La ola de denuncias contra un influyente guionista que reactivó al movimiento #MeToo en China

El guionista Shi Hang da un discurso de apertura en el Festival de Cine de Shanghái, en junio de 2017. Foto: AFP

Tras años sofocado debido al férreo escrutinio del gobierno chino tanto en redes sociales como en la vida real, acusan medios occidentales, la llama se volvió a prender con una serie de denuncias de mujeres que van desde la acusación contra Shi Hang, hasta una de violación en una universidad.


Seis años han pasado desde que, alentadas por las acusaciones de comportamiento depredador del productor de Hollywood Harvey Weinstein, millones de mujeres de todo el mundo iniciaran una campaña que luego se conocería simplemente como el #MeToo, generando una serie de debates en todos los rincones del globo sobre temas como el acoso y abuso sexual, y la desigualdad de género.

China, pese a tener sus propias redes sociales separadas de Occidente, no fue ajena a la ola. Pero la llama pareció apagarse con el pasar de los años, en parte, por el acoso estatal cuando las denuncias tenían que ver con el gobernante Partido Comunista, según han acusado medios internacionales. Sin embargo, durante las últimas dos semanas, la situación cambió radicalmente con la denuncia de varias mujeres -que prefirieron no revelar su identidad real- contra Shi Hang, famoso e influyente guionista chino acusado de acoso sexual.

El hecho se hizo público la última semana de abril, y sacudió las redes sociales chinas como Weibo, una restringida plataforma similar a Twitter, donde el hashtag MeToo volvió a aparecer. Junto a esta denuncia, otras surgieron y se viralizaron. Durante el mismo mes, se presentaron acusaciones contra un destacado editor de textos feministas, afirmó The Guardian, y una denuncia de una mujer que afirma haber sido violentada sexualmente por un profesor hace 11 años, provocando su embarazo y posterior aborto por presión del agresor, abrieron la puerta a una nueva ola china del movimiento feminista.

Casos bullados

Las acusaciones no le salieron gratis a Shi Hang, de 52 años. Figura conocida entre los círculos de los medios de comunicación y de literatura en China, no ha sido procesado legalmente, pero su imagen pública se ha desmoronado con el paso de los días.

Según CNN, varias de las empresas con las que tenía contratos se desvincularon de él, luego de que más de 12 mujeres acusaran haber sido acosadas sexualmente por el guionista. New Weekly, una famosa revista de noticias domiciliada en Guangzhou, una librería y un teatro en Beijing, la capital china, cortaron lazos con Shi.

Además, Xiron, una editorial de Beijing, dijo que también prescindiría del vínculo con el acusado, pese a que tenían planeado apoyar el libro de Shi, Fang Si-Chi’s First Love Paradise (“El paraíso del primer amor de Fang Si-Chi”). El relato fue fuertemente criticado a la luz de los eventos, considerando que cuenta la historia de una niña de 13 años obligada a mantener relaciones sexuales por su profesor, detalló CNN.

Mujeres sostienen pancartas alusivas al #MeToo en China, en medio de un caso judicial sobre acoso sexual en diciembre de 2020. Foto: AP.

“Sin duda, esto demuestra que las feministas son más poderosas que nunca a la hora de influir en la opinión pública y, por tanto, de presionar a las instituciones para que cedan”, dijo al medio una destacada feminista china que no quiso revelar su identidad, y que actualmente reside en Nueva Jersey. Según ella, sería la primera vez que numerosas organizaciones del gigante asiático se desligan públicamente de una celebridad por posibles casos de acoso sexual.

A través de redes sociales e incluso medios estatales chinos, el grupo de denunciantes describieron un patrón visible durante más de una década de supuesta conducta inapropiada de Shi Hang, que incluía desde comentarios sexualmente sugerentes, hasta manoseos y besos, detalló CNN.

En su cuenta de Weibo, la que suma tres millones de seguidores, negó todas las acusaciones en dos publicaciones distintas, asegurando que los encuentros relatados fueron todos consentidos. “Nunca me he impuesto en contra de la voluntad de una mujer, ni he utilizado mi supuesta posición de poder para violar a nadie”, escribió la semana pasada en el símil de Twitter chino. También publicó fotografías de una serie de conversaciones con sus acusadoras, donde asegura que ellas no muestran oposición a los comentarios subidos de tono.

Luego, cinco de sus acusadoras declararon que eso mostraba precisamente el desequilibrio de poder entre ambas partes, especialmente considerando que muchas jóvenes fans y mujeres que buscan hacerse un nombre en la industria llegaban a él para surgir, detalló CNN.

“Como la parte con más poder, Shi Hang sigue creyendo que puede ser él quien defina lo que es ‘apropiado’ y lo que constituye acoso sexual”, escribieron en un comunicado. “Este es precisamente el pensamiento convencional de quienes tienen poder”, cerraron.

Otro caso que salió a la luz recientemente fue el descrito por una mujer que relató haber sido violada por un profesor de la mayor universidad pública de China hace 11 años, cuando la víctima tenía 16, lo que sacudió el escenario local. El acusado, empleado en la Universidad de Zhengzhou, en Henan, fue suspendido mientras se investiga la situación.

Una manifestante sostiene un cartel #MeToo fuera de un tribunal antes de la vista de un caso de acoso sexual que involucra a un presentador de la televisión estatal china, en diciembre de 2020. Foto: Reuters

“Hola, profesor”, parte la publicación viralizada. “Soy la chica a la que lavaste el cerebro, a la que controlaste mentalmente durante dos años y medio, a la que violaste, a la que destruiste”, detalló The Guardian. La mujer acusa que, además de haber sido violada, el profesor la obligó a realizarse un aborto, acompañándola al hospital para asegurarse.

Dijo también que podía mostrar pruebas del aborto, mas no tenía cómo demostrar la relación con el profesor. Además, planteó que no buscaba consecuencias penales para el acusado, pero sí que se supiera la historia, tónica repetida en el ámbito de las denuncias de este estilo.

Un problema legal

Es “cada vez más claro que buscar soluciones legales para el acoso sexual no es realista”, dijo a CNN la destacada feminista de New Jersey, transparentando una realidad cruda: muchas veces, probar en una corte casos ocurridos como el del profesor de la Universidad de Zhengzhou, es poco factible. Es por eso que destaca lo que hicieron las denunciantes en el caso del guionista Shi Hang.

“Las víctimas del caso (de Shi) aprendieron claramente la lección de que hay pocas esperanzas de éxito en denunciar a la policía o presentar una demanda”, afirmó. Según The Diplomat, si bien el acoso sexual se menciona en la Ley de Protección de los Derechos e Intereses de la Mujer de la República Popular China, que entró en vigor en 2005, no se define con claridad. Un dato esclarecedor es el que aportó el mismo sitio: entre los 50 millones de sentencias judiciales públicas de entre 2010 y 2017, solo 34 se centraban en el acoso sexual, y solo dos fueron interpuestas por víctimas, siendo ambas desestimadas por el tribunal respectivo por falta de pruebas.

Fue recién a fines de 2018 que el Tribunal Popular Supremo de China incluyó el acoso sexual como motivo de demanda civil, detalló la revista, mientras que en julio de 2019 ocurrió la primera demanda civil que incluía esta figura, y que tuvo un resultado favorable para la persona denunciante.

Este problema legal se suma al historial de persecución de China, afirmaron medios internacionales. Según The Guardian, numerosas personas fueron detenidas o acosadas en el pasado, como fue el caso de Huang Xueqin, periodista y activista china del movimiento MeToo y los derechos de las mujeres que lleva cerca de dos años en la cárcel sin cargos.

Otro caso con repercusiones globales fue el de la estrella del tenis chino Peng Shuai, quien fue rápidamente silenciada luego de acusar de agresión sexual en 2021 de manera pública al ex viceprimer ministro Zhang Gaoli. Luego, desapareció por varias semanas, mientras que el foro en el que se publicó la denuncia fue censurado por el gobierno. Fue solo tras una campaña mundial que reapareció retractándose de todos sus comentarios, recordó The Guardian.

Zhou Xiaoxuan, también conocida como Xianzi, una figura feminista que saltó a la fama durante el movimiento #MeToo de China, en septiembre de 2021. Foto: AFP

Quizás uno de los casos más famosos fue el de Zhou Xiaoxuan, exbecaria de la televisión estatal china que demandó al presentador estrella, Zhu Jun, de besarla y manosearla sin su consentimiento, en una batalla legal que duró años, y que finalmente fue desechada por los tribunales en agosto de 2022.

Pero no todo ha sido derrotas. Aunque escasas, pero las victorias legales se han dado en la nación oriental, como lo fue cuando en 2022 el popular rapero y actor sino-canadiense Kris Wu fue condenado a 13 años de prisión por violación, luego de que una estudiante china de 18 lo denunciara y este fuera rápidamente detenido.

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