Lula calienta motores de cara a elecciones de 2022: realiza gira por Europa y hace guiño a eventual compañero de fórmula

Emmanuel Macron recibió el miércoles a Luiz Inácio Lula da Silva en una reunión en el palacio del Elíseo. Foto: Twitter Lula/Ricardo Stuckert

Si bien por ahora no ha hecho oficial su candidatura, analistas afirman que con este viaje el expresidente brasileño “muestra que está regresando a la 'Champions League' de los grandes líderes, donde él estaba”.


Aún no es candidato a la Presidencia de Brasil y, de hecho, niega estar en campaña. Pero la gira que Luiz Inácio Lula da Silva realiza hace una semana ´por Europa bien podría ayudar a legitimar su eventual repostulación al sillón del Palacio de Planalto en 2022. A la par de su viaje, el Partido de los Trabajadores (PT) inició un debate informal interno sobre la posibilidad de sumar como candidato a vicepresidente de Lula al exgobernador paulista Geraldo Alckmin, uno de sus históricos rivales, como una forma de ampliar la base de gobierno en caso de vencer en las próximas elecciones.

En su intento de restaurar “la credibilidad internacional de Brasil”, Lula se reunió este miércoles con el jefe de Estado francés, Emmanuel Macron, con quien habló del preocupante aumento del hambre en el gigante sudamericano. La recepción en el Elíseo al petista es especialmente significativa, teniendo en cuenta las diferencias de Macron con el actual presidente de Brasil y aspirante a la reelección, Jair Bolsonaro, principalmente en torno a la degradación medioambiental en la Amazonía. Ese enfrentamiento le sirvió como excusa al mandatario francés para sepultar el acuerdo de la Unión Europea (UE) con el Mercosur en 2020, recordó el diario Página/12.

De hecho, el portal brasileño UOL destacó que Macron recibió a Lula con honores de Estado, “en un duro golpe a la diplomacia de Bolsonaro”, quien hoy finalizó un viaje de seis días a Qatar, Bahréin y los Emiratos Árabes Unidos. El presidente francés también insistió en enviar un mensaje contundente, al recibir a Lula con el mismo protocolo al que fue destinado para la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, agregó el medio, que recordó que el encuentro se extendió por poco más de una hora.

Durante su estadía en Europa, Lula ya se reunió en Berlín con quien será el futuro canciller alemán, el socialdemócrata Olaf Scholz, así como con las parlamentarias Yasmin Fahimi e Isabel Cadermatori -nieta del último ministro de Economía del expresidente Salvador Allende- del SPD, ganador en septiembre de los últimos comicios alemanes.

En Bruselas, en tanto, Lula fue recibido por el alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, con quien abordó las relaciones con Brasil, el Mercosur, Nicaragua y Venezuela. Y en el final de su gira, el exmandatario brasileño tiene un encuentro pactado este viernes en Madrid con el presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez.

“Con este viaje, Lula muestra que está regresando a la ‘Champions League’ de los grandes líderes, donde él estaba”, asegura Gaspard Estrada, director ejecutivo del Observatorio Político de América Latina y del Caribe de Sciences Po París, en declaraciones a France Presse.

“Lula quiere hacer el contraste con Bolsonaro, el paria en el (pasado) G20 en Roma, al que nadie habla”, agrega Estrada, quien apunta, además, el “hartazgo” de los líderes europeos con el actual mandatario brasileño, que se alineó con su otrora par estadounidense, Donald Trump.

A juicio de Carlos Milani, exdiplomático y actual profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad de Estado de Río de Janeiro, Lula “realizó esta gira en el extranjero para mostrar el gran talón de Aquiles de Bolsonaro: su política exterior”. Milani recordó que aunque la pandemia pueda explicar en parte este fenómeno, la participación internacional de Brasil está “muy por debajo de su estatus”.

“Lula prepara el terreno para su candidatura a la elección presidencial (de octubre), pero va más allá. (...) Tengo la impresión de que se presenta incluso como el presidente legítimo de Brasil actualmente”, dice Frédéric Louault, profesor de la Universidad Libre de Bruselas, citado por Infobae.

Debate por Alckmin

Su gira por Alemania, Bélgica, Francia y España, sobre todo su encuentro con el centrista Macron, podría beneficiarle a nivel interno, según los analistas, porque refuerza su apertura hacia la centroderecha, cuando busca apoyos en Brasil contra el mandatario ultraderechista.

Al respecto, Lula dio un giro inesperado que hizo ruido en todo el sistema político, luego dar luz verde a una eventual fórmula con Geraldo Alckmin, exgobernador de Sao Paulo. La versión habría sido filtrada por el entorno del líder petista en un proceso de búsquedas de compañeros de fórmula que incluyen dirigentes de centroderecha, gobernadores, evangélicos y empresarios. Alckmin fue cuatro veces gobernador paulista y candidato presidencial en 2006 contra Lula y en las elecciones de 2018 por el PSDB, partido de Fernando Henrique Cardoso e histórico opositor de centroderecha al PT.

Desde Europa, Lula tuiteó con ironía que “ya tengo 22 candidatos a vice cuando ni siquiera decidí si soy candidato”, pero dejó una puerta abierta al decir: “Tengo una extraordinaria relación de respeto con Alckmin (…). No hay nada de lo que ocurrió entre ambos que no pueda ser reconciliado”.

Según los analistas, la jugada busca mostrar un giro al centro para sumar votos que podrían ir a la tercera vía que tiene en sus filas a otro paulista, el actual gobernador João Doria, además del exjuez Sérgio Moro y el exgobernador de Ceará y candidato en 2018, Ciro Gomes. “Lula y Alckmin están dando claras señales de que figuras opuestas están comenzando a dialogar. Alckmin le puede llegar a traer a Lula apoyos de la opinión pública conservadora y del empresariado conservador”, dijo a Télam el cientista político Alberto Carlos Almeida, del Instituto Brasilis y autor de los libros sobre el electorado La Cabeza del Brasileño y El Voto del Brasileño.

Lula y Geraldo Alckmin se dan la mano antes del inicio de un debate presidencial en Sao Paulo, el 23 de octubre de 2006. Foto: AFP

Sin embargo, según fuentes de las distintas corrientes internas del PT, dentro de la colectividad existe un sector que ve con desconfianza la posibilidad: sumar a un centroderechista puede ser el plan B de las élites económicas.

Asimismo, el diario Folha de Sao Paulo informó hoy que la aproximación propuesta por el PT y el PSB a Alckmin está generando descontento entre los potenciales aliados del exgobernador paulista. Según el periódico, hay dos tipos de irritación. Primero, hay incomodidad en los anfitriones de los dos partidos que podrían albergar este proyecto, el PSD y União Brasil, con la indefinición de Alckmin. A todos sus interlocutores les dice que “está a punto de decidir” su futuro. En segundo lugar, entre quienes creen que el hecho de que Alckmin no haya rechazado con un agradecimiento el guiño de Lula podría tener repercusiones electorales negativas si se postula para el gobierno de Sao Paulo.

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