La calculadora electoral: las dudas que ponen en riesgo una nueva Convención por el flanco izquierdo

La primera reunión de fuerzas politicas en el Congreso, realizada el miércoles pasado.

La zigzagueante tendencia electoral de los últimos años, donde ha predominado el voto de castigo al gobierno de turno, ha comenzado a sembrar inquietud en fuerzas aliadas del Presidente Boric respecto de la conveniencia de realizar una nueva elección de constituyentes, mientras la aprobación ciudadana al Ejecutivo siga baja.


Desde la primera administración de Michelle Bachelet (2006-2010), todas las elecciones a la mitad y al término del mandato presidencial han sido adversas para el gobierno de turno.

La zigzagueante tendencia electoral de los últimos años es precisamente uno de los factores que ha comenzado a sembrar dudas en fuerzas aliadas del Presidente Gabriel Boric, de si sería una buena idea en estos momentos una nueva elección de constituyentes, según admiten en privado algunos parlamentarios de partidos de izquierda.

Esos titubeos se suman a los reparos del Partido Republicano, del PDG y de algunos senadores de RN que no están dispuestos a apoyar una nueva elección de convencionales, independiente de que se mantenga el compromiso de cambiar la Constitución. Una postura que va en contra de lo trazado por el Ejecutivo, a través del Mandatario quien ha dicho, en más de una oportunidad, que se debe ser un nuevo organismo electo.

El péndulo

Los precedentes electorales son inquietantes para el actual oficialismo:

Las municipales de 2008 significaron un revés para la antigua Concertación, bajo el primer mandato de Bachelet, y anticiparon el primer triunfo de Sebastián Piñera en las presidenciales de 2009.

No obstante, el péndulo electoral se movió hacia el otro lado en los años posteriores. En las municipales de 2012, la derrota se devolvió para el oficialismo de Piñera, que perdió municipios emblemáticos como Santiago y Providencia, y en 2013, Bachelet recuperó La Moneda.

En las municipales de 2016, la derecha tradicional se desquitó, reconquistó Santiago y Providencia, y Piñera volvió a recibir la banda presidencial de parte de Bachelet en 2017.

El estallido social y la crisis política de 2019, al parecer, solo profundizó el “movimiento péndulo”. La derecha sufrió una de sus peores derrotas electorales de su historia en mayo de 2021, no solo en las municipales (que se postergaron un año por la pandemia), también en las inéditas elecciones de convencionales y de gobernadores regionales. Luego, en los comicios presidenciales de fines del año pasado, Gabriel Boric se transformó en el primer Presidente de una nueva coalición nacida desde la izquierda que llegaba al poder desde Salvador Allende.

Sin embargo, el resultado del plebiscito del pasado domingo -donde casi el 62% del electorado, con una participación superior al 85%, rechazó la propuesta constitucional en todas las regiones-, propinó una de las derrotas electorales más aplastantes que ha sufrido la izquierda-centroizquierda en su historia.

Dudas socialistas

Uno de los primeros en sincerar las dudas fue el diputado y jefe de bancada del PS, Marcos Ilabaca, quien realizó algunas declaraciones a T13 el lunes pasado. “En mi caso particular, tengo mis dudas y tengo que sincerarlo. Yo, diputado y representante de Los Ríos, creo que hay que analizar los resultados de manera más tranquila y ver si la ciudadanía quiere volver a vivir una Convención Constitucional nuevamente o existiría la posibilidad de generar algún tipo de acuerdo que permita resolver esto”, señaló el legislador.

En todo caso, los reparos a desarrollar una nueva instancia constituyente, similar a la Convención, ya habían sido expresados por el senador PS, Fidel Espinoza, el 15 de julio pasado, cuando salió refutar la idea del Presidente Boric para revivir el proceso si triunfaba el Rechazo. “Tenemos que dejar atrás la Constitución del 80, en eso no hay discusión, pero en lo que no estoy de acuerdo con el Presidente Boric es que tenemos que tener un nuevo proceso constituyente, con nuevos convencionales elegidos. Este proceso que culminó recién significó una millonada de recursos”, escribió el senador en redes sociales.

Otro influyente legislador socialista comenta que dado el comportamiento del votante en el plebiscito, que (dentro de los análisis) rechazó como una forma de castigo al gobierno de Boric, en una hipotética elección de nuevos convencionales, el malestar ciudadano también podría ser un factor perjudicial para las listas de candidatos del sector. Ello podría favorecer a la derecha y mermar la representación de la izquierda en una nueva instancia. Es decir, el fenómeno de “lastre” que significó el gobierno de Piñera para Chile Vamos en la pasada elección de convencionales, ahora podría tener un efecto inverso para los aliados de Boric, mientras la aprobación del Ejecutivo siga siendo baja.

Si bien en la directiva socialista admiten que existen estas prevenciones, precisan que por ahora son opiniones minoritarias dentro del partido que mantiene su postura de realizar una nueva asamblea constituyente elegida especialmente para redactar una nueva Constitución.

Los interlocutores de Chile Vamos también están al tanto de los titubeos que hay sobre todo en la centroizquierda, lo que es un elemento que les ayuda en las negociaciones, especialmente para añadir un componente de expertos, posiblemente designados por el Congreso, para un nuevo órgano constituyente, que igualmente podría tener una composición mixta con ciudadanos elegidos en votación popular. De hecho, así lo sinceró el presidente de la UDI, Javier Macaya, en un mensaje que envió a militantes del partido.

De todas formas, en sectores de izquierda y también en la derecha en Evópoli este viernes criticaron a las voces que se están descolgando de la idea de una nueva Convención.

El desgaste

La politóloga y experta electoral, Javiera Arce, cree que los últimos procesos electorales muestran un acelerado “desgaste del incumbente”. “Los niveles de volatilidad en Chile se han ido incrementando con el tiempo. Luego de 20 años de gobiernos de la misma coalición, ha habido mayor alternancia por desgaste de quienes tienen el poder. Ahora claramente hay un desgaste de la izquierda”, añade la académica, quien cree que si no cambian variables en juego, entre ellas una mala evaluación al gobierno, es posible suponer “que en una elección próxima no le vaya bien” a la izquierda.

A juicio del cientista político Kenneth Bunker no está en duda una nueva Constitución, sino que el problema está en las reglas para elegir a los nuevos convencionales. “La derecha tiene el sartén por el mango”, dice y cree que aparentemente el objetivo de Chile Vamos es generar reglas electorales más similares a la elección de parlamentarios. “Es evidente que hay un efecto de la contingencia sobre lo que pueda pasar en una elección. Dado que el gobierno está débil, las personas podrían votar de cierto modo, como castigo al gobierno”, dice, pero agrega que no debiera ser tan gravitante si se mantienen las tendencias históricas, donde la derecha obtiene generalmente el 40% de los votos.

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