Los peros de una primaria convencional Narváez-Provoste: costear más de $ 150 millones, sin franja y competir contra Boric, Jadue y Chile Vamos

En los partidos admiten que esa medición podría convertirse en una arma de doble filo por el costo económico que tendría llevarla adelante -no podrán recibir aportes- y la posibilidad de que congregue a menos personas que la primaria entre Daniel Jadue (PC) y Gabriel Boric (CS). Sin embargo, principalmente en el PS, desdramatizan esos riesgos y aseguran que si esa fórmula les permite llegar con una opción competitiva a la primera vuelta “valdrá la pena” y que una competencia entre Provoste y Narváez -la única que tendría participantes mujeres- llamaría, sin duda, la atención de las “cámaras” y, en ningún caso, quedarían invisibilizadas.


“Es una apuesta muy riesgosa”. Esa es la frase que repiten en la Democracia Cristiana respecto de una eventual primaria convencional -no legal- entre la candidata del Partido Socialista, Paula Narváez, y la presidenta del Senado, Yasna Provoste (DC).

Esa opción se instaló como una posibilidad entre esos partidos luego de la fallida inscripción de primarias legales, el miércoles pasado, jornada en la que quedaron dañadas las confianzas al interior de la Unidad Constituyente. Ese día, el eje PS-PPD estuvo a punto de romper el pacto histórico con la Democracia Cristiana y unirse a uno con el Partido Comunista y el Frente Amplio. Sin embargo, tras el veto de las fuerzas de Apruebo Dignidad al PPD y Nuevo Trato, eso no ocurrió, dejando fuera a la ex Concertación de esos comicios.

Ante las tratativas de algunos dirigentes socialistas para recomponer lazos, la DC definió aplazar cualquier tipo de decisión respecto de su propia carrera presidencial hasta después de la segunda vuelta de gobernadores regionales, el 13 de junio. Todo esto, además, con el objetivo de “darle tiempo” a Provoste, como lo pidió la propia democratacristiana la semana pasada. “Mal podemos pronunciarnos sobre una eventual primaria convencional cuando no nos hemos vuelto a sentar a la mesa para resolver si queremos seguir caminando juntos”, dice el secretario general de la DC, David Morales.

Los tiempos para definirlo son acotados y en los partidos recalcan que una eventual elección tendría que realizarse antes del 23 de agosto, fecha de inscripción de la primera vuelta presidencial. Pero más allá de un problema de calendario, en las colectividades -y con mayor fuerza en la DC- ven con preocupación ciertos riesgos económicos y políticos que podrían conllevar esos comicios.

El más relevante, dicen en las directivas, es la posibilidad de que su medición tenga una participación menor a la primaria legal del bloque Apruebo Dignidad. De ocurrir eso, el sector quedaría debilitado para enfrentar la primera vuelta frente a la carta de sus adversarios en la centroizquierda. “Pase lo que pase, la comparación entre ambas primarias va a ser evidente”, dicen en esas colectividades.

A ese riesgo se sumaría el temor que existe en el sector de que la primaria legal tenga una mayor “visibilidad” y que, por lo tanto, se lleve la atención pública. Sobre eso, además, una eventual medición entre Provoste y Narváez tendría que competir no solo con acaparar la agenda de la primaria entre Boric y Jadue, sino que también con la de Chile Vamos.

Además, otra complicación sería el alto costo económico que significarían estos comicios, situación a la que no se tendrían que enfrentar si hubiesen inscrito primarias legales. En las colectividades estiman que al no tener al Servel financiando sus elecciones, tendrían que desembolsar casi 150 millones de pesos. Lo más caro, dicen, sería la impresión de votos. Pese a esto, algunos en el PS sostienen que esa cifra “no sería impagable” para los partidos.

No obstante, según explican desde el Servel, todo el proceso que se terminará el 18 de julio -incluyendo habilitación de locales, vocales de mesa, instructivos sanitarios, fabricación de votos y franja televisiva, entre otras cosas- les costaría cerca de tres mil millones de pesos, considerando ambas primarias. Sobre esto, el punto en el que no caerían en una desventaja es que en las primarias legales no existe financiamiento fiscal, aunque de todas formas no tendrán la opción de recibir aportes, como sí lo harán Boric y Jadue.

Además, según fuentes de la industria televisiva, los 15 minutos que tendrá cada candidato en la franja tendrían un costo de alrededor de $180 millones de pesos con cargo al Servel.

Y pese a que en el PS reconocen que inscribir primarias legales era el mejor escenario, desdramatizan los riesgos que una medición convencional pueda implicar. En esa colectividad admiten que les conviene esa fórmula para que se zanje de forma democrática a la carta que el partido va a terminar apoyando en primera vuelta, sobre todo, porque sigue la preocupación de que Narváez no despegue.

Pero más allá de eso, en la tienda destacan que de todas formas una primaria entre Provoste y Narváez -la única que tendría participantes mujeres- llamaría, sin duda, la atención de las “cámaras” y, en ningún caso, quedarían invisibilizadas. Además, dicen las mismas fuentes, les permitiría iniciar un despliegue nacional y dar a conocer sus propuestas programáticas.

Asimismo, destacan que al no tener que grabar una franja para la primaria legal, se ahorrarían recursos. “Este es un tema de voluntad política. Si terminamos con una candidata inscrita y somos competitivos, todo va a haber valido la pena”, sostiene un dirigente de la colectividad.

En la DC, por su parte, creen que por la postura del PS el escenario se inclinaría hacia una primaria convencional, aunque algunos apuestan a que el desempeño de Provoste en las encuestas termine por provocar que sea proclamada por el sector. “Puede que ni siquiera sea necesaria esa medición”, dicen desde el círculo de la propia senadora por Atacama. Y si bien en el partido sostienen que la legisladora estaría dispuesta a competir, aseguran que el escenario “ideal” sería una proclamación.

Con todo, desde el entorno de Provoste aseguran que su único plan en este momento es seguir cumpliendo su rol como presidenta de la Cámara Alta.

Los gestos DC-PS

“Nosotros trabajamos muchos años, reconquistamos la democracia con heridas mucho más profundas, con el Partido Socialista y los demás partidos de oposición y en eso voy a trabajar”, dijo la presidenta interina de la DC, Carmen Frei esta semana.

Sus palabras fueron leídas en el PS justamente con la intención de los democratacristianos: que se comiencen a apaciguar los ánimos entre esos partidos para iniciar las conversaciones de cara a la carrera presidencial. De hecho, se espera que en los próximos días haya contactos formales para analizar este escenario.

En ese contexto, ambas colectividades han hecho gestos en esa dirección. Uno de esos fue la inclusión del secretario general del PS, Andrés Santander, al equipo de la candidatura a gobernador regional de Claudio Orrego (DC), quien está apoyando en materia de estrategia electoral, mientras que desde la DC definieron que seguirían trabajando en las 11 campañas para segunda vuelta de gobernadores de Unidad Constituyente, ratificando su compromiso con sus socios.

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