"No me invitaron y se rompió un rito de una cultura institucional": Villalobos cuenta por qué no fue al cambio de mando de Carabineros

Hermes Soto

Ex director de la institución ya tenía escrito su discurso de despedida.


Sólo ocurrió el 6 de junio del año 2008. Desde el retorno a la democracia, únicamente en esa ocasión un General Director de Carabineros asumió sin que su predecesor le entregara el poder. Se trató de Eduardo Gordon, hoy formalizado en el marco del mega desfalco en Carabineros, y la razón fue obvia: debió ocupar el mando luego de que José Alejandro Bernales falleciera, junto a otras cinco personas en un accidente aéreo en Panamá.

Cuando en septiembre de 2011, Gordon tuvo que renunciar tras una denuncia por el cambio en un parte policial en un accidente que protagonizó su hijo, de todos modos le entregó en una ceremonia el bastón a Gustavo González Jure. En rigor, había dimitido siete días antes de la asunción de éste, pero la tradición era la que mandaba. Esta mañana eso no ocurrió y el General Bruno Villalobos Krumm explica la razón: no fue considerado en el evento.

-¿Fue usted invitado al cambio de mando en Carabineros?

-No. Esto ocurrió por primera vez. Lo importante es que estaba en mi interés participar. No me invitaron y se rompió un rito de una cultura institucional.

Escueto y sin aceptar más preguntas, confirma así a La Tercera PM que su ausencia en el acto oficial responde a una decisión de la actual administración a cargo de Hermes Soto Isla. Y aunque no quiso dar más detalles, en el entorno de Villalobos atribuyen esta situación a una decisión política de La Moneda que apuntaba a evitar un encuentro de las autoridades con el General (R).

Ello porque según pudo reconstruir este medio, originalmente sí hubo una coordinación para un traspaso.

De hecho, cercanos a Villalobos Krumm confirman que le transmitió a su sucesor su disposición a participar del acto en la Escuela de Oficiales de Carabineros y que sólo le solicitó que le confirmara con unos días de antelación la fecha en que se desarrollaría el evento para que su esposa, Patricia Acuña, quien se desempeña en un alto cargo universitario, y sus hijos pudieran acompañarlo. Tras el contacto inicial, sin embargo, no hubo otros acercamientos.

Un miembro actual del alto mando acota que, más allá de las diferencias personales entre Soto Isla y Villalobos Krumm, para la organización uniformada este tipo de actos son simbólicos y que es una mala señal que sean empañados por la coyuntura.

Como sea, en el acto de esta jornada Piñera no se refirió a la ausencia de Villalobos, pero hizo alusión a que vio "con mucha tristeza y preocupación cómo la imagen de esta noble institución se ha visto dañada y opacada por conductas altamente reprochables y reñidas por la ley y de su cultura" y agregó que "el daño es profundo, pero reparable, y una de las tareas más significativas será restablecer ese prestigio y confianza en la institución y en cada uno de sus efectivos".

Tiempos de crisis

Villalobos renunció el mismo día en que Piñera fue investido como Presidente. El 11 de marzo, en La Moneda, dejó el documento con su dimisión y al día siguiente La Tercera PM entregó los detalles de lo que ocurrió esa jornada: el saludo inicial, la entrega de la renuncia y la petición de que hiciera los cambios previstos con Carabineros. El rostro de Piñera en ese intercambio verbal reflejó su extrema incomodidad. El plan gubernamental siempre fue "sacar" a Villalobos, pero éste se adelantó.

La crisis en la entidad uniformada estaba en su punto más alto. Villalobos había asumido en 2014 como máxima autoridad de Carabineros y a fines de 2016 ya estaba en marcha una investigación en Fiscalía por el fraude de décadas a través del Departamento de Intendencia, que fue primero descabezado completamente y luego desapareció del escalafón.

El escándalo había bajado de intensidad mediática, cuando la querella del fiscal de La Araucanía, Luis Arroyo, hizo estallar la Operación Huracán al revelar la manipulación de pruebas por parte de funcionarios de Inteligencia para inculpar de los atentados incendiarios en la región a comuneros mapuche. De hecho ayer en el Juzgado de Garantía de Temuco se suspendió la formalización al general (r) Gonzalo Blu y otros personeros a la espera de que se resuelva si compete a tribunales civiles o militares seguir la causa.

Fue en ese escenario que Villalobos Krumm dio un paso al costado y Soto Isla fue elegido por Piñera. A poco andar, el diputado Hugo Gutiérrez filtró su hoja de vida en twitter y en el Ejecutivo la tesis de inmediato apuntó a una maquinación del círculo del otrora líder de inteligencia policial. La indagatoria hasta ahora da cuenta de que el comandante Jorge Espinoza, quien fue ayudante de Villalobos, fue una dee las personas que accedió al registro, pero ante la Fiscalía Militar éste aseguró que lo hizo por solicitud del general (R) Julio Pineda (ex director interino de Carabineros), quien a su vez debía derivar todos los antecedentes al subsecretario de Interior, Rodrigo Ubilla, para que revisara los nombramientos.

El episodio terminó de minar las confianzas. En entrevista con Reportajes, Soto Isla fue sumamente crítico de Villalobos Krumm al punto de asegurar que él habría renunciado antes a Carabineros. Hoy, el exsubsecretario de Interior, Mahmud Aleuy se refirió también a este punto y argumentó que no estuvo en su interés proteger al General (R), sino conseguir que la institución solucionara sus conflictos. "La responsabilidad básica de una persona que dirige una institución es arreglar los problemas, cuando los tiene arreglados verá lo que hace. Hay opiniones de como se hace eso, nosotros optamos porque arreglara el problema severo que tenía y está por verse si la medida fue mejor o no que la que se tomó posteriormente", adujo.

Más allá de esa polémica de si Villalobos debió o no salir antes, en lo concreto, Soto Isla en su administración dio un giro completo respecto de las prioridades. Anunció un plan para centrar la labor de la policía en la prevención del delito y no en la investigación. Fuentes consultadas por La Tercera PM recalcan que ello ha generado reticencia por parte de las unidades especializadas como el OS9, el OS7 y Labocar que no desean ceder terreno ante la PDI.

En este escenario se produjo la ausencia de Villalobos Krumm en el evento de hoy, pese a que tenía ya armado su discurso de despedida: agradecía la lealtad y el sacrificio de los uniformados. El texto no pudo ser leído.

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