Hasta que llegó el golpe que la Fiscalía de La Araucanía estaba preparando en absoluta reserva: la detención del líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul.

Pasadas las 13.30 de la tarde, efectivos de la PDI dieron cumplimiento a una orden de arresto emanada desde tribunales para aprehender a Llaitul, en Cañete, en la Región del Biobío.

La causa tiene su origen en 2020 cuando el gobierno anterior se querelló en su contra por los dichos que profirió el 8 de enero de ese año en las afueras del Tribunal de Juicio Oral de Temuco. Ese día, el líder de la CAM dijo -tras conocer el fallo condenatorio contra Daniel Canio, miembro de la organización- que “las comunidades, nuestro pueblo nación a estar activo en relación a lo que es la confrontación (...). Esta es una condena política y la respuesta se viene”. Junto con esto, en esa oportunidad, hizo un llamado a la “promoción a métodos que suponen el uso de la violencia y comisión de delitos, a fin de desconocer el fallo judicial referido y afectar las actividades forestales en la zona”.

El Ministerio Público logró recabar distintos antecedentes que apuntarían a los vínculos de Llaitul con estos delitos, entre ellos, la interceptación de sus comunicaciones. Estas deberán ser expuestas durante la formalización, la cual tendrá lugar mañana en el Juzgado de Garantía de Temuco. Allí se le levantarán cargos por la autoría de tres hechos: hurto de madera, usurpación y atentado contra la autoridad, este último fue el que se invocó en la querella por LSE.

Según informaron desde la Fiscalía de La Araucanía, también se le imputarán los dichos que profirió entre mediados y fines de julio, los cuales motivaron una ampliación de querella por parte del Ministerio del Interior.

En la ampliación de la querella, Interior advirtió que Llaitul “ha validado públicamente la vía armada como un mecanismo legítimo para reivindicar demandas sociales”.