saavedra, y personalidades como el director de orquesta Paolo Bortolameolli, quien se sumó a la idea de la experiencia “no convencional” y es un componente de ese equipo de gestión.

El músico Francisco Martínez lleva adelante las actividades de lo que en CNC se denomina “Dentro de la orquesta”: la convocatoria a liceos, colegios y fundaciones, para que asistan a esos ensayos con público situado sobre el escenario y al interior de la orquesta. “Son jóvenes de octavo a cuarto medio. El requerimiento es que tengan un interés propio por la música, que les guste escuchar, que tengan una banda o que estén en un ramo electivo. Así se genera una dinámica educativa nueva”, dice Martínez.

“Dentro de la orquesta” se realiza en cada fecha previa a los conciertos de CNC, que ocurren en escenarios fuera de la tradición de la música clásica: no en teatros, no en salas, no en óperas, sino el lugares del todo inesperados, como ocurrió en su inicio el Solístico de Santiago en el sexto subterráneo de un edificio.

“Siempre estamos buscando vínculos y espacios nuevos. Siempre estamos abriendo escenarios. Un galpón en desuso, una bodega industrial, un estacionamiento, la sede de un Cesfam, y por qué no un muro de escalada. Próximamente estaremos en un parque”, anticipa Pablo Gutiérrez, uno de los fundadores de CNC.

Partes de un todo

Estas son variantes de la innovación que ha planteado CNC y que estuvo nominado al premio Avonni, entregado por el mundo empresarial a organizaciones o iniciativas que aportan a la sociedad desde frentes diversos. CNC fue finalista en el certamen “por sus experiencias inmersivas y multisensoriales de música clásica en espacios urbanos no tradicionales, integrando visuales, aromas y ambientación para ampliar la conexión con el público”, argumentó el jurado de Avonni.

CNC también había obtenido el premio Classical Next 2025, que se entregó en Alemania y reconoce a proyectos internacionales innovadores en el campo de la música clásica. El año pasado ya se había premiado a una gestión chilena, con la distinción al Departamento de Extensión de la Usach.

“La innovación se da desde la elección de un espacio nuevo para escuchar música y su puesta en escena, hasta lo que sucede antes del concierto y después, donde muchas veces todo termina en una fiesta electrónica. También hemos incorporado nuevas músicas en los programas: alternamos los grandes clásicos con música del siglo XX, con nuevos compositores, nuevos solistas y agrupaciones jóvenes”, dice Paolo Bortolameolli, director musical de CNC.

Bortolameolli es un engranaje más en la maquinaria. En los conciertos también oficia como maestro de ceremonias, invitando a la audiencia a participar de la experiencia que tiene lugar en el escenario.

“El arte es una experiencia de encuentro. Hablar con el público no solo es útil, sino necesario para que la gente se sienta parte de este rito del encuentro. Mi idea es que seamos un colectivo entre quienes estamos en el escenario y el público”, dice Bortolameolli. “Claro, las personas se acercan a CNC por lo nuevo y lo llamativo, pero también terminan enganchados con lo emotivo de la música. Y nos cuentan que gracias a eso, el siguiente concierto que asistieron fue en el Teatro Municipal”, cierra.

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