Bonus track de la polera de Boric: Rockero dice que le pidió disculpas y que su música ahora se escucha más

JUANIYA (1)

Juaniya, el músico que saltó a la popularidad por obsequiarle al diputado la polera con Jaime Guzmán perforado por una bala, habla por primera vez de las consecuencias del hecho, de lo que habló con él tras el incidente y de cómo nació la idea del regalo. Además advierte: "no me arrepiento de habérsela dado".


El pasado lunes 31 de diciembre por la tarde, en plena víspera de las fiestas de Año Nuevo, un amigo le comentó por WhatsApp al músico chileno Juaniya lo que estaba sucediendo con un programa de YouTube que había realizado en 2017 y que estaba casi perdido en la inmensidad oceánica de la web.

"Fue como '¿qué está pasando?' No lo podía entender. Hace dos semanas éramos un par de pelagatos haciendo un programa, teníamos como dos mil visitas, con suerte teníamos micrófonos, nuestra factura era totalmente amateur, de mierda, todo nació de un carrete entre amigos donde nos pareció que era interesante dar a conocer a personajes públicos y los discos que los habían marcado. Y ahora pasa esto", dice a La Tercera PM el cantante, sentado en una fuente de soda del centro santiaguino, en referencia a la controversia política que inauguró la temporada.

En un registro de 2017 de su espacio El Disco –y difundido a través del twitter de José Antonio Kast-, le terminaba regalando a Gabriel Boric una polera con la imagen de Jaime Guzmán perforado por una bala. El diputado reaccionó de manera positiva con frases como: "¡bueeena!" o "¡aguante!". La secuencia le valió amplias críticas y en reiteradas ocasiones debió disculparse.

Juaniya, de 33 años, quien tiene un proyecto del mismo nombre adscrito al metal industrial y que no quiere revelar ni su nombre real ni el lugar donde trabaja, dice: "Yo le regalé la polera porque me pareció que él simpatiza con esa idea. Más que mostrar a Jaime Guzmán, es representar a una intervención democrática que él hizo y la forma en que la amarraron para que este sistema siga adelante hasta hoy. Me pareció que estaba bien y que era un buen regalo, es como si a mí me regalaran la nueva edición que salió del Álbum blanco de los Beatles".

¿Se arrepiente del regalo?

No, no me arrepiento. Yo sé que Gabriel sabe que no fue con mala intención. No fue hacerle una encerrona. O sea, ¡lo que hemos llegado a pensar! Hicimos el regalo que hicimos, en el momento que lo hicimos, y nadie se dio cuenta en un año y medio, hasta que lo tomó Kast.

¿Ha hablado con Boric después de esto?

Sí, hablé con él. Le dije que de verdad lo sentía. Es un asunto de disculpas: reconozco que se vio afectado y fue una situación difícil y complicada para él. Reconozco que lo llevé a esta situación y soy capaz de decirle de verdad que lamento lo que está pasando. Ahora, él me respondió lo que podría decir un hombre con valor y coraje: sabe que nunca fue algo malo, que no fue mi intención. Él ya pidió disculpas, ¿qué más quieren? Eso lo convierte en un tipo que merece mi respeto. Para pedirle disculpas al enemigo, reconocer el error, si él lo siente y es capaz de enfrentarse así a su enemigo, eso es tener valor y tener huevos. Hay un montón de políticos que jamás han pedido disculpas por lo que han hecho.

¿Cómo nació la idea de regalarle esta polera?

Un día abrí el clóset, bajó Dios y me entregó la polera. Y me dijo: "esta es tu polera para regalar en el programa".

¿?

Es que para mí, que no soy creyente, fue como: "si Dios me pasa esto, si Dios es el lado al que más se aferra la derecha, quiere decir entonces que Jaime Guzmán es lo más malo que hay" (se ríe).

¿Y cuál es la versión real de cómo nació la idea de esta polera?

A ver, a Alfredo Lewin (otro de los invitados a su programa), no le regalo ninguna polera con un político, porque siento que no le gustaría algo así. En cambio Boric, me pareció que podía simpatizar con eso. Es una forma de deconstruir la imagen de Guzmán y de todo lo que hizo.

¿Pero por un segundo no le pareció que era fuerte y podía herir sensibilidades una polera de una persona muerta, con una bala en la cabeza, independiente si está de acuerdo o no con él?

Es que lo de herir sensibilidades es también el proceso de sanación de todo un sector. Esto lo hablo por mí: hay todo un sector que no está de acuerdo con la Constitución y para mí tener a un personaje que hizo esta Constitución y la amarró para no cambiarla, no es el ser humano baleado… es mostrar lo que representa. La imagen es fuerte porque representa eso, no al ser humano baleado, sino que una herida que está abierta. Es fuerte, sí, pero también son fuertes las millones de cosas que pasan, como que el gobierno no se haga cargo de lo que pasó con Cantrillanca.

¿No es mejor hacer una crítica a Jaime Guzmán, o lo que según usted representa, de otra manera?

Si, si, puede ser. Me pareció solo un regalo. La manera tiene que ver mucho con la trinchera en la que estábamos, un programa muy alternativo y todo lo hacemos con convicción. Después se transformó en el típico juego del ciudadano enfermo que dice: "esto es para sacar provecho, para tratar de agarrar algo". No me interesa agarrar nada, hicimos la cosa sin nada de plata, sin intentar agarrar nada. Reconozco que Boric está en otra situación, no en la mía; pero yo no tengo que pedirle disculpas a nadie, menos a toda esa tropa de hipócritas. Para ellos es inmoral ver a Guzmán baleado, pero muchos hacen cosas mucho más inmorales. Esto fue una polerita nomás.

¿Siente que la tribuna alternativa desde donde hacían un espacio en YouTube puede justificar o explicar un regalo como ése?

Siento que sí, yo me la juego así. Pese a toda la gente que me ha criticado, y con qué moral, como la doctora Cordero.

Si Boric le hubiera dicho "qué desubicado este regalo", ¿lo habría dejado en el programa?

Sí, claro, no hubiera borrado nada de lo sucedido. Ahora, si él me hubiera dicho que se sentía mal con eso y mejor sacarlo, lo hubiera hecho.

Si tuviera una nueva temporada del programa, ¿volvería a regalar esa misma polera?

Diría: "tengo esta polera y tengo esta. ¿Cual eliges?" Esa sería la diferencia.

¿Pero la polera de Guzmán no la sacaría?

Probablemente no. La tendría. Pero la alternativa no sería tan sorpresiva, un poco más neutra. Trataría de que fuera una de Guzmán y otra de los Rolling.

¿Amenazado?

Juaniya, que sólo agrega como dato biográfico que posee estudios audiovisuales, dice que no se ha sentido amenazado ni perseguido por el caso polera. Que está tranquilo.

Sólo advierte una consecuencia. Y quizás positiva: "la gente que ha escuchado a mi grupo en Spotify ha subido mucho". De hecho, los cuatro discos de su banda están disponibles en la plataforma.

Si un productor de conciertos le conoce por este tema y le ofreciera un show publicitándote como "el metalero que le regaló la polera a Boric", ¿aceptaría?

Si me pagan dos palos, voy, ¡obvio! (se ríe). Claro, con dos palos hago cinco discos. Tendría que pensarlo. Entendería que el detonante sería la polera, pero también iría porque tengo toda una trayectoria detrás, la que los medios nunca han tomado en cuenta, porque el periodismo musical no baja donde estamos nosotros, deben encontrar que tocamos en puros lugares sucios; con suerte bajan de La Batuta.

¿Y si lo acusaran de aprovechamiento?

No tengo conflicto, me ha sacado la cresta trabajando, y eso me avalaría para aceptar si, pone tú, me llamaran, no sé, para telonear a Nine Inch Nails.

Por lo demás, el cantante aclara que el mote de "metalero" que le han puesto los medios no es correcto: "escucho de todo, me gusta tanto el metal como la música de Paul McCartney, John Lennon o Neil Young".

También se habló de su fanatismo por Charles Manson. Incluso en sus redes sociales tiene muchas fotos de él. ¿Lo admira?

Creo que Manson, y muchos quizás me van a lapidar por lo que voy a decir, pero para mí él es un gran compositor. La gente lo conoce como el asesino y todo eso… pero a mí me gustan sus discos, como el All the way no sé cuánto (N de la R: All the way alive, grabado en 1967). Me gusta su música, creo que es súper influyente. Neil Young también lo dice: cuando era un hippie que tocaba guitarra, tenía mucho talento. Me parece bueno, pero de ahí que se crea que yo tengo una familia fuera de Santiago o que me encanten los asesinatos, no, no pasa nada. Me gusta su imagen, el personaje icónico que representa, la maldad. Lou Reed le sacaba la mierda a su mujer y todos usan poleras de la Velvet Underground, y nadie dice nada.

"La polera de Camiroaga me parece la raja"

En rigor, los autores de la polémica imagen de Guzmán son Del Mal serigrafía, tienda ubicada en el Persa Biobío (aunque hoy ya no funciona) y que también ha saltado a la polémica por comercializar poleras de otro fallecido, el conductor Felipe Camiroaga, con un rostro endemoniado.

El vocalista se define aún como "cercano" a ellos.

"La polera de Camiroaga es la raja, no estas diciendo que él es un mal tipo ni nada. Esas señoras, las Halconas (grupo de fans de Camiroaga), tienen que entender que el hecho de ser público, el hecho de ser un icono, también hay que deconstruirlo, es parte de ser público".

¿Pero no hay otras formas de hacerlo? Por ejemplo, han salido toallas de Camiroaga, un calendario.

Sí, pero no es mi forma, no es la línea mía, no sería. Pero eso no tiene por qué herir los sentimientos hacia Camiroaga.

Pero es legítimo si alguien se siente herido.

Como también es legítimo venderla, como es legítimo comprarla. Es legítimo todo eso. Me gusta alterar lo que simboliza, provocar.

Juaniya sigue en sus respuestas profundizando en su crítica al sistema, en que su obsequio a Boric es inofensivo comparado con otras cosas que suceden en Chile y recalca que no se esperaba esta fama súbita. Que lo suyo era trabajar, hacer música, haber creado un programa sin mayor presupuesto en YouTube y mantener una banda con su propio nombre, y que define bajo sus propios términos: "Lo que hacemos yo lo defino como música para Nihilistas, Fantasmas y Drogadictos. Ese es el concepto".

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