El ‘ruido’ que genera la exclusión de la Defensoría de la Niñez en el Consejo para la Reactivación Educativa convocado por el Mineduc

En el ente que encabeza Patricia Muñoz aún hay extrañeza tras no haber sido requeridos por el Ministerio de Educación a la instancia donde la cartera apostó todas sus fichas para recuperar las brechas provocadas por la pandemia. Algunos consejeros tienen el mismo sentir no sólo con la defensora, sino que con otras instancias de la sociedad civil.


El 16 de enero y luego de un amplio análisis sobre los magros efectos de dos años de clases telemáticas, el Ministerio de Educación presentó en sociedad al Consejo para la Reactivación Educativa, compuesto por personas de la sociedad civil y política. El gobierno quiso dar señales con esta amplia convocatoria.

Ahí se incluyó a 23 personas que, a ojos del Mineduc, algo tenían que decir en pos de recuperar las brechas causadas por la crisis sanitaria. Entre otros, la cartera convocó a Yasna Provoste, presidenta de la Comisión de Educación del Senado y exministra de Educación (Bachelet 1); Ignacio Briones, exministro de Hacienda (Piñera 2); Claudia Uribe, directora de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe de la Unesco en Chile; Adriana Delpiano, exministra en ambos gobiernos de Bachelet de Educación, de Bienes Nacionales y del entonces Servicio Nacional de la Mujer; Ricardo Díaz, próximo presidente de la Asociación Nacional de Gobernadores Regionales; Carolina Leitao, alcaldesa de Peñalolén y presidenta de la Asociación Chilena de Municipalidades (Achm); Gustavo Alessandri, alcalde de Zapallar y presidente de la Asociación de Municipalidades de Chile, (Amuch); Rosa Devés, rectora de la Universidad de Chile; Carlos Díaz, presidente del Colegio de Profesores y Profesoras de Chile; Pedro Díaz, presidente de la Federación de Instituciones de Educación Particular (Fide); y Víctor Orellana, entonces director de la Fundación Nodo XXI y hoy subsecretario de Educación Superior.

Ese día y a la distancia, en las oficinas de la Defensoría de la Niñez miraban con extrañeza y asombro no haber sido convocados, siendo que desde hace un tiempo ya venían trabajando con el Mineduc al respecto. Más rareza aún les causó haberse enterado a través de los medios de comunicación de esta instancia.

“Tal como lo planteé en su momento al ministro de Educación y también al secretario ejecutivo del consejo (Joaquín Walker), nos parece que es un evidente error y falta de consideración al trabajo que la Defensoría de la Niñez ha hecho en materia de lograr que la exclusión escolar sea erradicada, el no haber sido considerados para el Consejo de Reactivación”, señala Patricia Muñoz, defensora de la Niñez, a quien le quedan sólo meses en el cargo.

Esto lo justifica porque han “venido demandando desde que surgimos como institución la creación de modalidades de reingreso y de alternativas que sean viables para el ejercicio efectivo del derecho de educación de niños, niñas y adolescentes”, además de haber colaborado en el pasado con el Mineduc en esta materia. Por eso, dice, “no puedo hacerme cargo de cuáles son las justificaciones para no haber sido convocados como institución a ese consejo y es el Ministerio de Educación el que tiene que responder esa pregunta”.

Y es que al momento de anunciado el consejo, varios de los participantes ya advertían que había que incluir más agrupaciones, personas e instituciones. “Tengo ganas de contribuir, pero es necesario ir sumando más actores porque esto debe ser un desafío país, una cruzada épica”, señalaba, por ejemplo, el exministro Briones.

Según cuentan en el entorno de la Defensoría de la Niñez, corporación de derecho público y autónoma de otros órganos del Estado, las sensaciones hasta hoy siguen siendo amargas por su ausencia en el consejo. Y es que en el órgano ven que el Mineduc los apartó sin muchas explicaciones, aun cuando la misión de la Defensoría es ser la institución del Estado que, de manera autónoma, promueva, defienda, observe y dé seguimiento al respeto de los derechos humanos de los niños, niñas y adolescentes que viven en Chile, según se lee en su página. La protección de la educación como derecho, creen, está relacionada indefectiblemente con su quehacer.

Nos enteramos de la existencia del consejo a través de la prensa por el lanzamiento que se hizo del mismo”, ahonda la defensora, quien agrega que le planteó al ministro “los cuestionamientos a propósito de no haber sido incluidos y también hicimos una solicitud explícita de indicaciones concretas de cómo va a ser el trabajo de este consejo y cuáles son los indicadores que se han definido para dar cumplimiento de los objetivos que tiene trazados y hasta el momento no tenemos una respuesta concreta de qué forma se han ido cumpliendo, cuántos de los niños que están excluidos del sistema escolar han sido reingresados al mismo”.

Muñoz detalla que lo que sí recibieron fue una invitación para tener alguna jornada de conversación con el secretario ejecutivo del consejo, “mas no una petición o invitación a formar parte del mismo”. Y suma: “A estas alturas, más que interesarnos en participar, lo que nos interesa es ver los resultados concretos que este consejo está teniendo. Fue anunciado con mucho bombo a nivel comunicacional, pero a nivel concreto necesitamos ir viendo los resultados. Este es un problema crítico que el país debe enfrentar con la seriedad, rigor y profundidad que implica tener a niños fuera del sistema escolar”.

Hoy, varios consejeros consultados por La Tercera PM tienen este magro sentir respecto de la ausencia de la defensora y Pedro Díaz, uno de los miembros del consejo, así lo resume: “Si bien valoramos la pluralidad y amplitud de participación que tiene el consejo, creemos que tiene algunas debilidades en el mismo sentido: había espacio para otras representaciones, una de ellas evidentemente es la Defensoría de la Niñez, que creo podría haber aportado mucho. Es una falencia”, señala.

Justamente, la sensación de que faltaron actores es algo que en ese momento ya graficaban algunos consejeros y que, hasta hoy, no se ha ido. “Falta buscar la manera de tener la participación de los padres”, decía apenas creado el consejo, por ejemplo, la alcaldesa Leitao.

En esa misma línea, y así lo hizo ver al ministro Marco Antonio Ávila y al consejo en la primera sesión, el timonel de la Federación de Instituciones de Educación Particular (Fide) expone que “falta también la voz de los padres de los estudiantes, que tienen un rol fundamental en que los niños vuelvan a la escuela y no están representados, y hay asociaciones de padres que entendemos que podrían haber estado”.

Con todo, el alcalde Alessandri señala que saben “que hay muchos interesados en aportar y por eso entiendo también que el ministerio está constantemente recogiendo propuestas de otros sectores. Lo importante, más allá de quienes estén o no dentro del consejo, es que esta instancia pueda trabajar con celeridad en sistematizar las propuestas que aporten a la reactivación educativa y que busquemos todos los espacios posibles como país, para la colaboración de una causa tan importante y que está afectando a tantos alumnos independientes de la región, provincia y comuna”.

Mineduc: “Siempre existen coordinaciones”

Consultado el Mineduc sobre por qué no convocaron a la Defensoría de la Niñez a este consejo y cuáles fueron los lineamientos para definir quién sí y quién no sería convocado, la vocería quedó en manos de Joaquín Walker, secretario ejecutivo del Plan de Reactivación Educativa, quien señala que la instancia es “transversal, integrada por organizaciones de la sociedad civil, organizaciones internacionales, académicos y representantes de comunidades educativas, que recoge propuestas de sus integrantes para la reactivación educativa, pero que también integra ideas de otras organizaciones que no necesariamente son parte del consejo, pero cuyas opiniones sumamos para resolver cuanto antes la situación educativa del país”.

Suma que este no es el único espacio de colaboración, “porque permanentemente estamos generando encuentros para la reactivación, que son espacios para recoger recomendaciones y alimentar el Plan de Reactivación Educativa, donde ha sido invitada la Defensoría de la Niñez. Y junto con eso, siempre existen coordinaciones entre el Mineduc y otras instituciones del Estado, que no están en el consejo, para aportar a esta misión país”. Dice, de hecho, que el espíritu del Plan de Reactivación Educativa es que “todos los actores interesados en prestar apoyo y buscar resoluciones se sientan acogidos en este espacio”.

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