Luis Medina, presidente del Colmed Los Ángeles: “El proyecto de nueva Constitución es una lista de deseos interesante”

El dirigente sostiene que la Convención tuvo que haber sido más categórica sobre la participación que deben tener los sectores público y privado y haber dicho de forma explícita que el sistema estará compuesto por ambos. Asimismo, establece que "mientras no mejore la infraestructura y la cantidad de recursos humanos, es poco probable que un sistema planteado de esta forma resuelva realmente los problemas de la gente".


Luis Medina es presidente regional del Colegio Médico de Los Ángeles. Fue electo en mayo de 2017 con amplia mayoría y reelecto para un segundo período en diciembre de 2020. El doctor egresó de medicina de la Universidad de Concepción en 1993 y desde entonces ha trabajo en el sistema público. Fue médico general de zona en el Hospital de Huépil y actualmente trabaja como neurocirujano en el Hospital de Los Ángeles, ambos recintos en la región del Biobío.

A menos de un mes del plebiscito que decidirá si habrá nueva Constitución o no, el especialista se inclina por el Rechazo. Explica que tiene reparos con las propuestas de salud y recalca que la Convención tuvo que haber sido más clara con ciertos puntos. Así, se identifica como uno de los disidentes dentro del gremio.

El artículo 44 aprobado por la Convención establece un Sistema Nacional de Salud de carácter universal, público e integrado. ¿Cuáles son los puntos que destaca?

De ese artículo es interesante la palabra integrado porque implica que puede haber una muy buena alianza pública-privada que permitiría mejorar y optimizar la gestión de los recursos sanitarios del país. Lo que no queda muy claro es que es lo que se va entender como sistema sanitario, dado que dice que podrá ser integrado por los privados, pero no establece fehacientemente si van a ingresar al sistema.

¿Es funcional lo que está aprobado en cuanto a salud?

La propuesta está recogiendo muchas de las nuevas políticas sanitarias a nivel mundial, pero me preocupan varias cosas. Por ejemplo, el rol de la medicina privada en Chile. Sabemos que hay un porcentaje importante de la población que se atiende en área pública con un sistema de salud deficitario estructuralmente y con pocos recursos. Por otro lado, hay personas que son cerca de tres millones y que se atienden en el sector privado, dado que consideran que las prestaciones que otorga el sistema nacional de salud no son las adecuadas. Entonces, cómo se van integrar estos dos sistemas. Si todas las cotizaciones van a un solo sistema sanitario, implicaría que todas las personas que se atienden en el sector privado van a tener que integrarse al sistema nacional, aumentando la demanda, el cual en estos momentos no cumple las condiciones para resolver dicha demanda y un ejemplo claro es el aumento progresivo de las listas de espera.

¿Cree que un fondo único resolvería los problemas en el sistema de salud?

Eso ya está estudiado. Estudios realizados por universidades o exautoridades hacen ver que la integración de estos dos fondos no va a ser suficiente para cubrir al 100% de la población, entonces igual vamos a tener que meter la mano al bolsillo. El Estado tiene que definir cuánto dinero más va a tener que poner para equilibrar el sistema financiero. Parte del déficit estructural que hay es por el financiamiento. Nosotros sabemos que Fonasa les paga a los establecimientos públicos, pero los hospitales tienen déficit y el problema es que Fonasa no valora las prestaciones a costo real, por lo tanto, siempre va dejando un espacio de financiamiento que los hospitales tratan de cubrir.

¿Qué pasaría si cae una isapre?

Es un tema complejo. Hay una serie de pacientes que tienen patologías que son de alto costo o que tienen preexistencias y es probable que cuando quieran ingresar a otra isapre van a tener un mayor costo en su programa de salud o bien van a migrar al sistema público de salud; porque no van a tener cabida en el sistema privado por un tema de costos y eso va a aumentar la demanda y volvemos a lo mismo: aumento de listas de espera y de los tiempos de acceso.

El Colegio Médico tiene un postura a favor del artículo 44, ¿cómo se pusieron de acuerdo?

Como todo órgano colegiado las decisiones públicas son democráticas. Evidentemente hay posturas que están a favor de este sistema sanitario, pero también hay un grupo de médicos que no estamos de acuerdo con todas las implicancias de este sistema. Mientras no mejore la infraestructura y la cantidad de recursos humanos, es poco probable que un sistema planteado de esta forma resuelva realmente los problemas de la gente. Lo que sí es probable, es que termine aumentando las listas de espera. Hay que considerar que nuestro producto interno bruto no es el mismo de los países Ocde. Nosotros promediamos alrededor de 26 mil dólares per cápita por año, y el promedio de la zona europea es de 46 mil dólares. Entonces, cuando nosotros hablamos que vamos a invertir el 8%, estamos hablando del 8% de 26 mil y cuando Alemania dice que invierte el 10% en salud, corresponde al 10% de 49 mil dólares per cápita. Los números para tener una salud pública de calidad no dan por ahí. Lo que nos interesa es que Fonasa mejore como aseguradora y mejore los programas y los tiempos de respuesta.

¿Cómo debería ser la relación entre el sistema privado y público?

Debe haber una relación de asociatividad, donde las atenciones que no pueda realizar el sistema público se realicen en el sector privado. Las personas no pueden esperar eternamente por una solución y segundo, hay cosas que el sistema público está haciendo mucho mejor con ciertas patologías, y el sector privado podría acceder a estas prestaciones y eso va ir en directa mejoría de la salud de toda nuestra población. Creo que el tema fundamental está en las formas de financiamiento y en qué va pasar con la posibilidad de libre elección. Las encuestas han mostrado de forma sistemática que las personas no quieren perder su capacidad de elección en sus atenciones de salud y en ese contexto hay que escuchar a nuestra población.

¿Tiene algún reparo con lo propuesto en salud?

El proyecto de nueva constitución es una lista de deseos interesante. Cuando uno tiene deseos de querer hacer las cosas bien, también tiene que tener un camino y recursos para ello. Uno ve que hay muchas ganas de hacer las cosas, pero no tenemos la fuerza económica para hacerla. Tal vez, hay que aterrizar estos deseos a lo que podemos lograr en un periodo de tiempo. Hay que considerar cómo está Chile desde el punto de vista económico, pues al no crecer es poco probable que existan los recursos para financiar esta tremenda reforma de salud.

¿Hay algo que reformaría de la propuesta en términos de salud?

El punto siete dice que el Sistema Nacional de Salud “podrá” estar integrado por prestadores públicos y privados, pero podría decir “debe”. Al tener esa posibilidad cambia significativamente el giro de la reforma en el cual pueden existir los dos sistemas. No podemos quitarles a las personas la posibilidad de decidir dónde atenderse ni tampoco podemos aumentar la carga pública financiera para atender el 100% de la población si hay un 20% que puede financiarse de otra manera. Hay que focalizar los esfuerzos en el sistema público para que cuando se haga atractiva , de forma espontánea se dé la migración del sistema privado al público.

¿Votará Apruebo o Rechazo?

Yo leí la propuesta de la Constitución y hay muchas cosas que me generan incomodidad y creo que voy a votar Rechazo. Primero, porque aparte de buenas intenciones no veo un camino claro de cómo financiar estas intenciones. Además, me incomoda mucho el tema de la plurinacionalidad, pues me parece que la multinacionalidad me parece mucho más adecuada. También tengo temas con lo propuesto en educación.

Entonces, ¿cómo se podría avanzar en una mejora del sistema de salud?

Yo creo que Fonasa debe sincerar los costos de las prestaciones médicas, tanto institucionales como privadas. Segundo, debe mejorar su cobertura financiera como seguro de salud. También debe haber un énfasis en la atención primaria, mejorando el per cápita.

Hasta ahora, ¿cómo evalúan la gestión del Minsal?

Yo lo he encontrado deficiente en varios aspectos. Uno de ellos en el manejo sanitario del Covid-19, pues mientras no superemos esta situación es muy difícil que los hospitales públicos vuelvan a niveles de producción que tenemos ahora. Por ejemplo, prepandemia nuestra lista de espera quirúrgica rondaba los 300 días de espera, ahora estamos entre 580 y 610. Ahora si uno mira el escenario epidemiológico seguimos con tasas de un 14% en positividad nacional. Afortunadamente, tenemos una gran reserva de personas vacunadas, por lo tanto, la infección ya no es tan grave y no ocupa tantas camas críticas. Eso sí, hay impacto en las atenciones de salud y hay restricciones de aforo, lo que dificulta el acceso.

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